Judiciales > Sucedió en Rawson
Tomó alcohol, fumó marihuana y manoseó a su sobrina de 19 años
POR REDACCIÓN
Una joven de 19 años fue ultrajada por su tío político mientras dormía en una habitación en la casa del hombre, situado en un barrio de Rawson. El acusado, que este martes terminó condenado por el hecho, antes de manosear a su víctima, tomó alcohol y fumó marihuana.
El aberrante hecho ocurrió en mayo del año pasado, pero recién en este mes hubo una resolución dictada por un juez, aunque no quedó firme. G.R.T. (así se lo identifica para cuidar a la víctima) llegó a juicio y recibió una pena de ocho meses de prisión condicional por el delito de abuso sexual simple en calidad de autor.
El día del abuso, G.R.T. les dijo a sus dos sobrinas y a su hija de 15 años que se vayan a acostar. En la habitación había una cama de una plaza y una cucheta. La denunciante se acostó en la cama, mientras que su hermana y su prima en la cucheta.
La víctima se acostó con ropa y se tapó con unas colchas. Su tío, minutos después, ingresó a la pieza, se metió entre las colchas, se acostó y abrazó a su sobrina.
La joven se hizo la dormida y le sacó el brazo como dos veces, pero a la tercera vez sucedió algo que no esperaba. Su pariente le metió la mano en la vagina por debajo del pantalón y de la ropa interior. Lo mismo hizo después con su pecho.
La denunciante no reaccionaba, trataba de moverse para que su hermana y su prima escucharan, solo le sacó la mano varias veces, pero G.R.T. continuó tocándola, hasta que ella se levantó, le dijo a su hermana que no se sentía bien y que se quería ir. La hermana no le hacía caso, le dijo que la dejara de joder y se acostara.
Sin embargo, la joven se puso a llorar y le confesó al oído el aberrante hecho. Posteriormente, ambas se fueron y le dijeron a su prima, hija del condenado, que se marchara con ellas, pero esta se quedó.
La Justicia finalmente sentenció al sujeto, aunque no irá al penal por ser una condena condicional. Sin embargo, el hombre deberá cumplir varias reglas de conductas, entre ellas, la de no acercarse a su víctima y mantener algún tipo de contacto.
El juez que dictó sentencia fue Matías Parrón, el fiscal Roberto Ginsberg llevó el caso a debate, mientras que la defensora oficial Cecilia Mut representó al hombre en el juicio.