Judiciales > Asesinato en Villa Paolini
El juicio por el crimen de María Pérez tiene fecha de inicio
También integraron el jurado que dictaminará el futuro del único acusado.
Por Germán González
Por el brutal crimen de la jubilada María Pérez de 82 años, la Oficina Judicial Penal definió la fecha de inicio del juicio oral y público. También estableció los jueces que integrarán el tribunal que juzgará al único acusado por el femicidio, el vecino Cristian Miguel Di Carlo de 34 años. El debate empezará antes de que termine junio.
Di Carlo se convirtió en el primer sospechoso, y el único después, de la investigación llevada a cabo por el fiscal de la UFI Delitos Especiales, Renato Roca. Hubo tres detenidos más, pero fueron sobreseídos al no encontrarse pruebas que los ubiquen en la escena del crimen. Se trata de Jon Cano, Joaquín Fernández y Alfredo Ortiz, amigos y conocidos de Di Carlo y de Villa Paolini.
El hombre, que cumple prisión preventiva en el Servicio Penitenciario Provincial, será juzgado por un tribunal a partir del martes 28 de junio (aún resta definir el horario). La jueza que presidirá el debate oral y público será Verónica Chicón, que estará acompañado por los magistrados Diego Sanz y Eugenio Barbera.
El detenido es hijo de un expolicía. Era vecino de María Pérez y vivía casi en frente de la casa de la víctima. El día del homicidio no estuvo en su casa. Familiares y vecinos apuntaron contra él como una persona que tenía conflictos permanentemente con la anciana. Esto lo convirtió en sospechoso.
La Policía de San Juan y Fiscalía tomaron muestra de ADN a diferentes vecinos de la Villa Paolini. En ese contexto, Cristian Di Carlo, confiado en que no sería atrapado, accedió a que le sacaran sangre y al otro día quedó arrestado.
Los investigadores hallaron el perfil genético de Di Carlo en la manga del brazo izquierdo del pullover que vestía María Pérez cuando fue asesinada el 21 de agosto del año pasado. Roca sospecha, y tratará de comprobarlo en el juicio, que el hombre sujetó del brazo a la jubilada para golpearla en el rostro y luego degollarla, con el fin de robarle sus pertenencias: un revolver calibre 22, dos relojes y unos $20.000.
Di Carlo llega a la instancia final, imputado por robo simple y homicidio doblemente agravado por ensañamiento y criminis causa. Por esto podría recibir prisión perpetua como pena.
No solo el ADN lo complica en este caso, sino la cantidad de fotos que le sacó a los objetos robados y se los compartió por teléfono a sus amigos. Los investigadores recuperaron las imágenes robadas de sus chats de WhatsApp. La defensora oficial Cecilia Mut tratará de revertir la situación procesal de Di Carlo en el juicio, pero todo se encamina a que su estadía en el penal de Chimbas se ampliará por varios años una vez que finalice el debate.