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Departamentales > Las enfermedades no esperan

Los calingastinos siguen esperando que habiliten los módulos sanitarios en La Isla y Alto Calingasta

Desde Salud Pública dijeron que los habilitarían después de las elecciones; pero las elecciones pasaron, el año se terminó y los módulos están juntando tierra.

POR REDACCIÓN

10 de enero de 2020

A casi un año de sus aplaudidas llegadas al deartamento precordillerano, los módulos sanitarios siguen sin funcionar en La Isla y de Alto Calingasta

En mayo, desde Salud Pública habían dicho que los habilitarían después de las elecciones, pero las elecciones pasaron, el año se terminó, el nuevo comenzó y los módulos, como dicen los vecinos, están juntando tierra.

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“Yo no sé si el gobernador sabe que los módulos no están funcionando”, dijo uno de los vecinos de La Isla “porque cuando vino para acá yo le agradecí por lo que había hecho y él me dijo que no tenía que agradecerle nada y que pronto íbamos a tener los médicos atendiéndonos. Pero esto está sin funcionar”.

La salud primero

Vale recordar que después de muchas idas y vueltas, y de un insistente reclamo ciudadano (que llevó más de 15 años), los módulos sanitarios al fin llegaron a los dos distritos calingastinos. Fue a mediados del mes de febrero de 2019 y para esa fecha se dijo que a más tardar en el mes de abril se iban a porner en funcionamiento; pero eso nunca paso porque supuestamente una serie de complicaciones administrativas (producto de la burocracia del estado), demoró la  inauguración. No obstante, después se proyectó para después de las elecciones el corte de cinta. Pero eso tampoco pasó.

“Para mí  después de tanto pedir, trajinar, y ,over estructura, tenerlos parados, sin funcionar, es un verdadero despropósito”, dijo una vecina de Alto Calingasta. “Pero y al margen de todo esto, la salud es lo prioritario y no puede esperar”.

Los vecinos de las dos localidades cuentan que para hacerse atender por un médico, se tienen que trasladar hasta el hospital de la villa de Calngasta, lo que significa, no solo trastornos de tiempos para las familias,  sino también un desembolso dinerario que ronda en más de 400 pesos (en el mejor de los casos). Un dinero que hoy en estas localidades, no todos tienen.

“Tenemos niños enfermos, personas adultas y abuelos que necesitan de la atención médica”, dijo el vecino de La Isla, “Por eso, no es un capricho nuestro pedido. Es una necesidad humana”.

En su momento, desde Salud Publica, el jefe de la zona sanitaria IV, Walter Antuña, le dijo a DIARIO HUARPE que desde el ministerio ya se habían iniciado los expedientes correspondientes en Hacienda para lograr las habilitaciones de la compra del mobiliario que se necesita para los dos puestos. Un trámite que, parece, todavía no se completa o, directamente, guardado y olvidado en un cajón.

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