Publicidad

Provinciales > La imagen

Sergio, el fotógrafo que retrató los últimos 15 años de San Juan desde el inicio del diario

Desde políticos hasta deportistas, todos quedaron registrados en su lente.

POR REDACCIÓN

13 de junio de 2020

“Soy un albañil de la fotografía”, dice Sergio Leiva, el fotógrafo que está desde hace 15 años en DIARIO HUARPE retratando los momentos más importantes de San Juan. Políticos, artistas y deportistas: nadie quedó afuera de su flash. Aunque él reconoce que más allá de los oficios y las profesiones particulares hay un sector que siempre estuvo presente en su lente: los sanjuaninos.

“Contar la historia de la provincia por medio de las personas que habitan acá, ese fue el objetivo principal de este medio y la misión que se nos encomendó a los fotógrafos”, cuenta.

Publicidad

Leiva tiene 50 años y su trabajo – al igual que el de sus colegas que conforman actualmente el staff de este medio: Gonzalo Medina y Mariano Martín – fue cambiando con el devenir de la tecnología lo que permitió mayor contundencia por la rapidez y calidad. En el año 2005 comenzó con una cámara analógica y a los días sus “disparos” tuvieron otra definición porque salió la Nikon digital D70, una aparatología réflex que le garantizó fotos aún más profesionales.

Más allá de la nitidez de su obra, el proceso de la fotografía era rudimentario y artesanal. Comenta que cuando iba a cubrir una determinada actividad acompañado de algún periodista, sacaba las fotos y luego la tenía que llevar a revelar porque no existía la trasferencia directa de contenidos a los sistemas digitales. Tras ese paso, llegaba al diario y hablaba con el diseñador de turno que se encargaba de escanear las fotos para que quedaran guardadas en la computadora: en ese punto se demoraba casi 10 minutos por imagen.  

“Todo era más demoroso”, dice Sergio. Recuerda que el diario en los primeros tiempos iba cerrando por etapas escalonadas durante la jornada, en el caso de que ocurriera algún incidente o actividad que debían cumplir después de las 21, ese material no entraba en la edición del día siguiente porque los locales que revelaban ya estaban cerrados.

En los primeros años el diario era más angosto, lo que significaba que Leiva tenía que tener en cuenta el recorte vertical de la escena principal para que el diseñador pudiera estampar el momento clave de un determinado hecho en el papel: “Teníamos que tener precisión y buscar que lo más importante pudiera ser luego encuadrado a la hora de maquetar el diario”, sostiene.

Publicidad

A mediados de 2007 el diario toma otro formato: se amplió. Esto permitió que las fotos estuvieran más apaisadas y se buscaran imágenes más atractivas para enriquecer los textos y hacerlo más vistoso ante los lectores: “La foto debe hablar por sí sola, ese es el desafío”, dice.

Con la llegada del diario color y el impulso de la tecnología, Leiva cuenta que el trabajo se volvió más rápido y efectivo. Posibilitó que las imágenes estuviesen cargadas en la computadora en el mismo momento en el que se desarrollaba una determinada actividad. Todo eso para que estuviera lista en la página web y también en el diario papel. Sobre el último formato debían pasar por un proceso de diagrama de colores para evitar que su “obra maestra” se empastara en la impresión.

Publicidad
Más Leídas
Publicidad

ÚLTIMAS NOTICIAS