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Por la economía, crece el “después de cena” en casamientos y egresados
Si bien la cantidad de eventos se "mantuvo", disminuyó el número de comensales y creció la opción de asistir después de la cena.
La industria de los eventos sociales vivió un año marcado por un fenómeno inesperado: aunque se mantuvo la cantidad de fiestas (entre casamientos, cumpleaños, eventos empresariales y egresos), la mayoría se realizó con menos invitados a la cena y un incremento notable de personas que optan por llegar directamente “después de cena”. Así lo aseguraron organizadores locales, quienes calificaron el año como “atípico” y directamente influenciado por la situación económica.
Así lo resalta Esteban Vázquez, trabajador del rubro con más de 30 años de experiencia, quien contó a DIARIO HUARPE que este fue un año atípico debido a que casi todos los formatos de celebración registraron una caída en el número de comensales. Muchos invitados habituales (como tíos, padrinos, primos o incluso herma nos) pasaron a la modalidad posterior a la cena para abaratar costos. "En el caso de los adolescentes, el cambio fue aún más visible: jóvenes que antes recorrían tres o cuatro fiestas de egresados por noche ahora eligen solo una o dos, también por cuestiones económicas", comentó.
Vázquez remarca que esta tendencia se volvió generalizada y no se limita a los egresados: también afecta casamientos, 15 años y eventos familiares. La decisión de asistir sin cena permite a las familias reducir significativamente el gasto final, en un contexto donde las tarjetas de crédito ofrecen planes de pago de 3, 6, 9 y hasta 12 cuotas, pero los costos de los servicios igualmente treparon. La opción por persona pasó de rondar los $90.000 el año pasado a ubicarse este año entre $100.000 y $120.000, según el salón y los servicios contratados.
A esta reconfiguración se suma otro factor: la competencia con celebraciones más económicas o directamente informales. "Cada vez más familias eligen casas de fin de semana o fincas alquiladas, donde organizan eventos más pequeños, con barras improvisadas y menos infraestructura" expresó. Aunque los salones formales consideran que no compiten en calidad con esos espacios, sí admiten que la informalidad es una alternativa que muchos eligen por necesidad económica.
Aun así, remarcan que la voluntad de celebrar sigue intacta. "Tras la pandemia quedó demostrado que la gente busca festejar, reunirse y recrearse, aun cuando el presupuesto sea ajustado" aseguró Vázquez. "Muchos optan por festejos más chicos, reuniones reducidas o celebraciones adaptadas al bolsillo, pero la demanda de eventos no desaparece" agregó. Por eso, aunque la asistencia a cena cayó, las fechas de fiestas para el próximo año continúan reservándose a buen ritmo.
El empresario espera que la situación económica mejore para que vuelva a aumentar el número de comensales y la contratación de servicios completos. Hasta entonces, anticipan que el “después de cena” seguirá siendo la alternativa dominante para quienes quieren festejar sin asumir un costo que hoy resulta difícil de afrontar.