Un empresario de la noche violento, a punto de quedar en libertad por el error de un juez

Un empresario de la noche sanjuanina que tiene varias causas en la Justicia por violencia de género, amenazas y violaciones de medidas restrictivas, está al borde de quedar en libertad debido al error de un juez. Se trata de Diego Uñates que actualmente está alojado en el Penal de Chimbas.

Lo que ocurrió fue que el juez Alberto Caballero dictó sentencia por lo que debía dar los fundamentos del fallo dentro de los cinco días hábiles y lo hizo en diez. La defensa de Uñates aprovechó esta situación, apeló el fallo y logró que la máxima autoridad resuelva que el juicio se realice nuevamente, dejando sin efecto la condena impuesta.

“Anularon el fallo por un error del juez que pronunció los fundamentos del fallo 10 días después cuando tenía que hacerlo dentro de los cinco días. Es un error que le ha valido un llamado de atención de la Corte”, explicó a DIARIO HUARPE una fuente calificada.

“La víctima está destruida porque ahora en mayo se le vencen los tres años de prisión preventiva, entonces, si el debate no se lleva a cabo antes de esa fecha, él puede salir en libertad”, agregó.

Mientras tanto, su expareja y víctima de violencia de género, María del Valle Sirena, vive con miedo porque no sabe lo que le puede llegar a pasar a ella y a sus dos hijos si Uñates sale de prisión.

Los maltratos que ejerció Uñates sobre Sirena comenzaron en el 2007, año en el que ambos se fueron a vivir juntos. En un principio fue violencia psicológica, pero en el 2009 pasó a violencia física. La mujer denunció en varias ocasiones el calvario que vivía y así logró que la Justicia lo detenga y le coloque una pulsera electrónica a su expareja.

El agresor fue el primer hombre en la provincia, acusado por violencia de género, en usar la pulsera electrónica cuyo fin era el de evitar que siguiera hostigando a la víctima. Esta medida se tomó luego de que él violara la orden de restricción perimetral y volviera a violentar a Sirena.

En 2019, Uñates fue condenado a 1 año y 6 meses de prisión por lesiones agravadas por el vínculo y amenazas contra su expareja, anterior a la madre de sus dos hijos. Mientras que, en 2020 el hombre fue condenando a 4 años y 6 meses, pero por acumulación con la otra condena la pena llegó a 6 años.