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Provinciales > Historia de vida

Rosana, la sanjuanina que lleva casi 30 años sirviendo a su país desde las filas de la Armada

La historia de esta mujer nacida en Zonda fue destacada en una publicación sobre la fuerza. Ella habló de su amor por San Juan, de su familia y contó qué la llevó a elegir este estilo de vida. 

POR REDACCIÓN

29 de noviembre de 2021
La zondina contó que en los pocos ratos libres que tiene se dedica a hacer artesanías. Foto: Gentileza La Gaceta Marinera.

Rosana del Valle Martínez Quinteros lleva 28 de sus 46 años dedicados a su vida en la Armada Argentina. La sanjuanina, zondina para ser más precisos, concedió una entrevista a un medio dedicado a la fuerza, allí habló de su amor por San Juan y contó que siente tras haber dedicado buena parte de su vida a estar al servicio de los demás. 

De uniforme azul impecable y con un prolijo rodete en el pelo la Suboficial Primero Rosana del Valle Martínez Quintero concedió una entrevista a la Gaceta Marinera en la que contó que además de su escalafón Enfermería, se capacitó como Auxiliar Psicotécnico y es Técnica en Instrumentología, Radiología y Traumatología.

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Rosana ingresó a la Institución en 1993 y hoy cumple funciones en la Escuela de Suboficiales de la Armada (ESSA) en la Base Naval Puerto Belgrano (BNPB), al sur de la provincia de Buenos Aires. Allí es encargada de la Sección Aptitud de la Dotación, Odontología, y de la Red Covid-19.

La zondina relató que en la época en que ingresó, el personal femenino podía optar por dos especialidades: Operaciones o Enfermería, “y elegí Enfermería, lo más cercano a mi sueño que era ser Médica Pediatra”.

Ante la pregunta de qué es la Armada para ella Rosana aseguró que este "es familia, lealtad, honor, respeto, valores, humildad y, sobre todo, vocación de servicio; para Servir a la Patria hay que ser leal, respetuoso y humilde”, aseguró.

A lo largo de su carrera estuvo destinada en el Hospital Naval de Buenos Aires, en la Base Naval Mar del Plata, y en Hospital Naval Puerto Belgrano.

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La llegada de la pandemia obligó a Rosana a permanecer un tiempo trabajando de manera remota. Es que ella es diabética y paciente de riesgo.

Tras haber recibido la vacuna volvió a su trabajo diario en la Escuela de Suboficiales. “Estar a cargo de la Red Covid-19 de la ESSA implica estar pendiente todo el día en la atención de cada paciente y su grupo familiar, y realizar los posteriores seguimientos, en los que se verifica la sintomatología, y se monitorea la situación sanitaria real en cuánto avanzan o disminuyen los síntomas del virus como así también, consejos sanitarios en alimentación, cuidado e higiene y desinfección de la casa”, explicó.

“Además de lo sanitario, llevamos tranquilidad, seguridad, e información certera al paciente para minimizar miedos. Lo más fuerte de la red es que hay muchas personas solas y necesitan apoyo; en su mayoría los aspirantes navales son oriundos de todas las provincias argentinas y no sólo de la zona”, aseguró.

La sanjuanina contó que con la Red, en mayo de este año, se llegaron a atender unos 53 pacientes.

Su día comienza con revisiones médicas de trabajadores de la ESSA. Además, este año también comenzó el curso de ascenso de Suboficial Primero a Principal.

Rosana contó “que tiene una plataforma virtual en la cual voy entregando trabajos y rindiendo exámenes”, aseguró.

Sobre sus orígenes Rosana contó que nació en el Hospital Marcial Quiroga y vivió toda su vida en Zona hasta los 18 años.

“Vengo de una familia muy humilde y siempre hemos trabajado para ayudarnos entre nosotros. Mis padres siempre nos inculcaron el respeto y el valor por el trabajo, que dignifica y enaltece. Su crianza, educación y fe me mantienen en pie día a día”, recordó Rosana.

Su padre, Pedro Nolasco Martínez, falleció hace 10 años, y su mamá Celia Quintero se encuentra en Zonda. Tiene dos hermanos que son Agentes de Policía de la Provincia de San Juan: Enzo Roque y Gonzalo Miguel, y tiene 5 sobrinos.

Confesó que de su tierra natal extraña todo. “Extraño la comida de mamá, amo comer locro, y el puchero al vino. Extraño comer la uva tibia arrancada del parral, y andar en las acequias. La familia se extraña mucho, mi mamá, hermanos y sobrinos; mis tías Norma y Graciela; mi primo Mauro, con quien nos criamos juntos y a su hijita; mi primo Víctor, con quien buscábamos nísperos y sandías, y tapizábamos el zaguán con las semillas”, dijo sonriendo.

“Tuve una infancia muy linda. Me crie entre varones, arriba de los árboles y también jugaba al fútbol en Juventud Zondina, en el equipo de mujeres”, recordó.

Su familia está conformada por su hija María Victoria Ledesma, de 18, que estudia para ser Bióloga. “Rosana contó que decidió practicar la enfermería naval en tierra para no tener que alejarse de su hija y de su pareja el Suboficial Primero Ciro Valdéz Mango.

Ante la pregunta de a qué dedica su tiempo libre la zondina contó que no tiene mucho tiempo libre, pero en sus ratos de ocio le gusta tejer, y pintar en porcelana y madera.

“Con la pandemia y la Red Covid de la ESSA, lo dejé un poco de lado porque amo mi trabajo y lo que hago”, aseguró.

Fuente: Gaceta Marinera.

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