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En 35 años la contaminación del acuífero del Valle de Tulum se triplicó

Así lo revela un reciente informe del Instituto Nacional del Agua (INA - CRAS). En los márgenes de cuenca se registra un nivel alto de salinización, y en las zonas de urbanización y fertilización agrícola, los niveles de nitrato se triplicaron en relación con la década del 80.

21 de septiembre de 2023

En el medio de la crisis hídrica que vive la provincia de San Juan, un reciente informe del Instituto Nacional del Agua (INA - CRAS) revela que el nivel de contaminación del agua subterránea del Valle de Tulum se potenció y expandió en los últimos 35 años. Un problema que a futuro, si no se toman medidas urgentes, podría repercutir directamente en el servicio de agua potable, ya que el 55% del recurso vital que consumen los sanjuaninos, proviene de la reserva de agua dulce bajo tierra o subsuelo (el acuífero).

“La contaminación, en los últimos años, aumentó considerable y es muy preocupante”, aseguró a DIARIO HUARPE la bióloga Romina Battistella, responsable del Instituto de laboratorio de hidroquímica del Instituto Nacional del Agua (INA- CRAS).

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Un panorama gris oscuro

Según contó la investigadora, el estudio empezó a realizarse en el mes de agosto del año pasado, después de la sequía histórica que sorprendió a los sanjuaninos y que fue considerada la más impactante del siglo (periodo 2021 – 2022). 

El estudio terminó de completarse en noviembre del 2022, y el primer informe se obtuvo en enero del 2023.

“De los datos obtenidos, podemos inferir que los altos niveles de contaminación encontrados derivan de diferentes fuentes: el crecimiento poblacional, la gran cantidad de pozos negros que se encuentran en el Valle de Tulum, la fertilización agrícola y el complejo cuadro de la crisis hídrica que existe en la provincia", precisó la científica.

A partir del preocupante registro hídrico que se presentó en el 2021, el departamento de Hidráulica de la provincia solicitó al INA hacer estudios en los acuíferos de Jáchal, en el de Ulum - Zonda y, principalmente, en el del Valle de Tulum, para conocer no solo los niveles estáticos de los acuíferos (es decir, a qué profundidad está el agua subterránea), sino también para estudiar la calidad del recurso que consume la mayoría de los sanjuaninos.

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Apoyándose en los datos obtenidos, Battistella confirmó que la situación es bastante complicada y preocupante. “Es que la contaminación encontrada es grande, y en los últimos años, se ha expandido”, dijo. “Hemos notado que hay cierto nivel de salinización en muchos sectores, sobre todo en los márgenes de cuenca. Y en las zonas de urbanización y fertilización agrícola, hay un incremento en los niveles de nitrato, que triplican los valores de la década del '80”.

El último estudio, con este nivel de detalle, se hizo en 1988, es decir, hace 35 años.

¿Qué es el nitrato?

Es un compuesto que se genera a partir de la descomposición de la materia orgánica. Las fuentes más frecuentes de contaminación por nitrato son: los pozos negros y la fertilización agrícola.

“Naturalmente, las aguas tienen menos de 10 miligramos de nitrato por litro”, explicó Battistella. “La Organización Mundial de la Salud y el Código Alimentario Argentino establecen un límite máximo en el agua de bebida de 45 miligramos por litro. En San Juan hemos encontrado niveles que superan 6 veces las concentraciones naturales de agua”.

Vale recordar que sobre el acuífero del Valle de Tulum vive más del 85 por ciento de la población sanjuanina, en 13 de los 19 departamentos de la provincia: Albardón, Chimbas, Rivadavia, Capital, Rawson, Santa Lucía, Pocito, Caucete, Sarmiento, 25 de Mayo, San Martín, 9 de Julio y Angaco.

Monitoreo por acuífero

El estudio se realizó en casi 500 perforaciones que extraen agua de los tres acuíferos: el de Jáchal, el de Ullum – Zonda y el del Valle de Tulum. 

Acuífero del valle de Jáchal

El monitoreo se hizo en 42 perforaciones (37 para medir los niveles estáticos y en 17 la calidad de agua).

Según el estudio, el nivel de agua del acuífero de Jáchal descendió 2 metros, en promedio, desde 2017 a la fecha. Las conductividades altas, sin mayores variaciones. Y sí hay presencia de valores de nitrato y boro que exceden los límites permitidos en perforaciones de abastecimiento de agua de consumo.

Acuífero Ullum - Zonda

La red de monitoreo en los dos departamentos se hizo en 46 perforaciones (26 para la red de Monitoreo, 37 para niveles estáticos y 29 para calidad de agua).

Los niveles de agua en el acuífero Ullum - Zonda son variables según el departamento y los puntos cardinales. En el oeste de Zonda, el agua subterránea se encuentra a 56,6 metros (nivel máximo) y en el este, a 3,6 metros (el mínimo).

En Ullum, el máximo del nivel de agua se halló a 61 metros (en la zona oeste), y el mínimo, a 13,2 metros, en la zona este.

En cuanto a la calidad de agua en Zonda se observa un aumento de las conductividades eléctricas (salinidad) en todo el Valle. Mientras que en Ullum, presencia de valores extremos de nitrato, en el norte del valle.

Acuífero Valle de Tulum

El acuífero del Valle de Tulum es el más complicado de los tres.  

La red de monitoreo en los 13 departamentos se hizo en 403 pozos (146 para la Red de Monitoreo, 161 para niveles estáticos y 243 para calidad de agua).

En el acuífero de del Valle de Tulum se observa que el nivel de agua descendió en promedio, 2 metros, en comparación con el 2017.

Se observa un aumento de las conductividades eléctricas (salinidad) en todo el Valle y presencia de valores extremos de nitrato.

Alerta naranja

Los datos arrojados por el informe, desde luego encienden las alarmas, particularmente para los departamentos del Valle de Tulum. Es que, más de la mitad del agua que consume la sociedad sanjuanina, proviene de perforaciones de agua subterránea.

“Ante esta realidad, OSSE ha tenido que profundizar las perforaciones a más de 250 metros para buscar agua de mejor calidad. Sin embargo, es una solución que tiene un límite, porque si la carga contaminante continúa, OSSE no puede hacer perforaciones de 1.000 metros. Porque además, va a deprimir aún más los niveles estáticos de las aguas subterráneas, con todo lo que eso significa”, dijo Battistella.

Al no recargarse los acuíferos por la crisis hídrica, las aguas residuales de los pozos negros, de las industrias y la agricultura, se infiltran al subsuelo con mayor preponderancia y terminan contaminado las reservas subterráneas.

"Cuando uno ve los mapas de evolución de contaminación de aguas subterráneas, observa que a medida que fue aumentando la frontera de la urbanización y el acuífero no se fue recargando,  paralelamente fue aumentando la frontera de la contaminación de nitratos", apuntó Battistella. (ver foto de los mapas de evolución).

¿Por qué es preocupante la contaminación por nitratos?

El nitrato, como contaminante, reemplaza al oxígeno en la sangre y se produce lo que se conoce como anoxia, es decir, la falta de oxígeno en sangre.

“Hay una enfermedad que se llama metahemoglobinemia, que se produce en lactantes”, contó la bióloga del INA. “A esta enfermedad se la denomina enfermedad del niño azul, porque el niño, al no tener oxígeno en sangre, se produce la anoxia en los tejidos”.

Luego la especialista agregó: "Además, el nitrato está muy vinculado con determinados tipos de cáncer y de enfermedades oncológicas”.

La situación por departamento

Según la investigación, en la zona de Capital hay una disminución notable de la concentración de nitratos, en la comparativa que se hace con los estudios de la década del 80. Esta disminución se la relaciona a que, en 35 años, hubo una mayor conectividad de los domicilios al sistema cloacal. Sin embargo, la realidad es otra en los departamentos de Rivadavia, Rawson, Pocito y Santa Lucía, los cuales están muy comprometidos en cuanto a la contaminación, porque la mayoría de los domicilios no tienen conexión a las cloacas.

El más complicado

Pocito está a la cabeza de los departamentos con mayor concentración de nitrato. Principalmente en la Villa Aberastain, donde se han encontrado 190 miligramos de nitrato por litro de agua. Es decir, 19 veces la concentración natural que se puede encontrar en el agua, y un poco más de 4 veces lo permitido por la Organización Mundial de la Salud y el Código Alimentario Argentino.

“Si seguimos contaminando el acuífero, vamos a estar consumiendo agua con altos niveles de nitrato y las enfermedades van a aumentar... las condiciones y la calidad de vida de todos nosotros, se va a complicar”, concluyó Romina Battistella, bióloga, investigadora y responsable del Instituto de Laboratorio de Hidroquímica del Instituto Nacional del Agua (INA- CRAS).

Posibles soluciones

  • Una solución a corto plazo, podría ser, a nivel estatal, facilitar créditos a las familias (dependiendo los ingresos de cada una de ellas), para que se conecten a las cloacas. Ya que no todas tienen la misma capacidad para afrontar los costos de una conexión.
  • Por otro lado, y ya como ciudadanos y miembros de una sociedad, ser más conscientes del uso del recurso agua. En este punto, se sugiere el autocontrol para no derrochar el recurso vital, porque todo ese desperdicio de agua, recarga el pozo negro y este, termina contaminando el acuífero, el cual se encuentra debajo de cada una de las viviendas.
  • Por último, cuando la disponibilidad de agua acumulada en los diques lo permitan, hay que liberar parate de ese volumen (lo que se conoce como el caudal ecológico) para no solo recargar los acuíferos, sino también para mantener los ecosistemas circundantes a orillas de los ríos.   

 

Derribando mitos

Pese a que muchos creen que el agua que se desperdicia en el proceso de distribución y riego agrícola contribuye a la recarga del acuífero, esta es una idea falsa y sin fundamento. Es que esa agua que se infiltra, no solamente va salinizada, sino también, con residuos de fertilizantes y agroquímicos, con alta carga contaminante.

Dato 1

Al no recargarse los acuíferos, el lavado natural no se produce y la contaminación tiende a expandirse y a acumularse en las zonas más bajas, en función al escurrimiento natural de las aguas subterráneas de cada acuífero.

Dato 2

La remediación y saneamiento de un acuífero contaminado, podría llevar un periodo aproximado de 100 años. Siempre y cuando se haga la recarga del mismo, en forma permanente.

Dato 3

En el próximo estudio, el INA analizará la presencia de metales pesados en los acuíferos, que también están presentes en los efluentes domiciliarios e industriales.

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