POR REDACCIÓN
31 de octubre de 2019
La Argentina es uno de los países de Latinoamérica con más desarrollo de los cuidados paliativos afirmó hoy la investigadora colombiana Tania Pastrana, quien disertó en el décimo Congreso Nacional de Cuidados Paliativos que se desarrolla en Salta, y pidió a los argentinos colaborar en la materia con el resto de los países de la región. Argentina en la región es uno de los países con más desarrollo de cuidados paliativos, dijo a Télam la especialista, quien solicitó a los argentinos colaborar con el resto de los países de la región, por contar con bastante nivel de desarrollo, no solo en las políticas, sino en todo el movimiento con la conceptualización que tiene. Pastrana es investigadora senior en el departamento de Medicina Paliativa de la Facultad de Medicina de la Universidad de Aquisgrá, en Alemania, y miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos (ALCP). Los cuidados paliativos constituyen un modelo asistencial que mejora la calidad de vida de las personas, niños y adultos, con enfermedades amenazantes de la vida, con pronóstico de vida limitado, y la de sus familias, y se basa en la prevención y el control del sufrimiento. Es fantástico apoyar un poco a los otros países de la región, porque estamos todos en el mismo barco, y eso se llama fertilización cruzada, en el que países con más o menos las mismas características pueden ayudar, exportar o implementar estrategias que han sido útiles, afirmó. La especialista detalló que no cuenta con cifras concretas, pero estimó que alrededor de un 20% de las personas que lo requieren estarían recibiendo cuidados paliativos en la Argentina, mientras que en el resto de Latinoamérica esa cifra ronda el 4%. No obstante, explicó que Argentina también tiene grandes fallas como la formación de pregrado. Acá hay pioneros en cuidados paliativos y en educación en cuidados paliativos; hay interesantes propuestas de formación; fue uno de los primeros países con posgrados, y sin embargo en las facultades de medicina no es mandatario. La investigadora llegó a Salta para disertar en el marco del décimo Congreso Nacional de Cuidados Paliativos, que comenzó ayer y se extenderá hasta este sábado con la participación de disertantes nacionales e internacionales. En este congreso, que se realiza en conjunto con el Segundo Encuentro Nacional de Investigación de Cuidados Paliativos, bajo el lema Cuidados paliativos con y para la comunidad, se presentará la experiencia de cómo funciona un hospice (filosofía del cuidado hacia una persona enferma que se encuentra transitando el final de la vida) privado en la Argentina. El movimiento de los cuidados paliativos surgió en los años 60, y de ahí se ha visto cómo diferentes países tienen diferentes prácticas y conceptualizaciones en la materia, explicó la especialista, que sostuvo que ahora hay otros conceptos como el de sufrimiento asociado a la enfermedad que surge de la Comisión Lancet de cuidados paliativos, y a partir de eso hicimos una definición consensuada con diferentes expertos de muchos países. En este sentido, detalló que ha habido un gran cambio, con distintas transiciones, como el estar enfocado en la enfermedad o el final de vida, a una conceptualización mucho más amplia de la situación temprana, porque hay evidencia de cómo los cuidados paliativos mejoran la calidad de vida del paciente y la familia; ahorran costos al sistema sanitario e incluso en algunas patologías se han encontrado casos en los que aumentan la sobrevida. Por ello, consideró extraordinario que no estén implementados como tendría que ser, porque en Latinoamérica se estima que sólo el 4% de las personas que necesitan cuidados paliativos los están recibiendo, lo que significa que más de 3 millones de personas están viviendo y muriendo con dolor severo, sin ningún tipo de atención, lo que es un drama. La mayoría del tiempo de una persona con una enfermedad crónica, la padece con la comunidad, en su medio familiar, en su casa, con su mascota, su televisor, su familia, cómo sea, y la participación de la parte médica del sistema socio-sanitario se considera de aproximadamente un 10 o un 5% en esa vida, detalló. La comunidad juega un papel importante, consideró, y agregó que el desafío más grande es la inequidad en el acceso, mientras que otra tarea indispensable es la inclusión de cuidados paliativos en la formación de pregrado.
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