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Provinciales > Historias sanjuaninas

Lucas, el viajero que no deja de encontrar sanjuaninos en los lugares a los que va

El joven de 30 años ya recorrió varias naciones, asegura que cada vez que se encuentra con otro sanjuanino el amor por el "terruño" los une de manera inmediata. 

POR REDACCIÓN

07 de febrero de 2022

Estar a miles de kilómetros de San Juan y escuchar la expresión "neeeño", compartir una charla llena de recuerdos y añoranza, recibir un abrazo fraterno o compartir unas empanadas sanjuaninas. Todas estas cosas experimenta Lucas Moreno Sessa, un sanjuanino de 30 años que ya viajó por diferentes partes del mundo y en su camino se encontró con muchos sanjuaninos con quienes compartió su amor por los que él define como su "terruño". 

Desde Nueva Zelanda en donde reside desde 2019, Lucas contó a DIARIO HUARPE cómo es su experiencia de migración y la felicidad que siente al encontrarse con un comprovinciano. El último reencuentro con sus raices sanjuaninas se dio hace pocos días, el joven explicó que todo comenzó el año pasado cuando publicó un mensaje en la página de Facebook Voy por San Juan. 

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"Conté que soy sanjuanino y que vivo en Nueva Zelanda y pregunté por sanjuaninos en otras partes del mundo. Una señora me contó que su sobrino José vivía aquí, hace poco pude visitarlo", contó Lucas. 

El joven relató que José nació en Jáchal, pero creció en Mar del Plata, hace seis años que se fue a vivir a Nueva Zelanda en donde ya obtuvo la ciudadanía.

"Él está muy bien acá, pero las raíces con San Juan las tiene intactas porque antes de la pandemia fue a San Juan para visitar a sus parientes fue a comer lomitos a Jáchal y se trajo las recetas de toda la nuestra comida. El día que nos juntamos comimos unas empanadas sanjuaninas", contó el joven quien recordó que este hombre lo recibió con un abrazo fraterno. 

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Lucas contó que tiene 30 años, es soltero y en San Juan trabajaba como abogado hasta que decidió migrar aprovechando que hay una visa que permite a los argentinos ir a pasear a Nueva Zelanda y a la vez trabajar entonces. "Vine a Nueva Zelanda en 2019, la idea era vivir aquí un año y tres meses y con el dinero que pudiera ahorrar me quería ir de viaje por Asia y conocer Japón, Tailandia, Filipinas y terminar en la India, pero se vino la pandemia", recordó el joven. 

En medio del contexto sanitario Lucas aprovechó que el gobierno neozelandés siguió otorgando visa a los inmigrantes como una forma de asegurarse que haya mano de obra para la industria y por eso se quedó en este país en donde trabaja en la construcción. 

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Sobre el país en el que vive contó que Nueva Zelanda tiene muchas bellezas naturales y destacó que le llamó la atención un detalle: el color del pasto. "El paso es muy verde, casi fosforescente. Todos me preguntaban qué me llamaba la atención del pasto, pero yo soy del desierto y este verde es nuevo para mi", aseguró.  

Lucas contó que tras su publicación del encuentro con José ha seguido recibiendo mensajes de sanjuaninos que viven en ese país. "He encontrado como a 17 sanjuaninos acá, ya me contacté con otra sanjuanina y la voy a ir a visitar. Además aquí veo a otros sanjuaninos, mi dentista acá es Alejandro que también es sanjuanino". 

El joven contó que cuando se encuentra con otro argentino la primera pregunta es "de dónde sos" y al responder que nació en San Juan siempre le cuentan que ya conocen a otro coterráneo con quien Lucas buscará contactarse. 

Si bien en Nueva Zelanda, el muchacho se encontró con otros sanjuaninos, esto mismo ya le pasó en anteriores viajes en diferentes sitios del mundo. "Compré un pasaje barato para ir a Nueva York y me alojé en la casa de una familia sanjuanina que me recibió con los brazos abiertos" recordó. 

"Un día iba caminando por la calle en la zona del World Trade Center y escuché a una chica que le decía a otra ´niña para qué has traído tanto abrigo´ , me di vuelta y les pregunté si eran de San Juan me contaron que venían en un grupo de quinceañeras, nos saludamos y abrazamos con las chicas y sus acompañantes fue muy lindo encontrar sanjuaninos tan lejos de casa", aseguró el muchacho. 

Lucas agregó que hubo otras veces en las que encontró a sanjuaninos a lo largo de sus viajes. En Chile se hospedó en casa de una coterránea, en El Salvador, cerca de Guatemala lo recibieron dos mujeres sanjuaninas que se casaron con dos médicos salvadoreños, en Panamá conoció a una chica de San Luis pero que tenía su familia sanjuanina. 

"Siempre que uno encuentra alguien de San Juan los dos nos ponemos contentos porque somos de un pueblo, somos un pueblo grande ya no somos un pueblo chico y nos emociona cuando nos encontramos con otro que comparte nuestras raíces", opinó el viajero quien aseguró que él vive estos encuentros como un ida y vuelta ya que también ha alojado a sanjuaninos en su casa. 

Sobre su futuro inmediato, Lucas explicó que no va a volver a la provincia porque la situación en Argentina es "bastante complicada". Su plan es vivir unos meses más en Nueva Zelanda y luego quedarse dos años en Australia vivir dos años y después radicarse en  España. "Me voy a quedar viviendo ahí tengo ciudadanía italiana que me permite trabajar y estudiar y tener una vida tranquila en España la idea también es estudiar abogacía allá", vaticinó el sanjuanino. 

Ante la pregunta de qué extraña de su provincia, Lucas contó que en San Juan tiene a sus padres, sus tres hermanos y decenas de primos, además recordó que hace poco falleció su abuela a quien amaba mucho. A esto se suma que en Nueva Zelanda la actividad termina a las 7 u 8 de la tarde. "En San Juan uno puede ir a visitar a sus amigos de noche quedarse a charlar y tomar algo, en el barrio en el que yo me crié vivía en casa de mis vecinos ese contacto acá no existe". 

A esto se suma que Lucas contó que extraña mucho la montaña y trabajar en lo que él hacía, también agregó que añora la comida sanjuanina. "Muero por una pachata o un lomito", reconoció risueño. 

"Extraño mucho pero, no sufro tanto. Extraño con nostalgia escucho una canción de San Juan, siento algún olor que me lleva allá y me entra una nostalgia triste pero es parte del proceso de migrar qué es normal. Siento que nunca voy a ser del todo feliz en San Juan y tampoco voy a ser feliz afuera, tengo aprender a vivir con eso. Es un mix de cosas pero bueno estoy orgulloso de todo el camino que recorrí", concluyó.

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