POR REDACCIÓN
21 de octubre de 2019
El primer ministro israelí en funciones, Benjamin Netanyahu, anunció hoy que no fue capaz de formar gobierno y devolvió al mandato al presidente del país, quien dijo que planeaba trasladar el encargo al líder opositor Benny Gantz. Se espera que el presidente efectivamente nomine a Gantz, líder de la coalición Azul y Blanco, el jueves próximo, con lo que será la primera vez en más de una década que un político que no sea el cuatro veces premier Netanyahu intentará formar gobierno en Israel. En caso de que Gantz, ex jefe de las Fuerzas Armadas, no pueda formar una coalición con mayoría parlamentaria en los 28 días que tendrá de plazo, el encargo pasará a cualquier otro líder partidario que cuente con el apoyo de una mayoría de legisladores. Si ningún diputado recibe este apoyo del Parlamento en un plazo de 21 días, o si es incapaz de formar gobierno en ese periodo, Israel se encaminará a sus terceras elecciones en lo que va del año. Netanyahu anunció que renunciaba a formar gobierno mediante un video subido a Facebook antes de que la Presidencia diera la noticia, en el que dijo haber trabajado "incansablemente" en busca de una coalición y culpó del fiasco a Gantz. "En las últimas semanas he hecho todo lo posible para llevar a Beny Gantz a la mesa de negociaciones. Desafortunadamente, simplemente se negó una y otra vez", afirmó el líder del partido nacionalista de derecha Likud, citado por la agencia de noticias EFE. En respuesta, Gantz escribió en Twitter que había llegado el "tiempo de Azul y Blanco". "El tiempo para devaneos se acabó llegó la hora de las acciones. Azul y Blanco está decidido a formar un gobierno de unidad liberal, encabezado por Beny Gantz, por el que el pueblo de Israel votó hace un mes", dijo el partido más tarde en un comunicado. Este es el segundo fracaso de Netanyahu para formar gobierno, tras el de las elecciones de mayo pasado. Aquella falta de apoyos lo obligó a volver a convocar elecciones poco más de cuatro meses después de las anteriores generales. La coalición Azul y Blanco obtuvo 33 de los 120 asientos del Parlamento israelí en las elecciones del 17 de septiembre, mientras que el Likud se quedó con 31, ambas muy lejos de la mayoría. Netanyahu tiene el apoyo de partidos ultraortodoxos y de extrema derecha que le suman 22 bancas más. Todas estas agrupaciones son contrarias a poner fin a la colonización de Palestina, y algunas rechazan incluso la creación de un Estado palestino, la fórmula de solución del conflicto que tiene más apoyo dentro de la comunidad internacional. En consultas con Ruvlin antes de que nominara a Netanyahu, la alianza Lista Unida, de partidos de los ciudadanos israelíes de origen palestino -los llamados árabes-israelíes-, dijo que apoyaba a Gantz, en una decisión inusual para este sector del electorado. Lista Unida tiene 13 bancas. También respaldan a Gantz, que quiere relanzar negociaciones de paz con los palestinos, el Partido Laboristas, con seis escaños, y la Unión Democrática, con cinco.
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