Descuido y crueldad: los efectos de la pandemia sobre las mascotas en San Juan

El 2020 tampoco no fue un año para las mascotas. Esto parece indicar lo que han registrado un veterinario y un proteccionista sanjuaninos, que han encontrado cada vez más abandono, actos de violencia y hasta descuido extremo. Por un lado el encierro sacó lo peor de algunos y por el otro la pobreza y miedos irracionales han afectado a las poblaciones caninas y gatunas.

En la primera semana de diciembre dos hechos de alta repercusión impactaron fuertemente en la opinión pública. Primero fue el caso de Negra, una perra que fue empalada en Caucete y luego el de Petróleo, un cachorrito que llenaron de brea en Sarmiento. Ambos tuvieron final feliz porque llegaron a atenderlos a tiempo y consiguieron un nuevo hogar. En la última semana un grupo de activista también denunció abandono masivo de perros en una erradicación de villa, ya que algunas las familias trasladadas se fueron del lugar sin llevarse a sus mascotas.

Con todos estos hechos sumados en apenas 11 días de diciembre, las estadísticas de abandono, maltrato y hasta violencia extrema parecen haberse multiplicado. Pero según dos sanjuaninos, un proteccionista y un veterinario, no serían situaciones muy diferentes a las que se han estado viviendo durante los meses de cuarentena. Estos tristes escenarios se han repetido en el último tiempo, tal vez más seguido que en años anteriores.

El encierro como detonante de lo peor de los humanos

Luciano Castro es proteccionista y asegura que durante los meses de cuarentena tuvieron que intervenir en varios hechos de maltrato.  Entre los que él ha asistido uno de los más terribles fue el de un hombre que tenía en muy mal estado un pato y un perro labrador. Incluso creen que podría haber estado abusando sexualmente de los animales.

Pero además de las excepciones aberrantes, está otro escenario que se repite sin cesar: las hembras que tiran a la calle con sus cachorros. El voluntario contó que durante los meses de encierro encontraron decenas de perras o gatas que habían dejado en cunetas, en la Avenida de Circunvalación o descampados con las crías. Otras veces sólo hallaban una caja con gatitos o perros recién nacidos. Muchos morían de hambre, frío, atropellados o víctimas de otros animales antes de que pudieran detectarlos los rescatistas.

Los perros atados y desnutridos también fueron comunes en este tiempo. Hubo también otro detonante que no tuvo sólo que ver con la cuarentena. “Después del caso de la nena que murió mordida por un pitbull encontramos muchos perros de esta raza que los dueños le habían tomado miedo y los ataban con alambre o directamente los abandonaron”, relató Luciano.

Gustavo Aragón es el médico veterinario a cargo  y dueño de la clínica El Retoño. Él atendió el caso de Petróleo y muchos rescatistas acuden al lugar donde trabaja para casos graves.

El profesional coincidió con Luciano y dijo que durante el encierro hubo más casos graves. “Si vemos que incluso se incrementó violencia de género, que personas que de por sí tienen actitudes de este tipo se la agarraron con otros humanos, eso también pasa con las mascotas”, reflexionó el profesional.

Aragón en los últimos meses intervino en hechos de animales golpeados, al menos un perro al que le ataron el hocico con alambre y lo tiraron al canal para que muriera ahogado y otros más abandonados para que murieran. También encontró otro animal al que un transportista le disparó con un arma de fuego y si bien sobrevivió, quedó inválido. “Hay perros y gatos golpeados y hasta incendiados. Trato de no entrar a las redes porque me pongo mal, pero la situación está cada vez peor”, contó. Además, agregó que va a seguir en este mal camino porque “no hay educación con respecto a tenencia responsable”.

El veterinario recordó también el caso de una joven sanjuanina que se define como proteccionista que protagonizó un hecho grave. “Tenía un perro totalmente desnutrido y hasta los vecinos la habían denunciado pero ella aseguraba que le daba de comer. Indagando un poco más, me di cuenta de que le daba comida vegana y lo estaba por matar por culpa de eso”, explicó.

El abandono y el descuido, una forma invisible, pero muy común de maltrato

La cuarentena también trajo un problema más difícil de detectar y que muchas veces también está relacionado con la crisis económica: animales que sus dueños ya no pueden o no quieren cuidar como se debe.

En la clínica de Aragón han ingresado una cantidad récord de perros con garrapatas y otras plagas en grado récord. Otros que por la falta de higiene y cortes de pelo desarrollaban problemas de piel e infecciones. “Muchos se quedaron sin trabajo y eso también terminó afectando a las mascotas, hemos visto cosas graves”, explicó el veterinario.

Otro de los problemas es que muchos dueños se han atrasado con las vacunas rutinarias o han bajado la calidad del alimento que les dan a sus animales. Esto puede significar a largo plazo más problemas para gatos, perros y también humanos.

La castración, el pilar fundamental para bajar la cantidad de animales callejeros, se volvió difícil en algunos meses debido a que la pandemia obligó a los quirófanos públicos a cerrar. Esto multiplicó la cantidad de abandonos y hace que, a futuro, la situación se vuelva más grave.