Publicidad

Policiales > Hace 10 años

El caso de defensa propia similar al del Policía que mató al "Porteñito" en La Bebida

Ocurrió en 2010 en Capital y terminó con un ladrón abatido. 

30 de enero de 2021

Durante la mañana de este sábado, San Juan amaneció con la noticia del hallazgo de un joven muerto en la calle y el cuerpo abandonado a su suerte. Sin embargo, con el correr de las horas la provincia se conmocionó al saber que ese joven se trataba de un conocido delincuente en el ámbito del crimen local y que había fallecido desangrado por las balas de un policía que lo descubrió intentando entrar a su casa.

El hecho inmediatamente se hizo eco en los medios y que llevó a la Secretaria de Seguridad a realizar una conferencia de prensa sobre el abatimiento del ladrón y el caso, que ahora está caratulado como “Robo agravado en grado de tentativa seguido de muerte”.

Publicidad

Sin embargo, una vez más el mismo interrogante vuelve correr entre los sanjuaninos, que expresaron su duda en las redes y generó nuevamente un debate que alguna vez fue portada de los medios locales: ¿Hubo un exceso de fuerza en la defensa por parte del Policía?

Un caso similar

El mismo debate se suscitó en los medios y entre la población un 16 de julio de 2010, cuando dos delincuentes de 17 y 18 años ingresaron a la reconocida y ya desaparecida agencia de quiniela “Carozo” en la esquina de Avenida Ignacio de la Roza y Juez Ramón Díaz.  Solo uno de ellos saldría con vida esa noche.

Eran las 21.45 de un viernes cuando Luis Coll, de 71 años en ese momento, se disponía a cerrar su negocio. Sin embargo, dos jóvenes llegaron a bordo de una motocicleta Mervick 110cc roja y la estacionaron afuera antes de entrar al local. Eran Federico Cornejo, de 18 años,  y su cómplice, de 17 años, en ese momento menor y razón por la cual su nombre no trascendió.

Sin mediar palabras, los jóvenes entraron al lugar amenazando con sus armas a los presentes en el lugar y a los gritos. Incluso, amenazaron con matar a la esposa de Coll y apuntaron a la cabeza de uno de sus empleados. Pero desde el momento en el que entraron, el agenciero ya había tomado su revolver que disimuladamente guardaba debajo del mostrador y  que estaba cargado y siempre listo para disparar. Solo bastaba una distracción de los delincuentes para enseñárselos, tal vez, con la esperanza de que huyeran del lugar.

Publicidad

Pero no fue así. Cornejo, en un intento de pasar al otro lado del mostrador, dio un salto sobre este y Coll sacó el revólver y le disparo directo al pecho. Asustado, el otro delincuente se tiró al suelo y se rindió. Pero Cornejo, mal herido, intentó escapar mientras se desangraba, se trepó a la motocicleta y cinco metros después cayó muerto.

La popular esquina de esa avenida capitalina se convirtió entonces en una escena de novela negra: Rodeada de curiosos, decenas de policías y un ladrón abatido. El hecho no tardó en convertirse en tapa de todos los diarios, canales y radios sanjuaninas por días, ¿Hubo un exceso de fuerza por parte del agenciero? El debate se instaló en la provincia. Con algunos a favor y otros en contra. Incluso, Coll llegó a ganarse el apodo del “justiciero” de Capital.

Por la muerte del ladrón, Luis Coll fue declarado inocente bajo la figura de homicidio en legítima defensa. Sin embargo, su vida nunca volvió a ser la misma.

Tras la muerte de Cornejo, el negocio y la familia Coll recibió amenazas de muerte por parte de la familia del ladrón abatido al punto que dejar de frecuentar la agencia y poner custodia policial durante dos años en ese lugar y su propia casa.

Con el tiempo, el caso se diluyó y poco volvió a saberse de "el agenciero justiciero". Había quienes dijeron que se fue a otra provincia por miedo a encontrarse con la venganza de la familia de Cornejo. Otros, que se fue a España a comenzar una nueva vida lejos del recuerdo de haber disparado y tener cargar con la vida de un joven delincuente.

Hoy, Carlos Alberto “el porteñito” Gutiérrez es el nuevo protagonista de este debate.

Publicidad
Más Leídas
Publicidad