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Misterio por la aparición de cientos de pejerreyes muertos en las orillas del Cuesta del Viento
Alejandro Montaño, operador turístico del deporte náutico, manifestó la profunda preocupación e incertidumbre que esta situación genera en la zona
La aparición de una gran cantidad de peces muertos en las orillas del Dique Cuesta del Viento sorprendió a los vecinos y generó preocupación en todo el departamento Iglesia. Las imágenes, que comenzaron a circular en redes sociales y medios locales, muestran decenas de ejemplares de pejerreyes a lo largo de varios metros de costa. Ante la magnitud del hecho, Javier Barrionuevo, periodista del programa Día a Día de Iglesia, entrevistó a Alejandro Montaño, operador turístico del deporte náutico en Rodeo, quien manifestó que esta situación se viene observando desde hace “un par de días” y que es totalmente inédita por su magnitud.
“Es la primera vez que pasa en esta cantidad. Siempre se puede ver alguno que otro pez muerto, pero nunca tantos juntos”, expresó.
Montaño precisó que la mayoría de los ejemplares son pejerreyes de tamaño mediano y que el fenómeno no se presenta de manera uniforme en todo el dique. Los sectores más afectados serían la zona de Bahía Los Troncos, próxima al camino de Jáchal, y las costas cercanas a los paradores náuticos.
El operador también comentó que los peces encontrados están en distintos estados: algunos secos, con varios días de exposición, y otros más recientes. “Se nota que algunos murieron hace tres o cuatro días, pero otros parecen de ayer”, explicó.
Consultado sobre por qué los ejemplares se encontraban tan lejos del agua, Montaño señaló que, tras morir, los peces flotan y el viento —característico de la zona— los empuja hacia la orilla, donde terminan siendo arrastrados varios metros tierra adentro.
El impacto en el deporte náutico y el turismo
Alejandro Montaño trabaja desde hace años en Cuesta del Viento, donde dirige una escuela de destreza acuática que recibe visitantes nacionales e internacionales. Asegura que, hasta ahora, las actividades turísticas y deportivas se han mantenido con normalidad, aunque el hallazgo generó inquietud.
“Estamos todo el tiempo en contacto con el dique y su entorno. Hace unos meses vimos incluso nutrias en la zona, lo que nos pareció un signo positivo de vida. Pero esto nos tomó completamente por sorpresa”, contó.
La incertidumbre por lo ocurrido impacta directamente en los trabajadores vinculados al turismo, que dependen del atractivo natural del dique y de la calidad del agua para sostener sus actividades. “Seguimos recibiendo gente todos los días, pero estamos atentos a ver qué pasa. Es una situación que nos preocupa a todos”, sostuvo Montaño.
El operador subrayó que la imagen del dique es fundamental para la economía local. “Cuesta del Viento es nuestro lugar de trabajo y de vida. Cualquier alteración en su ecosistema nos afecta de forma directa”, añadió.
Expectativa por los estudios ambientales
Hasta el momento de la entrevista, los operadores turísticos no habían recibido ninguna comunicación oficial ni indicaciones sobre restricciones en el uso del dique. Sin embargo, la preocupación crece entre los trabajadores del sector ante la falta de información certera sobre las causas del fenómeno.
Se espera que la Secretaría de Ambiente de la provincia —junto con técnicos del Parque de la Biodiversidad— realice los estudios correspondientes de agua y fauna para determinar el origen de la mortandad. Los resultados, no obstante, podrían demorar varios días.
“Queremos que alguien venga y nos explique qué está pasando. Necesitamos saber si podemos seguir trabajando con tranquilidad”, expresó Montaño.
El operador recordó que las variaciones en el nivel del agua podrían estar relacionadas con la aparición de microorganismos o cambios bruscos en las condiciones del dique. “El nivel del agua subió mucho, pero en otras temporadas bajó demasiado. Cuando eso pasó, aparecieron algas. Luego, con la subida, desaparecieron. Algo similar podría estar ocurriendo ahora”, apuntó.
Un espejo de agua bajo observación
La comunidad de Iglesia permanece atenta a los resultados que puedan arrojar los análisis, mientras los operadores turísticos y pescadores locales esperan respuestas concretas. Por ahora, el Dique Cuesta del Viento continúa siendo escenario de actividad turística y deportiva, aunque bajo la sombra de un fenómeno que genera incertidumbre.
“Nos preocupa, claro que sí. Este lugar es nuestra fuente de trabajo y queremos que siga siendo un espacio sano, vivo, atractivo. Ojalá pronto tengamos una explicación”, expresó Montaño.
Mientras tanto, las imágenes de los pejerreyes muertos siguen recorriendo la provincia, y la atención está puesta en los estudios ambientales que buscarán esclarecer lo ocurrido en uno de los paisajes más emblemáticos de San Juan.