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Pedernal: un paraíso vacacional para unos y un lugar inseguro para muchos
Por Daniela Jácamo
Pedernal es un pueblo de Sarmiento, distante a 90 kilómetros de la capital sanjuanina. Por la belleza de sus paisajes es uno de los lugares elegidos por los turistas que disfrutan de las cabañas que cuentan con todas las comodidades. Sin embargo, a pocos metros de estos lugares de descanso hay familias que sufrieron serios daños en sus casas tras el terremoto del lunes pasado.
Adolfo Torres es un Agente de Conservación de Medio Ambiente que, tras el terremoto, se encargó de realizar un relevamiento entre los vecinos para saber cuántas son las casas que tuvieron algún nivel de daño. Tras la recorrida, Torres explicó que hay 15 casas que han sufrido daños de diferente consideración.
"Las casas no se han caído, pero tienen palos quebrados en los techos, paredes agrietadas o han perdido partes del revoque. Son viviendas de adobe que tienen décadas y crujen con cada réplica, por eso mucha gente se fue a dormir al patio y muchos ya comenzaron a hacer habitaciones de adobe para poder vivir allí", explicó el hombre que conoce a fondo a todo Pedernal y su gente.
Torres indicó que los lugareños creen conocer el sitio en el que se originó el terremoto. De acuerdo a los dichos de la gente el epicentro fue en una zona ubicada entre la Quebrada de La Flecha y la conocida como Quebrada de Zonda.
"El lugar del epicentro estaría ubicado a sólo 30 kilómetros al norte de Pedernal, por eso se sintió fuerte en esta localidad. Aún días después del sismo, muchas réplicas se sienten fuerte aquí y hasta se percibe el ruido que generan algunos movimientos", aseguró Torres.
Una de las familias que perdió parte de su casa por el temblor fue la de María Romero, una mujer de 28 años que hace poco puso un negocio en su casa y comenzó una ampliación en el terreno que tiene en la casa que comparte con su madre, su marido y su pequeña hija. "El temblor afectó mucho la pared nueva y se estaba por caer, por eso la municipalidad nos ayudó a tirar la pared, perdimos esa estructura, pero ya no se podía utilizar", lamentó la joven.
Otra de las afectadas fue Zulema Chaparro, quien tiene un kiosco en su casa. La vivienda tiene un frente de ladrillo visto que se ve en perfectas condiciones y todo parece estar bien, pero al ingresar las habitaciones son de adobe y, según su dueña, datan de más de 60 años. "Se me quebraron las paredes y parte del cañizo directamente se hundió", contó.
La mujer agregó que hasta se siente mareada. "En algunos momentos las réplicas son muy seguidas, algunos movimientos se sienten, pero en otros momentos se percibe como un aturdimiento o mareo. Es que la tierra se sigue moviendo", sentenció.
En un patio grande lleno de árboles y con el casi permanente canto de los pájaros, estaba tomando mate Julia Chena viuda de Villarroel. Así se presentó esta mujer de 77 años que en la noche de este lunes vio como el terremoto dejó inhabitable la casa que construyó junto a su marido, Tomás, hace ya 45 años.
"Estuve viendo la tele hasta poco antes del temblor, cuando estaba por acostarme comenzó el sismo y tuve que salir de la casa porque sentí que crujió todo. Nunca sentí tanto miedo en mi vida", contó Julia mientras recorría su casa junto al equipo de DIARIO HUARPE.
Julia relató que en el mismo lote vive su hijo Gastón que tiene dos niñas de 1 y 6 años. La casa de adobe que Gastón se estaba construyendo quedó con las paredes fracturadas, por eso la familia está durmiendo bajo un cañizo hasta ver qué solución pueden encontrar.
Algo similar le pasó Humberto, otro de los hijos de Julia, en este caso la casa también terminó trizada en varias habitaciones y hasta se cayó un horno de barro que había en el patio.
Yolanda Romero tiene 63 años y desde hace décadas vive en una gran casa de adobe junto a un árbol centenario, el terremoto de este lunes dejó la casa inhabitable, de acuerdo a lo que le dijeron las autoridades, y por eso la mujer sacó la cama al patio para poder dormir tranquila.
Su hermana María del Carmen entró a las habitaciones y mostró el nivel de daño que tiene la vivienda. "Mi hermana es enferma del corazón y no puede vivir estos sustos", explicó. Mientras tanto, los familiares de la mujer comenzaron a hacer una nueva habitación de adobe.
"Sabemos que nos es una solución definitiva, pero es un lugar para que Yolanda se quede hasta que sepamos cómo vamos a seguir", concluyó uno de los familiares de la mujer mientras revolvía el barro para pegar los adobes.
En números
Visitas: Adolfo Torres, Agente de Conservación de Medio Ambiente, explicó que cada fin de semana unos 400 vehículos ingresan a la localidad sarmientina. Si se cuentan cinco ocupantes por rodado, hay 2.000 turistas en promedio.
Casas afectadas: De acuerdo a los relevamientos realizados hasta el momento, hay 15 casas con diferente grado de daño. Si se toma en cuenta un promedio de cinco habitantes en cada casa, hay 75 personas con problemas de vivienda.