Publicidad

Provinciales > En la previa al Día del Niño

Psicóloga infantil explicó por qué el juego y los juguetes son esenciales en la infancia

En la previa del Día del Niño, la especialista en psicología infantil Silvana Belloti subraya que el juego no es un pasatiempo, sino una necesidad vital para un desarrollo emocional y social saludable. Advierte sobre el impacto de las pantallas y brinda claves para elegir el juguete adecuado.

Hace 6 horas
Jugar permite desarrollar creatividad e inteligencia emocional. Foto: Gentileza

En cada etapa de la vida, hay elementos y actividades que resultan esenciales para el desarrollo. En la infancia, uno de esos pilares es el juego. No se trata de una mera distracción o un simple pasatiempo, sino de un espacio fundamental para que los niños crezcan de manera sana y equilibrada, tanto a nivel emocional como social. Así lo afirma la psicóloga Silvana Belloti, quien destaca que “el juego es el lenguaje natural que tienen los chicos, es la forma en que exploran el mundo, se conocen a sí mismos y se vinculan con los demás”.

Belloti sostiene que en la sociedad actual, marcada por la hiperconectividad y el ritmo acelerado, los niños muchas veces pierden tiempo valioso de juego libre. “Es muy importante volver a poner el juego en el centro de la vida del niño”, remarca. Desde su perspectiva, jugar permite desarrollar creatividad, inteligencia emocional, capacidad para resolver conflictos, autoestima y, sobre todo, herramientas para la vida.

Publicidad

El uso de juguetes, dentro de este proceso, cumple un rol especial. Para la especialista, “el juguete es un puente entre el mundo interior del niño y el mundo exterior”. A través de él, los pequeños proyectan emociones, recrean escenas y dramatizan conflictos. Incluso, lo que no pueden expresar con palabras, muchas veces lo comunican mediante el juego. Por eso, en psicología se considera al juguete como una herramienta terapéutica que, además, fomenta la empatía y el intercambio de roles.

La elección del juguete, señala Belloti, debe ser consciente y adecuada a la etapa evolutiva del niño, más allá de la marca o el precio. “Lo esencial es que el juguete no lo haga todo por el niño. Un buen juguete es aquel que deja espacio para imaginar, crear y transformar”, explica. Además, cuando el juego es compartido con hermanos, amigos o padres, el juguete adquiere un valor afectivo que lo convierte en un recuerdo significativo para toda la vida.

Publicidad

En contraste, la psicóloga advierte sobre el uso de celulares y pantallas como sustitutos del juego real. “Muchas veces creemos que al darles una tablet o un celular les estamos ofreciendo juegos, pero es una experiencia muy distinta a la que necesitan para desarrollarse”, advierte. Según Belloti, los juegos digitales suelen ser pasivos, repetitivos, con reglas cerradas y sin lugar para la creatividad. Esto limita el movimiento físico, el desarrollo del lenguaje, la tolerancia a la frustración y, a largo plazo, la capacidad de atención.

“El celular no es un juguete, es una herramienta tecnológica que no debe reemplazar el juego real”, enfatiza. Por eso, sugiere que los adultos asuman el compromiso de cuidar el tiempo, el espacio y las condiciones para que los chicos sigan jugando. Porque en definitiva, jugar no solo es una fuente de alegría, sino también un derecho y un factor clave en la salud mental de la infancia.

Publicidad
Más Leídas
Más Leídas
Publicidad

ÚLTIMAS NOTICIAS