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Cáncer de útero, el enemigo silencioso de las mujeres y la importancia de los controles

Los estudios son fundamentales para la prevención de la enfermedad.

27 de julio de 2022

El cáncer de cuello uterino es una enfermedad por la que se forman células malignas, cancerosas, en los tejidos del cuello uterino. El mismo es una patología frecuente que puede detectarse a tiempo con controles, por lo que una ginecóloga sanjuanina explicó en diálogo con DIARIO HUARPE cuáles son los estudios que deben realizarse.

Se trata de la doctora Cecilia Olivares, quien aseguró que esta patología maligna es la segunda causa de muerte ginecológica, la primera es el cáncer de mama. Buscan que las ciudadanas tengan en cuenta la importancia de controlarse debido a que, en un principio, esta enfermedad puede ser asintomática.

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“Uno lo puede detectar en los controles ginecológicos. Existen tres métodos para detectarlo, uno de ellos es el Papanicolaou, el otro es el test de HPV, porque una de las causas del cáncer de cuello es producida por este virus o virus del papiloma humano, y el otro es la colposcopía”, informó Olivares.

También dio a conocer que los especialistas suelen recomendar el control anual para tener un panorama completo de la salud ginecológica. En él se pide el Papanicolaou, un examen mamario y estudios complementarios como ecografía mamaria, ecografía ginecológica, análisis de sangre y serología para detectar otras enfermedades de transmisión sexual como el HIV, hepatitis B, hepatitis C o sífilis.

Los estudios son fundamentales para detectarlo a tiempo, ya que este tipo de cáncer suele ser asintomático. Es por ello que cuando la paciente presenta síntomas ya es un estadío tardío donde inclusive puede que no tenga tratamiento efectivo. Entre los síntomas que se pueden detectar está el sangrado poscoital o el sangrado anormal entre los ciclos menstruales. En estadíos más avanzados hay lesiones que pueden afectar al riñón, alteraciones urinarias y dolor pelviano crónico.

“El cáncer de cuello puede prevenirse con los controles anuales ginecológicos. Desde las guías de Nación recomiendan que se haga un Papanicolaou a partir de los 25 años, otro al siguiente año y, después, cada tres años si dan negativo. El test de HPV se puede realizar a partir de los 30 años y cada tres años”, explicó.

En el caso de que se haga un cotest, es decir, que se hace el test de HPV y el pap, el control se puede espaciar cada cinco años.

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No obstante, tanto ella como una gran cantidad de ginecólogos recomiendan que se haga un pap de forma anual a partir del año de inicio de relaciones. “Esto es porque hay personas que inician muy tempranamente y hemos tenido cáncer de cuello de estadios avanzados en menores de 25 años”, comentó Olivares.

Si se detecta este tipo de cáncer, la especialista deriva a un oncoginecólogo porque las pacientes deben ser vistas en conjunto para analizar qué tratamiento se le debe realizar. El mismo dependerá del tamaño y la zona afectada de la lesión. Si es un estadío muy avanzado, generalmente no es operable y el tratamiento es con quimioterapia y radioterapia. Si es un estadío más temprano puede ser operable y la cirugía va a depender de la zona afectada por la lesión.

“Puede ser sacar simplemente el útero con el cuello o ya tener que sacar ganglios o parametrios que son otras estructuras vecinas del útero y del cuello”, dio a conocer Olivares.

Según las estadísticas prepandemia que existen, en la Argentina se detectan entre 4.000 y 4.500 cánceres de cuello uterino por año, lo que ocasiona cerca de 2.000 muertes. Es por ello que ginecólogos difunden la importancia de los controles para detectarlo a tiempo.

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