El expediatra del Garrahan estará en una cárcel solo de delincuentes sexuales

Tras ser condenado a 10 años de prisión salió a la luz que Ricardo Russo, exjefe de Inmunología y Reumatología del Hospital Garrahan​, quedará alojado en una cárcel de Neuquén en la que mayor parte de los internos están condenados por abuso sexual. El médico fue declarado culpable de la distribución, tenencia y producción de material de abuso y explotación infantil, en el juicio que se realizó en la sala del Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas N° 6 a cargo del juez Gonzalo Rúa.

Russo estará en el Complejo Penitenciario Federal V, ubicado en Senillosa, a 33 kilómetros de la capital neuquina en una prisión en la que actualmente hay 539 internos, de los cuales 519 ya están condenados. No obstante, antes pasará unos días en el penal de Ezeiza donde será sometido a un proceso de clasificación inicial por riesgo y necesidades. Una vez en el Complejo el exmédico será incluido en el Programa para Ofensores Sexuales.

El programa es aplicado por el Servicio Penitenciario Federal y tiene como fin generar un espacio de aprendizaje que le posibilite al sujeto organizar la conducta y disminuir los factores de riesgo dinámicos. Entre ellos están los hábitos y valores delictivos, distorsiones, justificaciones, falta de empatía, entre otros. En el son incluidos hombres mayores de 21 años condenados por delitos contra la integridad sexual.

El juicio a Russo

Durante el juicio, un asesor tutelar del Ministerio Público porteño habló de un total de 1.500 fotos y videos acumulados y transmitidos el médico desde noviembre de 2015 hasta el mismo 28 de mayo de este año. Tenía una carpeta de 100 fotos de material prohibido en la computadora del consultorio del Garrahan llamada “Tom Petty and the Heartbreakers”, un grupo de rock de Estados Unidos.

Entre las imágenes hay 220 que fueron tomadas en lugares públicos con el foco en los genitales de niñas y “cinco producciones fotográficas en las que exhiben sus genitales”. También habría distribuido videos de pornografía infantil a través de una red de distribución de archivos, debido a esto fue detectado por una agencia de seguridad estadounidense.

En el proceso declararon 38 testigos. En el comienzo de su lectura, el juez Rúa habló de abuso y explotación: “Tengo acreditado que bajo el IP de su domicilio se habían descargado 270 archivos. No tengo dudas de que fue usted, señor Russo. En primer lugar porque usted es el usuario. Usted tenía conocimientos de uso del programa eMule, había descargado gran cantidad de material de diferente índole”, dijo.

Tras el fallo, Russo se manifestó “sorprendido por las conclusiones”. Luego, pidió quedarse en su casa hasta que la sentencia quede firme pero el juez le negó esto, razón por la que será enviado a una cárcel del Servicio Penitenciario Federal.

Fuente: Clarín.