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Cultura y Espectáculos > FOTOGRAFÍA

El sueño latinoamericano, una construcción colectiva y diversa, se exhibe en el Parque de la Memoria

POR REDACCIÓN

15 de noviembre de 2019
"Mapa de sueños latinoamericanos", un ensayo fotográfico que Martín Weber comenzó en 1992 consultando a centenares de retratados cuál era su sueño, y que continúa al presente con un seguimiento audiovisual de aquellas personas y esos sueños que encontró en 53 ciudades de ocho países, se exhibirá hasta el 17 de febrero, con entrada gratuita, en el Parque de la Memoria porteño. Son 110 imágenes en blanco y negro, tomadas con una antigua cámara de placa, donde cada retratado sostiene una pizarra en la que se lee su sueño escrito a mano. Ahí está Cristian, el adolescente colombiano de 14 años que retrató hace más de dos décadas, en cuero, el cuerpo marcado por navajazos, sosteniendo la pizarra donde escribió con tiza: "Mi sueño es morirme". "La cámara de placa permite trabajar mirando a la cara a las personas y yo quería que la gente participara -explica-.Te insume otro tiempo preparar la toma y hacer la imagen: quince minutos si está apurada y hasta cuatro horas o toda una tarde si no. Ese tiempo es importante porque te permite crear una relación con los retratados, conversar sobre lo que quieren, hacer un trabajo conjunto". Meses después de haber tomado esa imagen, el cuerpo de Cristian fue hallado, baleado, a orillas de un río, y ahora la foto hace de portada del libro publicado por el sello Larivière con gran parte del ensayo: "Ese es el sueño que no hubiera querido encontrarme", dice a Télam el fotógrafo argentino nacido en Chile en 1968 durante el exilio de sus padres. Curada por Florencia Battiti, la exhibición recopila fotos tomadas con una cámara de placa a lo largo de 21 años en la Argentina, Cuba, México, Perú, Nicaragua, Guatemala, Brasil y Colombia: el chamán de la tribu alagoana, al norte de Brasil, que escribe: "Sueño que mi hija estudie para que pueda defender sus derechos"; las niñas de la escuela chiapeneca que a diez años de la revolución sueñan con un "pistolo". El proyecto se extendió nueve años más con una película, que fue como recoger sueños encapsulados en botellas, regresando a muchos de los lugares que había visitado décadas atrás: "me reencontré con varias de esas personas, y vi qué había cambiado en sus vidas y en los países que había fotografiado". Una sinopsis de ese otro trabajo, a color y en loop, puede verse en una sala de video que se acopla a la muestra. ¿Qué intereses armaron la cartografía que podrá recorrerse en la Sala PAyS del Parque? ¿Qué llevó a Weber a cada una de esas ciudades, como Río de Janeiro, El Paso, Buenos Aires? "Quería reconfigurar la idea de que la fotografía convierte todo en pasado, buscar una manera donde una imagen conjugara pasado, presente y futuro, y preguntarle a una persona sobre sus sueños es una invitación a que revisen su historia, la compartan en el presente y la proyecte", dice el fotógrafo. "Empecé a elegir cada pueblo y cada ciudad leyendo e investigando que tuvieran alguna relevancia en la historia reciente de cada país, las prácticas de torturas de la policía carioca en plena democracia, la vida de las maquiladoras y sus hijos en Tijuana". La primera duda que motorizó el viaje fue sobre la revolución nicaragüense: "un día que debatía con mis amigos de secundaria me di cuenta de que ni yo ni ellos habíamos estado ahí. Ese fue el germen de mis ganas de conocer esos lugares: que no me los cuenten terceros". Fue tras las preguntas, para volver con testimonios, y eso se fue uniendo a una intención de empoderar a los protagonistas de esas imágenes. "¿Por qué no hacer que el epígrafe lo pongan las propias personas, de su puño y letra y no el fotógrafo o el editor?", analiza: "Uno está muy acostumbrado a tomar una foto pero no a construirla en conjunto y este proyecto, basado en la confianza, tiene un componente, desde lo performático y conceptual, muy cercano al 'happening', intervenir la vida cotidiana". Entonces, "el sueño empieza a jugar como un guión mínimo a partir del cual se construye la escena -dice Weber-. Aprendí muchísimo en el durante, esa es otra de las cosas que te da el tiempo: no soy el mismo que comenzó el proyecto que quien lo termina". Esa evolución se ve en la imagen, que pasa de hacer foco en el protagonista de cada deseo a captar una escena mayor, donde quienes lo acompañan hablan también de ese deseo y de la distancia con su posibilidad de realización. Esa distancia se establece con ese tiempo que por momentos toma un carácter espacial en este proyecto, una distancia que llevó a Weber por siete países antes de detenerse en la Argentina: "A veces lo que tenemos más cerca nos cuesta más, o estamos tan acostumbrados a verlo que se nos transparenta", dice él. La exposición "Mapa de sueños latinoamericanos"podrá visitarse de lunes a viernes de 10 a 17 y sábados, domingos y feriados de 11 a 18, en avenida Costanera Rafael Obligado 6745, Ciudad de Buenos Aires.
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