Publicidad

Provinciales > Historia de superación

Tiene 87 años, se le murió su hija y escribió un libro para recordarla

Fernando González Romero transformó el dolor en arte. Por medio de su obra busca que otros padres que atravesaron por la misma situación puedan superar ese momento.

23 de noviembre de 2019

“Perder a una hija es lo más doloroso que le puede pasar a un padre”, comenzó diciendo Fernando González Romero, un sanjuanino de 87 años que por medio de la literatura transformó el dolor en arte. Hace tres años sufrió la pérdida de Mabel, su única hija y por ese motivo escribió un libro para recordarla. La obra se llama “Entre la tierra y el cielo” y para él representa los espacios que la mujer ocupó, primero en el mundo terrenal y ahora en lo espiritual.

Más allá de invocarla por medio de las líneas de texto, Fernando dirigió su  mensaje a todos aquellos padres que atraviesan por una situación similar. “Son tiempos muy duros, donde a uno el mundo se le cae a pedazos, pero muchas veces hay que entender que debemos soltar a esos seres queridos y que busquen la paz”, sostuvo. Si bien cada experiencia es particular, lo que intenta contar González Romero en las 73 páginas es cómo sobreponerse al dolor pese a la adversidad.

Publicidad

Mabel Alicia falleció en 2016 producto de un cúmulo de factores. Comenzó con quebradura de cadera y luego, su cuadro se fue complejizando lo que derivó en una agonía tanto para sus padres como para su marido José y su hijo Maximiliano. Su muerte causó un profundo dolor entre la comunidad del barrio San Lorenzo en Santa Lucía, ya que era docente y daba clases particulares. “Los niños la sintieron mucho, era muy buena en Matemática al igual que su esposo. Ambos tomaron la docencia con el fin de cultivar la mente de los más jóvenes”.

Fernando escribió el libro para recordar a su hija Mabel que falleció en 2016.

A Fernando le llevó tres años escribir el libro. Muchas veces, la emoción lo embargaba motivo por el cual no podía continuar sus líneas. Pasaba noches enteras buscando los recuerdos más sentidos que había tenido con su hija. Otra de las cosas que complicó la escritura de su obra fue la salud de su esposa Yolanda. Ella sufrió un ACV que la dejó limitada en sus sentidos. Sumado a la pena de la reciente perdida de su hija, tuvo que cuidar de su mujer y acompañarla en todo su tratamiento.

El dolor estuvo marcado desde el momento cero en la vida de Fernando. Nació en 1932 y a los tres meses quedó huérfano de madre, ella murió de un repentino ataque de meningitis. Su padre se lo entregó a su abuela quien lo crió y educó. Contó que sólo cursó tercer grado en la Escuela Nacional Nº5 que quedaba en calle Oro y Necochea y toda su vida se dedicó al arreglo de parrales, por lo cual su misión literaria era casi una utopía. El amor que tuvo Mabel por la educación llevó a Fernando a plasmar sus vivencias por medio de este libro. “Esto fue un gran desafío, primero para mí y luego para ordenar los recuerdos que quise plasmar en honor a mi hija”.   

La decisión la tomó a los pocos meses de su fallecimiento. Comenzó a escribir ideas sueltas en un papel y luego fueron cobrando forma en modo de texto. Tiene trece capítulos en donde refleja historias diversas de paisajes sanjuaninos y sus vivencias en ellos. Recibió ayuda de Natacha Fernández en lo que fue el diseño y la diagramación del contenido. Si bien este libro fue muy sentido para él, no fue el primero, ya que en el año 2013 publicó su otro material. Tras la muerte de Mabel nada fue igual para Fernando y su esposa, pero ahora con este libro encontraron la manera de encausar su dolor y acompañar a otros padres que atraviesan por la misma situación.  

Publicidad
Publicidad
Más Leídas
Publicidad

ÚLTIMAS NOTICIAS