La chica trans que superó la discriminación a través del fútbol

“El deporte es la herramienta más sanadora e inclusiva que existe”, comenzó diciendo Luna Pico, una chica trans que juega al fútbol y por medio de esto pudo superar la discriminación que sufrió cuando era más joven. Actualmente tiene 32 años y estar adentro de una cancha siempre fue su pasión,  pero en varias ocasiones por su condición sexual la dejaron afuera de la conformación de los equipos que se disputaban la pelota.

Su amor por esta disciplina deportiva la trae incorporada desde que era pequeña. Entre sus familiares y amigos estaba presente como una forma de lograr la igualdad y el compañerismo. Cuando fue creciendo, las cosas fueron cambiando para ella y lograr integrar un grupo fue todo un desafío.

En el año 2013, presentó un pedido a la Liga de Santa Lucía para que la dejaran jugar en un club profesional pero según ella todas esas respuestas eras esquivas y negativas. Pero así como desafió a su propia historia, Luna no se quedó de brazos cruzado y siguió reclamando su lugar dentro del verde césped. Este año su sueño se hizo realidad. Pico recibió la contestación positiva a sus presentaciones e ingresó al equipo San Cidro de futsal donde ocupa el puesto 2. Al mismo tiempo, tiene la posibilidad de estar en Libertad Juvenil, en fútbol once, donde juega de 9, posición que adopta para atacar y convertir goles.

Pico comenzó este año a jugar profesionalmente. Su lucha comenzó en el año 2013. (Foto: Gonzalo Medina)

A ella nada le fue fácil, todo lo que obtuvo fue producto de grandes luchas internas y externas. Es la tercera de cinco hermanos y de una familia muy tradicional conformada por madre y padre pero  abierta a los cambios. Así fue que con 16 años salió a bailar y cuando regresó se dio cuenta de que estaba encerrada en un cuerpo que no le correspondía.

Más allá de lo físico, a Luna la movía otras cuestiones. Sus sentimientos y las ganas de disfrutar de la vida tal cual ella lo sentía se convirtieron en el motor principal para enfrentar a la sociedad con su nuevo paradigma. “Mis padres me acompañaron desde el primer momento, al igual que mis amigos, esa confianza es lo que hizo en mí tener fortaleza”, contó Pico.

Para elegir su nombre se inspiró en esa noche que regresó a su casa convencida de que su vida tenía que tomar un rumbo nuevo o consolidar lo que sentía desde que era pequeña. Una de sus amigas se llamaba Pilar y en ese momento el nombre estaba de moda. Si bien fue la primera opción que se le ocurrió apostó a mirar al cielo y vio la Luna llena, por lo cual anexó su anhelo personal a ese satélite natural.

Desde ese entonces Luna comenzó a marcar su propio recorrido. Se puso los tacos y comenzó a golpear puertas para conseguir trabajo. Una mañana recibió una lamentable noticia, su hermano más chico murió tras ser atropellado frente a la Plaza de Santa Lucía. Ahí es cuando conoce a algunos funcionarios del departamento que le dieron la oportunidad de trabajar en la Municipalidad y hoy gracias a la inclusión se convirtió en planta permanente.

Cuando Luna culmina su tarea nada más reconfortante para ella que un buen partido con su equipo. A veces llega a la cancha con zapatos taco alto y de jean porque sus horarios son poco flexibles, pero inmediatamente se calza los botines y comienza a jugar. Sus compañeros la quieren mucho y dicen que es una gran armadora de situaciones clave dentro del equipo.

Luna dejó en claro la intensión de que más chicas trans se involucren a este mundillo deportivo. Dice que es una experiencia única donde no existe ningún motivo que le impide concretar su felicidad. Si bien a veces recibe algunos insultos desde la tribuna, ella trata de hacer caso omiso para seguir disfrutando de todo lo que le costó estar ahí.

Frases 

• "Soy una persona muy firme pero de buen corazón. Soy una agradecida de lo que tengo, pero todo lo conseguí luchando". 

• "Quiero que más chicas trans se sumen a diferentes disciplinas deportivas, la vida y las oportunidades están hechas para todas las personas".