Provinciales > Ataque de la jauría
Por qué Florencia corría en el descampado en el que encontró la muerte
La familia contó que tanto la chica como sus vecinos elegían este lugar como una forma de huir de la inseguridad.
Por Daniela Jácamo
Este lunes la provincia se vio conmocionada por la muerte de Florencia Elizabeth Ledesma, una joven de 23 años que fue atacada por una jauría que le causó serias heridas que le provocaron la muerte por desangramiento. Después de que se conocieran los hechos que terminaron con la muerte de la chica, surgió la pregunta de por qué la joven salía a correr en una zona de descampado.
Rosa Ledesma, la tía de la muchacha, contó a DIARIO HUARPE que Enzo, el hermano mayor de Florita, como le decían a la chica se había ofrecido a pagarle un gimnasio, pero que ella le dijo que no hacía falta que bastaba con salir a hacer deporte en las cercanías de su casa en la villa Ampacama, departamento Albardón.
Es que Florencia seguía una rutina de ejercicio porque estaba entrenando para poder ingresar a la Policía y sabía que allí le iban a pedir que mantuviera un buen estado físico. Por eso debía entrenar con regularidad.
Si bien la chica vivía al poco andar de la calle La Laja, una zona transitada en la que seguramente no se habría encontrado con el peligro de animales salvajes sueltos, ella no iba a trotar a la vera de la calle porque le temía a la inseguridad.
"Hace un tiempo hubo un asalto violento, robaron un celular, después hubo otros hechos que hicieron que a la gente de la zona le dé miedo ir a la calle La Laja en el atardecer que era la hora que Florita elegía para trotar", aseguró Rosa.
La mujer agregó que por eso Florencia elegía está zona de fincas y descampado cerca de su casa para ir a hacer deportes. Rosa agregó que no solo Florencia iba a este lugar con regularidad, sino que muchas personas del vecindario iban allí porque se encontraban con una zona cercana, en la que no se corría peligro por el ingreso de vehículos y todos creían encontrarse en un lugar alejado de los puntos elegidos por los delincuentes.
"Al atardecer, una vez que la gente termina con su trabajo, es común ver personas que van para la zona en la que entrenaba Florita, allí se juntaba mucha gente a hacer deporte", aseguró la mujer aun conmocionada por la muerte de la chica a quien consideraba como su hija.
Sobre el lugar al que iba Florencia y sus vecinos, se trata de una zona que se ubica al noroeste del cruce de calle La Laja y San Nicolás en la localidad albardonera de Las Lomitas. Allí hay fincas en las que se encuentran viñedos y hasta un circuito de motos.
Esta zona quedaba cerca de la casa de Florencia, ya que bastaba con que la chica diera la vuelta a la esquina, llegara a la última calle de la villa Ampacama y que luego tomara por una huella que corre paralela a esta calle de ripio.
Cuando los perros atacaron a Florencia, la joven que seguramente se encontraba aterrada huyó más al norte. Llegó a una zona inhóspita con terrenos accidentados y con espinas. Allí los animales la mordieron y le causaron las heridas que determinaron su muerte, cuando su hermano llegó al lugar disparó su arma de policía para que los animales se fueran.
Luego, con ayuda de vecinos y amigos, hicieron una especie de camilla improvisada con sus propias ropas y sacaron a la joven. Tuvieron que caminar un buen trecho antes de encontrarse con la ambulancia que los esperaba en una zona más transitable.
Los vecinos del lugar y los encargados de unos de los emprendimientos contaron que sabían que allí hay jaurías, pero no recuerdan que estos animales hayan atacado antes a alguien.
Es que, según explican los lugareños, en la zona hay cabras y otros animales salvajes por eso se pueden ver a jaurías de perros que cazan a estas presas.
Tras la tragedia la Policía siguió realizando las pericias correspondientes para concluir la causa iniciada por la muerte de Florencia. Además han comenzado a buscar a los perros salvajes.
Se cree que serían por lo menos siete animales de gran porte, las autoridades recorrieron la zona a pie, en vehículos y sobrevolaron con drones para tratar de dar con los animales y poder sacarlos del lugar. Si logran capturarlos es de esperar que los lleven a un refugio para que los expertos determinen si es posible rehabilitarlos.