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Viajó desde Los Berros a Capital con un “polizón” gatuno en el motor de su auto  

Cuando en la estación de servicio abrieron el capó del auto casi se murieron del susto. La buena noticia es que el minino salió ileso y hasta está por volver a su casa.

POR REDACCIÓN

15 de julio de 2021

Julián Suraci es conocido en San Juan por ser el protagonista de una historia de resiliencia. Muchos lo conocen como el joven que quedó en silla de ruedas pero vive una vida plena y contagia a otros con su fuerza de voluntad y mensaje esperanzador. Pero esta vez no es noticia por este rol, sino porque un gato eligió su auto para dormir una siesta muy peligrosa que por suerte tuvo final feliz. El papel protagónico se lo robó un felino de buen tamaño, peludo y totalmente naranja que recorrió unos 90 kilómetros acostado junto a un motor.

“No te puedo creer que me llamés por esto”, es lo primero que atina a decir el sanjuanino entre risas. Pero luego no tardó en contar la anécdota increíble del polizón gatuno, que por suerte terminó bien.

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“Yo fui a trabajar normalmente a Calera San Juan, en Los Berros y cuando terminé me subí al auto normalmente y me vine”, relató. El lugar está pasando la localidad sarmientina, por lo que son muchos los kilómetros que Suraci avanzó normalmente con su auto. Cuando iba llegando al Gran San Juan decidió parar primero a cargar combustible, porque iba a ir directo al edificio de departamentos donde vive. En otro golpe de suerte para el minino que todavía nadie descubría, es que el joven decidió cargarle agua a los “sapitos” que sirven para limpiar el parabrisas.

“Cuando el playero abrió el capó saltó para atrás del susto. Todos se quedaron helados”, contó el sanjuanino. Sin entender bien qué pasaba, Julián se asomó y se encontró con la imagen que tenía a todos sorprendidos: un gato naranja estaba muy tranquilo junto al motor, cerca del  reservorio de agua.

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El shock se convirtió en revuelo, para todos menos para el gato que seguía bastante tranquilo, y Julián lo cargó en su auto y se fue hasta su casa. Una vez ahí preguntó a sus vecinos si alguno era el dueño del animal y también le llamó a un ingeniero de la calera si era de alguien de ahí. Primero nadie se declaró dueño del animal y el sanjuanino hasta consideró dejárselo, a pesar de que nunca ha tenido un animal como este.

Cuando intentó bajarlo del vehículo, apenas lo dejaron sobre el pavimento, el felino volvió a meterse al espacio junto al motor. “Tuve que hacer fuerza para poder sacarlo”, contó todavía sorprendido.

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Finalmente el gato terminó dentro del departamento y poco después el misterio quedó resuelto. Era de una casa cercana a la calera y sus dueños finalmente estaban buscándolo. Acordaron también que una trabajadora que iba camino a Capital iba a pasar a buscarlo para devolverlo a sus dueños.

“Acá está, tranquilo, perfecto como si nada”, aseguró ante la pregunta de si había sufrido heridas. Es que en el lugar donde estaba podría haber sufrido quemaduras, haberse asfixiado o sufrido cualquier otra herida.

El animal tuvo mucha suerte y salió ileso, tal como volverá a su casa. Proteccionistas explicaron que esta época es peligrosa para los gatos porque muchos buscan calor y cobijo en los motores de los autos y se quedan escondidos ahí y no pueden escapar antes de que el auto se mueva. La mayoría no tuvo la suerte del viajero naranja que llevó Suraci y que volverá a su casa ileso. La recomendación, explicaron, es golpear levemente los autos que quedan a la intemperie antes de arrancarlos, para darles tiempo a gatos u otros animales para que escapen.

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