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Provinciales > Flagelo que duele

Morir con sobrepeso: las complicaciones del sistema fúnebre en San Juan

Vivir en un cuerpo gordo, en medio de un sistema que no está hecho para cubrir las necesidades de las personas con sobrepeso, conlleva una serie de complicaciones. Esas dificultades llegan a la muerte: en San Juan, el sistema funerario contempla a medias todas las situaciones.  

05 de febrero de 2024
Estándar, extraordinario, super extraordinario e hìper extraordinario. Los ataúdes. Foto: Gastón Vargas / DIARIO HUARPE. 

Tratar la muerte siempre es un tema delicado. Y este sentido, la situación que se afronta con aquellas personas que fallecen con sobrepeso.es algo que muchos toman conocimiento recién en ese momento de dolor. Cuando alguien con un cuerpo gordo muere, sus familiares no pueden elegir entre varios modelos de ataúdes, solo hay una opción; no entran en los nichos de los cementerios más tradicionales de la provincia y los servicios fúnebres cuestan el doble.

Los talles acotados, los tamaños pequeños de los asientos de los transportes y la falta de respuestas en la medicina a la hora de que los tratamientos sean inclusivos son solo una parte de lo que las personas con sobrepeso tienen que atravesar durante la vida. En la muerte, la situación se extiende. Para comenzar con una de las cuestiones básicas, el precio de un servicio fúnebre para una persona obesa cuesta el doble que para alguien con una contextura “normal”.

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Los accesorios también varían según el porte del ataúd. Foto: Gastón Vargas / DIARIO HUARPE. 

En San Juan, hay cuatro cocherías de renombre: San Juan, Lannuse Hnos, Lannuse & Annechini y San José. Para alguien que no tiene ninguna cobertura, un servicio básico para una persona con contextura “estándar” cuesta desde los $800.000, mientras que para alguien que tenga un peso de alrededor de 130 kilos puede salir hasta $1.500.000.

Estas prestaciones incluyen la sala velatoria, el ataúd y el traslado hasta el lugar del "descanso eterno". Según indicó Margarita Anecchini, dueña de Lannuse & Anecchini, las dimensiones de los ataúdes varían según el kilaje de las personas. En este sentido, por ejemplo, en la provincia se pueden conseguir los módelos Estándar, para una persona de aproximadamente 80 kilos (54,4 centímetros de ancho); Extraordinario, de 100 a 130 kilos (71 centímetros de ancho); Superextraordinario (78 centímetros de ancho), que abarca muchos tamaños y va desde los 130 kilos; y también hay algunas cocherías que ofrecen el Hiperextraordinario, que puede llegar a contener a cuerpos de 200 kilos (miden 91 centímetros de ancho).

El ataúd más grande que se puede obtener, hasta 200 kilos. Foto: Gastón Vargas / DIARIO HUARPE. 

Encima, por cuestiones propias de la descomposición del cuerpo, hay veces que es necesario comprar tamaños mayores a los que la persona necesitaba cuando estaba viva. “Para las personas con sobrepeso, si no se busca con tiempo y no se retira con tiempo, hay que buscar ataúdes más grandes, para que no se explote. Hay personas que tienen medicación o afecciones que colaboran a que el cuerpo se descomponga más rápido”, explicó Annechini a DIARIO HUARPE.

Por cada tipo de ataúd, obviamente, los precios varían, porque los materiales son diferentes y deben ser más resistentes para aguantar los cuerpos de mayores dimensiones. Pero también, estéticamente, las opciones se acaban. Cuando los cajones son de mayor tamaño, hay menos modelos. De los extraordinarios, por ejemplo, suele haber un solo prototipo.

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No cabe

Una vez resuelta la cuestión del ataúd, llega una situación mucho más compleja: los entierros y las inhumaciones. En los nichos convencionales solo entran los ataúdes estándar. Por ejemplo, en el cementerio de la Capital, las medidas son de 72 centímetros de ancho, cuando los cajones más grandes miden alrededor de 91 centímetros.  

DIARIO HUARPE dialogó con Ricardo Marún, subsecretario de Empresas Municipales del municipio de la Capital, quien indicó que entiende que esta situación “nunca fue debatida” cuando se comenzó a construir el cementerio de la Capital, en el año 1840. Pese a que entiende que es una necesidad que debe atenderse, aseguró que para la institución no existe esa posibilidad, ya que no hay espacio para seguir construyendo.

En San Juan, una de las pocas instituciones que ofrece la inhumación en nicho para personas con sobrepeso es el cementerio de Albardón. Conforme indicaron desde el municipio, en las galerías nuevas se están construyendo tumbas más grandes, donde pueden entrar ataúdes hasta superextraordinario. Esto es porque se atendió la necesidad de la gente.

Los nichos más chicos de la Capital, de 62 centímetros. Foto: Gastón Vargas / DIARIO HUARPE. 

Cuando los ataúdes no entran en los nichos, en estos contextos, las cocherías brindan diferentes opciones. Cuando la familia tiene propiedades en cementerios con nichos, las alternativas son o comprar parcelas en cementerios parquizados o, bien, cremar el cuerpo.

“Nosotros que trabajamos en el día a día sabemos tratar con los parientes que están dolidos. Tenemos que saber manejar el tema, tratarlo con el mayor respeto posible y es nuestro deber brindar opciones en estos casos”, comentó Hugo Díaz, trabajador del rubro.

En los cementerios parquizados, la parcela de tierra cuesta alrededor de $300.000. En el caso de las dimensiones más grandes, hay familias que deben comprar dos. A esto se le suma que los costos de mantenimiento, según dijo Anecchini, son más caros en este tipo de instituciones.

Cremación

Ante este panorama, muchas familias optan por la alternativa de la cremación. En la provincia solo hay un crematorio privado y es el cementerio Parque del Oeste. Es propiedad de Lanusse Hnos, pero también tienen convenio con Lannuse & Annecchini y la San Juan.

Por lo tanto, estas cocherías ofrecen unos de los servicios más baratos en cuanto a las cremaciones. El problema es que, otra vez, la discriminación golpea a las personas con sobrepeso, dado que la prestación es más cara. Mientras que para alguien estándar cuesta más de $100.000, para una persona que pesa alrededor de 130 kilos, sale $150.000.

En el caso de la cochería San José, el precio es mucho más caro, debido a que se debe trasladar el cuerpo hacia Mendoza. Una cremación estándar cuesta alrededor de $200.000.

Conforme explicó un trabajador de Lannuse Hnos, las cremaciones para personas con sobrepeso cuestan más debido a que, por obvias razones, el cuerpo tarda más en cremarse. El promedio para cremar restos de peso “normal”, es de dos horas, mientras alguien de más de 130 kilos demora una hora o una hora y media más. Se gasta más gas y más tiempo de trabajo.

El problema es que todos estos costos se calculan teniendo en cuenta solo el negocio. Pero no se tiene en cuenta la dignidad humana ni tampoco la igualdad de condiciones.

¿Hay discriminación?

Según el representante del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) en San Juan, Rodolfo Domínguez, la gordofobia es una de las formas de discriminación más denunciadas en la provincia. Gordofobia engloba a todas las prácticas, discursos y acciones que “burlan, marginan, estereotipan, prejuzgan, rechazan e implican la obstaculización o vulneración de los derechos de las personas bajo el pretexto de la gordura”.

Para Domínguez, la cuestión de la muerte también es gordofobia. Sin embargo, no es denunciada debido a que está completamente normalizada.

Annechinni adhirió a esta situación y dijo que, con respecto a las cuestiones de los ataúdes y las personas son sobrepeso, siempre hay una cuota de discriminación. Lo que no quiere decir que el negocio actúe así solo por esta razón.

“Me parece que siempre hay un grado de discriminación en todo lo que es obesidad, en todos los órdenes. Pienso que no le han dedicado importancia a mejorar el servicio, por lo menos para brindar un servicio a estos casos que no son tan comunes pero que llegan igual”, dijo al respecto.

Díaz planteó, en este sentido, que en relación con los cementerios, no entiende por qué no se planteó la necesidad de que hubiese nichos más grandes, cuando “siempre hubo personas con sobrepeso”. En este marco, Marún entiende que son cuestiones que se comenzaron a discutir recientemente, por lo que debería haber una legislación que obligue a los cementerios a brindar soluciones a todos los cuerpos.

De esta manera, la solución que plantean los actores es que haya un tipo de legislación que prevea estas situaciones. Hasta el momento, no existe.

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