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“La Peque” que triunfa en el judo y que sueña con conocer a su ídola

La niña de 10 años tiene más de 12 medallas en su haber en esa disciplina. Su sueño es conocer a Paula Pareto. Además de ser recientemente subcampeona en el país, es abanderada de su escuela.

26 de agosto de 2019

Sus ojos color miel y su tierna sonrisa refleja el alma de una niña que sueña en llegar lejos con el deporte. Con apenas 10 años, Antonella Riveros logró ser recientemente subcampeona nacional de judo en la categoría Infantil A, evento que se desarrolló en Carlos Paz, Córdoba. En su corta trayectoria cosechó más de 12 medallas. Su buen desempeño en la disciplina que desarrolla desde los 4 años y su forma de manejar sus puños la caratuló con el título de “La Peque sanjuanina”, así es como la llaman sus amigos y familiares haciendo referencia a su ídolo Paula Pareto, quien llevó el judo al reconocimiento internacional. Es más, sus compañeros de escuela le hicieron una remera con ese mote.

“Se siente lindo practicar judo, es una experiencia fantástica. Vengo siempre a entrenar porque me encanta. Acá encontré un lugar para hacer buenas amistades”, dijo Antonella. Cuando comenzó no se imaginaba que iba a obtener tantos triunfos arriba del tatami. Maximiliano Vedia, su profesor está orgulloso de tenerla en su equipo de casi 40 chicos que concurren martes, jueves y viernes al Coloso de Rawson. Para él la pequeña es una gran revelación.  

El sueño de Antonella es conocer a Paula Pareto, para ella sería "tocar el cielo con las manos". La Peque fue campeona del mundo en 2015 y ganadora de una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y una de oro en los de Río de Janeiro 2016. Se convirtió en la primera mujer argentina en ser campeona olímpica y la primera deportista que ganó dos medallas en disciplinas individuales, será por eso que la idolatra tanto. Si bien esta disciplina no mide sexo ni edad, pero para la pequeña sanjuanina llegar a hacer lo que Pareto hizo es el gran desafío que tiene a futuro. En el mientras tanto no se queda con los brazos cruzados, sino todo lo contrario sigue perfeccionándose día a día para superar su propia marca personal.

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Además de su rendimiento deportivo, Antonella es muy buena alumna. Asiste a la escuela San Juan de la Frontera en el departamento de Rawson y es abanderada. Le gusta la lectura y educación física. “Es un orgullo inmenso tener una hija así”, dijo Paola Valdés, la madre. Ella la acompaña desde que se inició como judoca. Sus padres la llevaron para probar si le gustaba y en la primera clase quedó fascinada. Bautista, su hermano de 13 años también se sumó a practicar judo, ambos son una dupla perfecta tanto en el tatami como en su hogar. “Son muy compañeros, salen a entrenar juntos y se cuidan mucho”, agregó Paola. 

Ejemplo cercano

Miriam la “Mamá Judo”

Uno de los exponentes más cercanos que tiene Antonella y sus cuarenta compañeros en la academia de judo, es Miriam Fernández, una judoca de 37 años que tiene tres hijos y es mamá soltera. Su pasión por esta disciplina hizo que su vida cambiara para siempre. Comenzó de muy pequeña y llegó hasta el cinturón amarillo, por distintas cuestiones tuvo que abandonar y al cabo de algunos años volvió al ruedo. A los 34 años retomó la actividad y cosechó el título de campeona nacional.

Dice que el judo es un deporte único dónde se mezclan los nervios con la excitación del momento, “es inexplicable ver tu nombre sobre el tatami a la hora de ir a competir afuera, se siente un orgullo muy grande”, aseguró. Ella, es una mentora para todos los alumnos quienes la apodaron como “Mamá Judo”, además le ayuda a Maximiliano en la administración de la academia. Es peluquera a domicilio y entrega su vida al deporte para purificar su espíritu y servir de ejemplo para todos aquellos que la conocen.

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