POR REDACCIÓN
12 de noviembre de 2019
Los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), cuyos votos pueden facilitar el gobierno de coalición entre los socialista y la izquierda en España, exigieron hoy el reconocimiento de la existencia de "un conflicto político" en Cataluña a cambio de su colaboración. "Ahora mismo nuestra respuesta es un no", afirmó Marta Vilalta, vocera de ERC, luego del anuncio del Partido Socialista (PSOE) y Unidas Podemos (UP) de que habían llegado a un acuerdo para formar un nuevo Ejecutivo tras las elecciones del domingo último. "Si quieren alguna cosa, exigimos sentarnos y hablar, entender que hay un conflicto político que requiere una solución democrática y política; si no, no hay nada que hacer", añadió la dirigente republicana en conferencia de prensa en el parlamento regional en Barcelona. El PSOE y UP no suman mayoría, con lo que el líder socialista Pedro Sánchez -y su futuro vicepresidente Pablo Iglesias- necesitarán del concurso de ERC ante el veto anticipado por el conservador Partido Popular, los ultraderechistas de Vox y Ciudadanos. El partido independentista, liderado por el ex vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, quien cumple una condena de 13 años de prisión por sedición en relación con su papel en el fallido proceso de secesión de 2017, estaba dispuesto a apoyar un gobierno de coalición entre PSOE y UP tras las elecciones del 28 de abril. Pero también había advertido que su apoyo o abstención iba a ser mucho más difícil si su líder y el resto de políticos independentistas juzgados por el intento de ruptura de hace dos años eran condenados, como ocurrió el 14 de octubre. Hace seis meses, ERC llegó a decir que facilitaría la investidura de Sánchez sin pedir nada a cambio, pero el escenario es hoy radicalmente distinto, ya que Cataluña se encuentra en plena ebullición política, con el movimiento independentista en pie de lucha y cortando rutas. Además, durante la campaña, Sánchez abandonó la moderación y exhibió un discurso muy duro hacia los secesionistas, proponiendo un cambio en el Código Penal para reintroducir el delito de convocatoria ilegal de referendo y prometiendo traer de vuelta a España al ex presidente catalán Carles Puigdemont, líder del proceso de 2017. Vilalta sostuvo que en Cataluña no hay "un problema de convivencia" entre catalanes, como afirma el preacuerdo entre el PSOE y Podemos en uno de sus puntos, y que lo que hace falta es "reconocer que existe un conflicto político" y "voluntad política para resolverlo". La política catalana no exigió por lo tanto que se reconozca explícitamente el derecho de autodeterminación de Cataluña, aunque incidió en sus críticas a Sánchez por sus "amenazas" durante la campaña. A pesar de esta posición inicial, dirigentes de ERC también dijeron públicamente que ellos no serán los responsables de que "los fascistas" lleguen a La Moncloa por una nueva repetición electoral, refiriéndose al ascenso de Vox y el Partido Popular (PP). ERC, con 13 diputados, es el primer partido del bloque independentistas -también formado por Junts per Catalunya (derecha) y los anticapitalistas de la CUP- y el único de los tres capaz de facilitar la investidura del gobierno de coalición entre Sánchez e Iglesias. El principal reclamo de los independentistas hoy es la amnistía para sus líderes presos, y que el gobierno español reconozca su derecho a la autodeterminación.
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