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Provinciales > Historia

Vende embutidos dentro de un asentamiento para subsistir

Se trata de “La Gringa”, que tiene un quiosco en el complejo habitacional La Paz de La Bebida. Separada de su marido lucha todos los días por sus tres hijos.

POR REDACCIÓN

30 de junio de 2019

En medio del asentamiento La Paz, la sonrisa de “La Gringa” se puede ver reflejada en cada vecino que se acerca a comprar a su popular quiosco. Que además de ofrecer lo cotidiano como golosinas, fiambres y algo para tomar, la mujer vende chorizos y morcillas frescas. Dice que con eso se gana la vida para ayudar a mantener a sus hijos.

Dominga Carrizo, es mamá soltera y tiene tres pequeños. Llegó a ese lugar hace más de tres años debido a que se separó de su marido y no tuvo otros medios para subsistir.

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Risueña y alegre cuenta que todos los días trae estos embutidos desde el Quinto Cuartel. Si bien las condiciones habitacionales no son las mejores, ella trata de ser muy cuidadosa con la higiene de los alimentos.

Los vecinos la quieren y respetan mucho. Su humilde local comercial abre las ventanas muy temprano para que los nenes lleven merienda hasta que se entre el sol ya que muchas veces se ve imposibilitada de seguir atendiendo por la escasa iluminación ya que no están conectados al servicio de energía eléctrica.  

Las condiciones estructurales la obligan a tomar algunos recaudos para evitar que sus hijos se enfermen. Con estas bajas temperaturas, Dominga pone frazadas en los ingresos del hogar tratando de contener el calor interno que logra cuando junta leña y las enciende. A sus chicos los arropa con cobijas que pudo conseguir gracias a que gana unos mangos con la venta de su pequeño almacén.

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