Opinión
Por una escuela secundaria argentina con FinEs inclusivos
Por Delia Méndez
En éste tiempo de pandemia son muchas las cuestiones que han quedado develadas con mayor intensidad de la que tenían antes de la aparición del Covid-19 .Las condiciones de desigualdad social y educativa , la pobreza e injusticia social son algunas de ellas.
En la cuestión educativa también se potenciaron las desigualdades y es en la escuela secundaria donde el problema se ha acentuado.Hace años que en diversos ámbitos se analiza, investiga y discute la problemática de la propuesta que este nivel obligatorio ofrece y aún hoy, por distintos motivos, no se ha hallado solución .
Especialistas, investigadores, pedagogos han realizado múltiples diagnósticos y propuestas pero a la fecha las autoridades responsables de las políticas educativas no han encontrado los consensos necesarios para que la escuela secundaria del siglo XXI se transforme y no continúe ofreciendo una estructura curricular enciclopedista organizada por materias. Es decir, una distribución del tiempo escolar donde enseñar se convierte “en una carrera contra reloj“ para llegar a dar todos los contenidos que se pretende los alumnos deberían aprender y, en algunas de ellas una mirada y tratamiento sobre los estudiantes, que la acercan a la escuela secundaria de fines del siglo XIX .
En múltiples trabajos se define la falta de concentración de horas de los y las profesoras como uno de los problemas más significativos. ¿Se pueden pensar otras alternativas o seguirá la escuela secundaria sin poder dar respuesta a miles y miles de adolescentes y jóvenes que deben, como lo establece la Ley de Educación Nacional , completar su trayectoria educativa en el nivel ?
En el año 2008 se puso en marcha el Plan FinEs. Su objetivo ha sido dar la oportunidad a jóvenes de 18 años y más a completar su educación secundaria. Este plan ofreció una alternativa pedagógica para la finalización del estudio: la organización curricular en áreas y la posibilidad de realizar tramos que no interrumpieran la continuidad educativa. Asimismo, la modalidad de evaluación formativa e instancias finales que no constituían la repetición de los contenidos aprendidos sino distintos modos de promocionar con trabajos prácticos, monografías y presentaciones en forma grupal -sobre temas de interés del área de aprendizaje que eran evaluados por más de un profesor- fueron algunas de las modificaciones introducidas que transformaron y posibilitaron la permanencia y el egreso de los miles de estudiantes que ingresaron a esta propuesta educativa .
Es tiempo de pensar en formas diferentes de abordar la escuela secundaria: no se trata solamente de un tema de conectividad ni desidia de los estudiante. Es una sumatoria de problemas que han sido estudiados y es el momento de tomar decisiones que favorezcan una transformación inclusiva y con calidad.
La columnista es autora del libro Juntos por los mismos FinES para la Inclusión, editorial Del Árbol. Ex Directora Nacional de Gestión Educativa del Ministerio de Educación de La Nación (2008-2015).