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Bosques nativos en San Juan: incentivan actividades económicas sustentables

El Gobierno de San Juan, a través de la Ley de Bosques Nativos, busca incentivar a las comunidades que habitan en estos territorios protegidos a realizar actividades económicas sustentables, como apicultura y producción de harina de algarroba.

24 de enero de 2024
Las actividades pueden desarrollarse en los bosques amarillos y verdes, es decir con bajo nivel de protección. Foto: Gentileza. 

El Gobierno de San Juan, bajo el cumplimiento de la Ley Nº26.331 de Bosques Nativos y la legislación provincial 1094-L, busca generar actividades económicas sustentables en estos territorios protegidos. En este contexto, incentivan con herramientas, capacitaciones y fondos a las comunidades que los habitan para que realicen actividades económicas desarrollables en estos territorios, como la apicultura y la producción de harina de algarroba.

DIARIO HUARPE habló con Gustavo Mercado, director de Bosques Nativos de la provincia, quien explicó que estas actividades económicas se desarrollan en las zonas protegidas por la Ley de Bosques Nativos que están en color amarillo o verde. Es que esta legislación divide a los bosques por “niveles”: mientras que en las zonas rojas no se pueden desarrollar actividades que cambien los suelos, en las otras dos sí.

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“Hay tres niveles de bosques: la categoría de color rojo, necesita mayor conservación; la categoría de color amarillo también tiene alto nivel de conservación, pero se pueden realizar ciertas actividades, por ejemplo el ecoturismo, siempre y cuando se conserve la totalidad del bosque; y finalmente una tercera categoría que es la verde, que nos permite autorizar el uso y el cambio del suelo siempre y cuando se mantenga el 20% del suelo original”, explicó.

La actividad que actualmente se desarrolla plenamente en los bosques nativos es la apicultura. Esto es porque las abejas cumplen un rol fundamental para polinizar los terrenos y, a la vez que se incentiva el beneficio natural de la polinización, se produce miel. Se realiza en zonas como los bosques de Valle Fértil y en La Ciénaga.

“Brindamos el material para hacer el apiario y realizamos capacitaciones para que exploten la actividad. Desde que asumí como director llevamos cosechados 240 kilos de miel, pero nos falta todavía una cosecha en Valle Fértil y otra en La Ciénaga. También colaboramos con la actividad que se desarrolle después, si es venta o es para el consumo propio de la gente”, dijo Mercado al respecto.

Con respecto a la producción de harina de algarroba, Mercado indicó que aún no se lleva adelante, pero que están en pleno estudio, dado que es una actividad sustentable que perfectamente puede llevarse adelante los bosques. El Estado colaborará con las herramientas como molinos y con capacitaciones de manejo alimentario.

El objetivo es entonces aprovechar los beneficios naturales de los bosques nativos y, sin dañar los territorios, que las comunidades tengan un rédito económico por las actividades.

La supervisión de las actividades en los bosques nativos

La ley nacional de bosques nativos establece el envío de fondos a los propietarios de los mismos a todas las provincias que cumplan con la supervisión de los proyectos económicos. Así, la condición es vigilar el cumplimiento de la legislación y de la protección de los suelos a cambio de fondos para que se desarrollen actividades económicas. Siempre y cuando, obviamente, estén permitidas por la ley.

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Los propietarios envían un proyecto económico, como eco turismo o producción agrícola ganadera, y el Estado lo autoriza o no. Una vez que está el “ok”, la licencia dura cinco años y se debe revisar todos los años para la renovación del envío de fondos nacionales.

El Gobierno provincial se encarga de la supervisión y, actualmente, se encuentran culminando la supervisión del 2019, para que se liberen los fondos del 2023. Estiman que se envíen los resultados en febrero, mientras que la revisión del 2021 liberará los fondos del 2024.

“Es un trabajo arduo, porque tenemos que citarnos con los propietarios y analizar cada uno de los proyectos económicos, así como también si se protegieron los suelos”, explicó Mercado.

Dato

La única zona “roja” de San Juan abarca parte del Parque Ischigualasto.

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