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Provinciales > En 9 de Julio

Paredes caídas y 30 centímetros de agua adentro, el panorama en uno de los asentamientos inundados

En la zona las calles de tierra estaban inundadas por lo que era complejo hasta circular por ahí y sólo se podía llegar a pie.

10 de noviembre de 2021

Paredes de viviendas precarias con el barro consumido por la lluvia y dejando a la vista las cañas con las que fueron hechas; filtraciones en los techos y ranchos completamente inundados;  electrodomésticos quemados; paredes caídas; calles de tierra anegadas de agua; muebles y colchones afuera de las viviendas colocados sobre mesas para evitar que se sigan mojando y personas descalzas ya que todo el calzado sufrió las consecuencias del agua. Así es el panorama que se vive en el asentamiento de Las Chacritas, en 9 de Julio, tras la lluvia y el granizo de la noche del martes y madrugada del miércoles. 

Foto: Mariano Martín / DIARIO HUARPE.

"Y ahora estamos bien, pero anoche nos entraba agua por todos lados, tuvimos que amucharnos todos en un rincón porque nos llovíamos enteros. Ni siquiera podíamos salir porque teníamos más de 30 centímetros de agua en toda la casa", cuenta Carlos Nueva.

Carlos vive en ese asentamiento junto a su pareja, Yanina Castro, y sus hijos de 7, 8, 10 y 13 años.

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Foto: Mariano Martín / DIARIO HUARPE.

En medio del caos de la mañana de esta jornada, el mayor sostenía un pequeño espejo con una mano y con la otra se peinaba. Tras buscar la mochila, que aún estaba algo húmeda, y prenderse el guardapolvo ya estaba listo para ir a cursar el primer año de la escuela Procesa Sarmiento.

Foto: Mariano Martín / DIARIO HUARPE.

Mientras tanto, sus padres tratan de conseguir alguna ayuda del municipio. Después regresan a su casa con la angustia en la mirada. Tienen las zapatillas y los colchones afuera esperando que se sequen, se les quemó la heladera y están rogando que el televisor no haya corrido la misma suerte. "Se mojó entero, lo sacamos para que se seque y todavía no sabemos si va a funcionar", cuenta Yanina.

La pareja hace tres años que vive ahí, a diferencia de otras de la zona, asegura que es la primera vez que llueve y su casa se ve afectada de esa manera.

Entre los vecinos están los Álvarez que viven a unos 100 metros. En el mismo lote vive Mariela junto a su esposo y una hija, en la casa de adelante, y Micaela junto a su esposo y sus tres hijos.  

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"Acá ya se nos cayó una pared con el terremoto y ahora el agua se filtró, espero que no se vuelva a caer, pero son casas precarias que las agarra una lluvia como las de anoche y no se sabe qué va a pasar", dice Mariela.

Foto: Mariano Martín / DIARIO HUARPE.

En su hogar hay zonas de la construcción en las que solo quedan las cañas ya que el barro fue afectado por la lluvia. Incluso, a través de ellas ya hasta se alcanza a ver para afuera y entra la claridad del día.

Micaela vive en el fondo de Mariela y en su casa las consecuencias del agua fueron peores: se les cayó parte de la pared del baño, hecha con caña y barro. “Acá se nos mojó la ropa, los colchones, todo. Anoche nos acostamos todos en la cama grande que es la única que no se nos mojó”, cuenta.

Foto: Mariano Martín / DIARIO HUARPE.

Micaela junto a sus hijos fue una de las ocho familias que asistieron hasta la Comisaría 31º a pedir ayuda, pero asegura que en la seccional sólo les ofrecieron refugio por algunas horas y que después les preguntaron si tenían familiares en los que pudieran pasar el resto de la noche. “Me vine caminando con los niños, sola en medio de la madrugada, encima en el caminó se largó a llover de nuevo y llegamos empapados”, comenta.

Foto: Mariano Martín / DIARIO HUARPE.

Las situaciones de las viviendas precarias de ese asentamiento eran todas similares. Incluso, acceder al complejo habitacional era algo complejo debido a que las calles de tierra se habían colapsado de agua. Para el mediodía algunas zonas ya estaban sin agua, pero con barro sobre el cual se hundían los pies de cada una de las personas que por ahí pasaba.

Foto: Mariano Martín / DIARIO HUARPE.

Desde el municipio de 9 de Julio se acercaron a brindar una ayuda que no dejó para nada conformes a los vecinos: un bolsón de mercadería y un poco de nylon. “Con esto no nos alcanza ni para tapar las filtraciones del techo, esto no es una solución, pero siempre pasa lo mismo”, cerró enojada una de la vecinas que por temor no quiso dar su nombre.

Foto: Mariano Martín / DIARIO HUARPE.

La situación en Caucete

En el asentamiento Los Ramos hubo varias familias que sufrieron las consecuencias de la lluvia. Entre ellas, Gisela, una mujer de 24 años que vive con su pareja y sus dos hijos 2 y 3 años que prefirió resguardar su apellido. Ella aseguró que la casa se le inundó por completo y que, incluso, el agua en la madrugada casi les llegaba a las rodillas.

“Una vecina nos dio alojo, dormimos todos en un colchoncito que nos prestó”, contó Gisela.

A la familia es la primera vez que le ocurre esto así que en lo único que pensaron fue en sacar los niños de la vivienda que, al ver que estaba entrando agua, comenzaron a llorar. Después se encargaron de sacar algunos elementos para que no se siguieran mojando. Entre ellas, la heladera, la cocina, los colchones y algunos muebles.

Según lo informado desde el municipio caucetero, en la madrugada de este miércoles activaron un operativo logístico y de asistencia en los asentamientos afectados. Resaltaron que sólo debieron trasladar a una familia a la casa de familiares para que se alojaran ahí hasta que terminaran las tareas de drenado del agua en su hogar.

En Caucete los asentamientos damnificados fueron Los Ramos, Belgrano y calle Corrientes. Quienes viven ahí ya están empadronados y accederán a viviendas del barrio Pie de Palo que aseguraron que está pronto a entregarse.

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