El Barça se sobrepone a la marcha de Messi

El año 2021 marcó un punto de inflexión en la historia del FC Barcelona. Quien hasta ese momento había sido el mejor jugador del club, se marchó por la puerta trasera para iniciar una nueva aventura deportiva. El protagonista en cuestión era Messi, un mito del deporte rey que se veía obligado a encontrar un nuevo club en el que seguir compitiendo profesionalmente. El principal motivo de la marcha del argentino fue la mala gestión económica de la entidad. El Barça se encontraba en una situación crítica, y Joan Laporta, quien ya era presidente en ese momento, decidió priorizar el bienestar del club por encima de retener al astro argentino.

No fue una situación nada sencilla, ya que el equipo inició un período de decadencia deportiva del que le ha costado mucho recuperarse. El vestuario ha tenido que incorporar a varios jugadores para enderezar las dinámicas negativas internas. También llegaron al primer equipo futbolistas formados en las categorías inferiores que dieron una nueva cara al equipo. Hacemos referencia a futbolistas como Gavi o Balde, sangre nueva para un club que necesitaba nuevos referentes.

El primer curso sin Messi fue muy complicado, ya que el Barça no carburó nada bien en términos de competitividad. Pero este mismo año, que podríamos definir como “año 2 después de Messi”, la situación ha cambiado diametralmente. El Barça domina con mano de hierro en la competición nacional. El equipo de Xavi ha recuperado las buenas sensaciones y es el máximo favorito. Una opinión coincidente entre aficionados y expertos, que ya sitúan al equipo barcelonés como aspirante al título. Un hecho que puede contrastarse en el portal de apuestas Betsson, que sitúa a Barcelona y Real Madrid como favoritos muy destacados.

Xavi Hernández, quien ya había coincidido con Messi en la disciplina del Barça como jugador, ha sido el encargado de revertir la situación. El técnico de Terrassa ha dado galones a una nueva hornada de jugadores y ha dejado de lado el liderazgo vertical sobre el césped, optando por un reparto mucho más equitativo en cuanto a responsabilidades. En el FC Barcelona actual no existe un líder nato como era en el caso de Messi. Hay muchos nombres propios que son necesarios para que la orquesta azulgrana suene correctamente. Todos ellos son importantes y se sienten partícipes de los triunfos. El principal objetivo del club es ganar la Liga nacional de España, y todos los indicios dejan entrever que ese deseo se convertirá en realidad.

Hace dos años, el juego del Barça iniciaba y terminaba precisamente en los pies de Messi. Esa ascendencia que tenía el de Rosario en relación con sus compañeros era lógica y coherente si tenemos en cuenta su talento. Pero actualmente estas tareas han quedado en manos de varios jugadores como Lewandowski, Dembélé o Gavi.

Messi, por su parte, sigue repartiendo juego en las filas del París Saint-Germain. El jugador afronta esta segunda mitad de la temporada como campeón del mundo. Esto le permite pisar el césped del Parque de los Príncipes sin la necesidad de demostrar nada a nadie más allá de su propia autoexigencia.

El ex jugador del Barça vivió también un proceso de ruptura complicado, ya que el primer año fue complejo. Había que adaptarse a una nueva liga, un nuevo país y una nueva cultura. Esta penitencia ya ha finalizado y el jugador está ofreciendo de nuevo su mejor nivel. Hay que tener en cuenta también su incidencia sobre el Mundial, una historia de logros que busca perpetuar en París.

El Barça ha aprendido a vivir sin Messi, y parece que Messi también ha aprendido a volar lejos de la capital catalana. Lo curioso es que los rumores sobre un posible regreso del delantero a Barcelona cada vez resuenan con mayor insistencia. Hasta el momento, el jugador no ha alargado su vinculación contractual con el PSG y todos los escenarios siguen abiertos. Quizás de una ruptura traumática nazca una nueva historia de amor. Un reencuentro sería muy especial, pero todavía falta limar asperezas para que este hecho pueda convertirse finalmente en una realidad. El primer amor nunca se olvida.