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Provinciales

“Siempre me la voy a rebuscar, nunca voy a delinquir”

Daniel vende diversos productos frente al Marcial Quiroga, cuenta que hace unos meses el panorama se complicó y hay veces en las que vuelve a su casa sin vender nada, situación que lo angustia ya que debe darle de comer a su familia.

01 de mayo de 2019

En medio del difícil panorama del país hay personas que buscan la forma que sea de salir adelante luego de quedarse sin empleo. Y eso es lo que hizo Daniel Fraguglia al ser despedido de su trabajo hace 4 años. En el Día del Trabajador te contamos su historia.

Actualmente Daniel tiene 42 años, hace casi 2 comenzó a vender diversos productos frente al Marcial Quiroga. Ofrece desde mantas, tazones, jeans, bolsos y hasta termos, todo lo necesario para que quienes pasan días acompañando a personas que están en el hospital puedan enfrentar las jornadas. Incluso, cada vez que le van pidiendo productos trata de incorporarlos, como así también, facilidades de pago ya que recibes tarjetas y a veces hasta les da fiado.

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“Si yo tuviera oportunidad dejaría de esto y trabajaría de lo que sea”, dijo Daniel. No obstante, no consigue trabajo debido a su edad: “Desde los 9 años vengo laburando, cuando uno no tiene una base de estudio se le complica, hice primaria y desde chico empecé, siempre lo hice bajo relación de dependencia”, comenzó contando. “Hasta hace 4 años trabajé en una compañía de seguros, tengo 42 años y ya no consigo, en todos lados te dicen `no, ya sos grande´”.

En los últimos meses las ventas bajaron por lo que el hombre vive situaciones angustiantes ya que siempre tiene que tratar de comercializar algo porque debe darle de comer a su familia. La misma está compuesta por su esposa, sus dos hijos de 12 y 13 años y su hija de 8. “A veces puedo ganar por día $500, otros, $100  y a veces nada porque no se vende”, manifestó. A pesar de las preocupantes jornadas que vive en ocasiones, él tiene un lema y lo defiende siempre: “Nunca delinquí, nunca lo haré porque el que hace eso es porque le gusta lo fácil. Laburo hay, nada más que cuesta muchísimo hoy en día”.

Baja en las ventas

Según Daniel, en la actualidad los sanjuaninos compran solo en las primeras dos semanas del mes que es cuando le queda algo de dinero, después, las ventas bajan de forma drástica. “Cuando la gente cobra, va, paga las facturas y compra algo, después no sale casi nada”. Es por esto que comenzó a ofrecer diversas alternativas para que todos puedan obtener sus productos: “Recibo tarjetas porque, sino, no podés vender, igual la gente prefiere el contado porque según ellos `la tarjeta te mata´”, afirmó.

“Me da miedo no vender más”, dijo con preocupación. “Me ha pasado de salir y no vender nada, no tener para comer, está muy difícil todo”, agregó el comerciante ambulante.

A pesar de esto, el hombre sigue firme en sus convicciones y da a conocer que siempre hará cualquier trabajo con tal de que sus hijos tengan un plato de comida en la mesa. “Si tengo que vender piedras para comer lo voy a hacer”, expresó.

Daniel no para casi nunca, no lo detienen ni el calor ni la lluvia, enfrente del Marcial Quiroga ofrece sus productos, una sonrisa y una charla a quienes se acercan a comprar. Cuando llega la hora del almuerzo sale hacia su casa para reencontrarse con su familia, luego, vuelve a salir a la calle con los productos que vende y colmado de ilusión para comercializar todo lo que se pueda.

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