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Yo construyo

La arquitectura: clave para pensar la educación en tiempos de pandemia

No es la primera vez que las escuelas deben superar crisis sanitarias, en cada una de ellas, un nuevo paradigma emergió y permitió un uso más eficiente de los espacios en relación a novedosos esquemas pedagógicos. 

25 de febrero de 2021

Por Laura Cocinero, Dir. del estudio UNOENCIEN

Clases presenciales vs. clases online. Es el dilema del momento y la discusión no puede ser ajena a la arquitectura, ya que la educación, tanto en su forma tradicional como sus dinámicas basadas en medios virtuales de conexión, son actividades que se realizan en espacios. El universo online, a diferencia de lo que muchas veces se piensa, no se trata de un mundo inmaterial sino que, por el contrario, es una nueva forma de espacialidad.

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Como arquitecta me sorprende ver cómo, tras un largo 2020, llegamos al 2021 en un estado de incertidumbre con respecto, entre otras cosas, a los posibles métodos pedagógicos para enfrentar un contexto de pandemia y con dificultades en relación al uso de los espacios para tal fin. Desde la mirada de arquitecta/docente/madre no puedo hacer otra cosa que llamar a la reflexión aportando un pequeño granito de arena desde la disciplina que tanto amo.

En este punto, es importante destacar que la historia nos muestra cómo las sociedades han podido enfrentar distintas crisis sanitarias y se han resuelto este tipo de dificultades, poniendo como prioridad la educación y resguardando la salud de educadores y educandos.Es así como, hacia finales del siglo XX (principios del XXI) surge el concepto de “escuelas al aire libre” en contextos donde se debieron superar fuertes brotes de tuberculosis. La crisis de la época no sólo llevó a rediseñar los espacios dedicados a la educación, sino que implicó un gran cambio en el acto pedagógico en sí, a través de nueva filosofía que comenzó a valorar el espacio exterior, persiguiendo la intensificación de la experiencia física y mental de los alumnos; mientras, al mismo tiempo, se reconoce la motricidad infantil como un elemento que favorece el desarrollo cognitivo.

Tres modelos de escuelas al aire libre

Siguiendo con un repaso por la historia, en la Europa de postguerra, las escuelas se repensaron siguiendo tres conceptos: Por un lado, se propuso la sustitución del aula por el espacio exterior de manera íntegra. Por otro, se pensó en la posibilidad de transformación de las aulas para permitir que el exterior y su aire limpio formen parte directa del espacio. En tercer lugar, se optó por duplicación del espacio del aula, incorporando el exterior.

Es así como surgen aulas conformadas por grandes ventanales (en forma de puerta-ventana) que permitían mantener el espacio ventilado y con acceso a la luz solar directa, ya que se consideraba que la humedad, la oscuridad y el aire viciado eran las causales de la transmisión de la tuberculosis.

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 Sustitución del Aula cerrada por clases al aire libre- Holanda, 1957Grandes ventanales abren el aula al exterior y lo incorporan al espacio
 

En tiempos un poco más actuales y luego del terremoto de 1944, en la provincia de San Juan y en plena época del modernismo, esos modelos de postguerra inspiraron el prototipo en “peine” que se implementó en muchas escuelas construidas aquí. Este tipo de construcción lograba que las ventilaciones fueran cruzadas y brindaba la posibilidad de adjudicar un área exterior a cada aula sin excesivos gastos de construcción.
Planta tipo escuela en Peine – Prototipo similar a escuelas Sanjuaninas post-terremoto ´44

Es así como, al igual que en el pasado, en tiempos actuales el mundo ha comenzado a adaptar sus escuelas a las necesidades que el contexto plantea. Sin olvidar que, hoy en día, la internet es el elemento transversal que permitió que todo siga adelante a pesar del aislamiento y no puede pensarse ninguna institución sin tener en cuenta la relevancia de esta nueva herramienta.

Aunque en muchos casos se trata de diseños de emergencia, es enriquecedor analizar las diferentes respuestas que se le ha dado a la gestión de los espacios educativos en la época actual y, así, tomar las más propicios para la situación local. De esta forma, se puede ver, por ejemplo, que hay esquemas que proponen módulos de fácil y rápida construcción, con pisos ventilados y mobiliario adaptado para la fácil limpieza. Otra de las propuestas es lograr simples zonas de sombra al aire libre, confinando el espacio a través de la estructura que a su vez forma parte del mobiliario del aula. También existen escuelas que, más allá de la pandemia actual, han adoptado el aula con contacto con la naturaleza como una filosofía, inculcando el cuidado al medio ambiente. Ejemplo de esto es el jardín Montessori en Vietnam, del estudio HGAA, un desarrollo logrado con estructura liviana y de rápido montaje, en tan sólo 600m2 de terreno.

Propuesta para una escuela en Puerto Rico, 1945. Richard Neutra Desaparición del límite con el entorno

Jardín Montesori en Vietnam, del estudio HGAA
Ideas sobran. Profesionales capaces de llevarlas a cabo, también. Por otro lado, la posibilidad de adaptarlas a la realidad económica de cada lugar es viable. Por esa razón y a modo de conclusión animo a mis colegas y, sobre todo, a funcionarios/as que tienen en sus manos el poder de decisión, a construir estrategias que mejoren la educación a partir de soluciones arquitectónicas simples pero audaces. Se trata de tiempos que abren paso grandes cambios y desde mi humilde lugar invito a ser parte activa de ellos a través de concursos ágiles y transparentes.
Sin lugar a dudas es un momento bisagra. En materia de educación, la clave está en pensar sus nuevas formas de espacialidad, es decir, y repito, la clave está en la arquitectura. 

Arq. Laura Cocinero
Directora, estudio UNOENCIEN
Mail.
unoencien.arq@gmail.com

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