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Un mes del terremoto: en Rivadavia, Sarmiento y Pocito asistieron a unas 2.500 familias
Por Eliana Ruiz
Un mes después del terremoto ocurrido en San Juan, se conoció que en los departamentos más afectados, Sarmiento, Pocito y Rivadavia, hubo al menos 2.500 familias que recibieron asistencia por parte de diversas áreas del Gobierno.
No obstante, el subsecretario de Articulación y Abordaje Territorial, Cristian Morales, aseguró a DIARIO HUARPE que el número es mayor ya que en la estadística sólo están los afectados que vivían en grandes conglomerados, pero también aparecieron otros casos más puntuales.
“En Rivadavia son 800 las familias asistidas, en Pocito son 1.200 y en Sarmiento hay 500. Aunque, seguramente son más porque siguen apareciendo casos. Nosotros trabajamos con los conjuntos habitacionales aglomerados como asentamiento, villas, etcétera, pero con el tiempo fueron apareciendo por ejemplo dos, tres, cuatro viviendas en un lado, cinco en otro”, explicó Morales.
El abordaje tras el terremoto
Una vez terminados los relevamientos en los departamentos para conocer el panorama y las consecuencias del movimiento sísmico, desde Desarrollo Humano y los municipios comenzaron con la asistencia en los casos más complejos y de mayor necesidad.
“En la primera semana se fue a lo básico que era garantizar la asistencia alimentaria y cuestiones vinculadas a la higiene. También se respaldó el trabajo de ollas populares que se formaron desde un principio”, contó el subsecretario de Articulación y Abordaje Territorial.
La segunda actividad consistió en la distribución de materiales de construcción que estuvo a cargo de la Secretaría de Obras, el Ministerio de Desarrollo Humano y los municipios. Lo que repartieron fue cemento, machimbre, rollizos de madera, emulsión asfáltica, arena gruesa y poliestireno. Actualmente siguen repartiendo estos elementos, no obstante, están teniendo algunos problemas de provisión de machimbre principalmente.
De la construcción se encargaron los afectados, pero también los municipios conformaron brigadas de asistencia que ayudaron a quienes tuvieron inconvenientes con este tema como los adultos mayores o personas con discapacidad.
A los días del sismo empezaron las lluvias que complicaron la situación. Ante este fenómeno climático, el abordaje que se brindó consistió en la asistencia de colchones y frazadas para que los damnificados puedan resguardarse del frío.
Luego instalaron algunos módulos habitacionales que fueron entregados a quienes sufrieron las caídas de sus casas y daños que las dejaron inhabitables. Con esta etapa todavía no finalizan. También la entrega de las 25 casas prefabricadas que donó Misiones.
“Después hubo asistencias complementarias que tienen que ver con abordajes integrales de problemáticas que van más allá del terremoto. Entre ellas están la entrega de pañales, medicamentos, elementos ortopédicos porque hubo personas que perdieron sus sillas de ruedas, bastones, andadores, entre otros”, comentó.
En medio de esto, desde el Voluntariado Social se encargaron de las actividades recreativas a los niños para que perdieran el miedo ante lo vivido ese 18 de enero. No faltó el trabajo de los psicólogos que, según Morales, detectaron “pánico y terror nocturno” en algunos de los afectados.