Policiales > En Chimbas
Buscan a una joven de 18 años que salió y no regresó
Priscila Selena Bárzola, de 18 años y domiciliada en Chimbas, salió de su casa el domingo, habría abordado un auto y desde entonces no regresó.
Por Ariel Patruceli
Desde el domingo pasado, hubo una noticia alarmante en el barrio Talacasto, del departamento Chimbas, Priscila Selena Bárzola Bustos, una joven de 18 años desapareció y la familia vive horas de angustia e incertidumbre luego de que la joven presuntamente abordó un vehículo particular en la puerta de su domicilio y desde ese momento, no se volvió a saber de ella. Las autoridades policiales de San Juan intervinieron de inmediato, activando los protocolos de búsqueda, aunque las versiones extraoficiales de los vecinos y allegados encendieron aún más las alarmas.
El suceso se desarrolló este domingo. Priscila Bárzola salió de la casa que compartía con sus padres y, según las primeras informaciones recabadas, subió a un automóvil. Horas después de su partida y la consecuente falta de comunicación, la preocupación se instaló entre sus familiares.
El caso tomó un giro dramático cuando los parientes de la joven recibieron un mensaje que habría enviado Priscila. En él, la chica relató que fue golpeada y que la mantenían encerrada en una habitación. Inmediatamente después de este contacto, toda comunicación con ella se interrumpió de manera definitiva, aumentando el desconcierto y la desesperación en su círculo íntimo.
Los rumores en el barrio Talacasto rápidamente comenzaron a circular. Familiares y amigos de la joven deslizaron que Priscila fue capturada por una red de trata de personas. Esta versión, aunque alarmante, no recibió confirmación oficial por parte de la Policía de San Juan, que maneja la investigación y pidió la colaboración de la ciudadanía mediante los canales oficiales para dar con el paradero de la muchacha. En el parte policial difundido, se solicitó ayuda para encontrar a Priscila, pero en ningún momento se mencionó la palabra secuestro ni se hizo referencia a la posible participación de un grupo delictivo dedicado a la trata.
A pesar de la cautela de las fuerzas de seguridad, la desesperación de los progenitores, Bustos y Franco Bárzola, los llevó a tomar una drástica decisión. Trascendió de manera extraoficial entre los vecinos que los padres abordaron un avión con destino a Buenos Aires. Según esta versión, los familiares partieron hacia la Capital Federal con la intención de buscar a su hija en el lugar donde presuntamente se encontraría retenida.
Una de las pistas que manejan los allegados, y que se convirtió en un trascendido clave, apuntó a una relación virtual. La joven habría conocido a una persona a través de un videojuego popularmente conocido como Free Fire. Luego de este contacto desarrollado en la plataforma, Priscila, aparentemente, abordó el auto que pasó a buscarla por la puerta de su vivienda. Este dato generó aún más preguntas dada la descripción que los vecinos hicieron de la chica.
Nancy, una vecina de la familia Bárzola, relató a DIAIRO HUARPE que Priscila es una joven con un perfil bajo. Indicó que la muchacha no tiene amigos en el barrio y que su relación con la comunidad es escasa. Además, mencionó que la joven es hija de comerciantes del Talacasto. Tras finalizar el secundario hace un año, Priscila tuvo la intención de ingresar a la Gendarmería, pero sus padres le pidieron que no iniciara esa carrera. La timidez de la joven era tal que, según el testimonio de la vecina, ni siquiera se ocupaba de atender el negocio familiar. Esta circunstancia es la que más desconcertó a la comunidad, ya que contrasta con la idea de que la chica haya abordado un vehículo con una persona que, aparentemente, no conocía en persona. La investigación policial continúa abierta, buscando determinar el recorrido exacto de Priscila y las circunstancias que rodearon su misteriosa desaparición.