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Abusó durante tres años a la hija menor de una familia amiga, lo condenaron a 12 años de prisión efectiva

El hombre había amenazado a la menor con matarse si contaba algo. Finalmente, la niña confesó y el abusador irá al penal.

POR REDACCIÓN

08 de febrero de 2022

Un amigo íntimo de la familia, alguien cercano en quien se puede confiar. Con esa pantalla un hombre de 47 años abusó sexualmente durante tres años de la hija de una familia amiga y cercana a él. Finalmente, la menor no pudo soportar más los abusos y acusó al hombre que ahora pasará 12 años en el penal de Chimbas.

Según relató el informe judicial, él, cuyas iniciales son C.R.E. (el nombre del acusado y de la menor permanecerán ocultos para resguardar la integridad de la víctima) los abusos comenzaron en 2019 cuando la niña tenía 11 años. El hombre era cercano a la familia, prácticamente un amigo íntimo de ella. Su familia y la de la víctima pasaban tiempo juntos y se conocían entre ellos, asentadas en un departamento alejado. De esa confianza se valió el abusador que, en un principio, empezó a acercarse a la menor con tocamientos indebidos. Así, comenzó “manoseando” a la niña por debajo de la ropa interior.

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Esta rutina de abusos fue escalando, hasta que finalmente el hombre comenzó a accederla carnalmente a partir de los 12 años. Es decir, comenzó a violarla. Todo esto ocurría bajo la presión de amenazas del hombre.

Fueron los padres de la niña los que comenzaron a notar comportamientos extraños de su parte. Según consta en el relato, la niña tardaba más de lo normal en sus tareas habituales y se encerraba en el baño. Fue así, que ante la presión de los progenitores de la víctima, y con 13 años, confesó lo que C.R.E. le había hecho.

Inmediatamente, la familia hizo la denuncia y el entonces supuesto abusador fue detenido. El caso fue recepcionado por la Unidad Fiscal Anivi (Centro de Asistencia a Niños, Niñas y Adolescentes Víctima) y el equipo interdisciplinario de dicha unidad entrevistó a la niña.

Allí, contó como el hombre la había amenazado con suicidarse y dejar a sus hijos sin padre si ella contaba algo de los tocamientos y abusos, que luego declaró se fueron sucediendo en lugares abandonados e, incluso, en la casa de los progenitores del abusador. El relato, más otras pruebas de rigor, fueron suficientes para llevarlo a juicio.

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Este martes, C.R.E. fue condenado a la pena de 11 años de prisión efectiva por el Tribunal encabezado por el Doctor Andrés Abelin Cotonaro. Los delitos que se le imputaron fueron abuso sexual simple en concurso real, abuso sexual simple y abuso sexual con acceso carnal agravado por resultar en un grave daño para la salud mental de la víctima. Además, le fue revocada la condicionalidad de una pena anterior de un año, por lo que se la computaron con la nueva resultando en 12 años de prisión efectiva.

C.R.E., por su parte, nunca confesó el hecho.

 

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