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Policiales > Siguen las investigaciones

Hermetismo y dolor en la zona en la que vivía Brenda

Los vecinos de la joven pareja son los familiares de Diego Álvarez, su esposo. La casa estuvo en la mañana del miércoles con gran cantidad de personas, no obstante, ninguna de ellas quiso hablar, lo único que hicieron fue observar a través de la ventana el movimiento que había en la zona.

17 de julio de 2019

Son poco más de 10 casas las que hay en la Villa Mallea, Albardón. Entre ellas está la de Diego Álvarez y Brenda Requena Montaña, también la de los familiares del joven. En la zona reina el silencio que en ocasiones es interrumpido por el ladrido de los perros o el cacareo de los gallos. El dolor y la incertidumbre se instalaron allí tras la noticia de la aparición de un cuerpo enterrado y calcinado que se presume que es de la mujer.

En la casa de la pareja el único signo de vida que hay es el de cuatro animales que descansan en la puerta que da al patio, una zona alegre que contrasta con los hechos de los últimos días. Es que está colmado de atrapasueños de colores que se mueven al ritmo del viento de la vivienda blanca y lila. Frente al hogar hay un espacio con columpios, un tobogán y dos maromas, al que Diego solía llevar los dos hijos del matrimonio para que se diviertan.

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Petrona Mallea es una de las vecinas de la pareja, junto a su esposo, aún no pueden creer lo ocurrido. “Ellos siempre han sido muy buenos vecinos y muy buena pareja, nunca han tenido ningún problema, solo discusiones normales. Han sido muy buenos con nosotros”, aseguró en diálogo con DIARIO HUARPE.

Hace 40 años viven en la zona, cuando se enteraron de la desaparición de Brenda y luego del posible hallazgo del cuerpo, no lo podían creen. “Me sentí muy mal todos estos días. Ella siempre ha sido muy buena, al igual que él, por eso no sabemos que pensar sobre lo que ha pasado”, dijo aún conmocionada.

Petrona fue quien desmintió una de las versiones que comenzó a circular cuando se conoció que se habían hallado un cuerpo humano dentro de una fosa tapado de huesos de animales. Es que salió a la luz que Diego era carnicero o cuatrero pero fue su vecina quien afirmó que no es así y que él siempre trabajó en fincas. “Vaya a saber quién fue el que hizo esto, acá nadie dice nada, están todos muy callados”, expresó Petrona e ingresó a su vivienda con preocupación.

Este sentimiento y el del dolor eran los que reinaban en la zona a la que se llega a través de una huella. Incluso, tras la aparición del cuerpo, muchos decidieron refugiarse en sus hogares. La Villa Mallea estaba vacía, los habitantes de allí no salieron ni siquiera a las puertas y los perros se adueñaron de la calle. Una de las vecinas salió unos minutos a tender la ropa y manifestó su tristeza, también, dio a conocer que no quería decir nada sobre el caso que mantiene en vilo a la provincia y al país. “No voy a decir nada, hace mucho la conocía a Brenda, no voy a hablar nada porque acá estamos muy dolidos”, expresó la mujer que vive a dos casas de la pareja.

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Mientras tanto, al lado de la casa del matrimonio entraban y salían personas, lo hacían rápido para no dar declaraciones. Allí vive la madre de Diego junto a unas tías. Según los vecinos, fueron ellas quienes quedaron, por el momento, al cuidado de los dos hijos pequeños de la pareja.

En el patio de ellos y en el de la casa de Brenda aún estaban los guantes que los efectivos habían utilizado en los operativos que realizaron para obtener pistas del caso. Además, hay un perro San Bernardo que descansa en la puerta de los familiares y cuida la entrada. Las gallinas también se acercan cuando desconocidos arriban a la vivienda.

Todo este panorama es el observado por la madre de Diego, quien quedó internado en el Hospital Marcial Quiroga por un brote psicótico, pero ya fue dado de alta. La mujer de a ratos se asoma por la ventana para ver qué es lo que ocurre afuera. Hasta su hogar llegaron algunos familiares y cuando se iban ella les recomendaba con un fuerte tono de voz que no hablen.

Mientras esto ocurre, las investigaciones siguen en medio del campo en el que fue hallado el cuerpo. Allí se extendió un extenso operativo con el fin de seguir buscando pistas. La zona en la que se encontró ya había sido rastrillada anteriormente por lo que efectivos continuarán para encontrar datos que sean determinantes para aclarar lo ocurrido.

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