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Judiciales > Este lunes

Detuvieron a un cuarto sospechoso por el crimen de una jubilada en Villa Paolini

La Policía lo detuvo en la madrugada.

POR REDACCIÓN

04 de octubre de 2021

Cayó un nuevo sospechoso por la brutal muerte de una jubilada de 82 años en una casa de Villa Paolini. Un hombre de 35 años de apellido Ortiz se convirtió en el cuarto detenido por el crimen de María Pérez. Vecinos y familiares encontraron a la mujer con varios golpes en el rostro y con un corte profundo en el cuello sobre el mediodía del sábado 21 de agosto.

La brigada policial de la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) Delitos Especiales detuvo a Ortiz en la madrugada de este lunes, cerca de las 3. El aprehendido es amigo de Di Carlo y vive en Villa San Ricardo, a pocos kilómetros de Villa Paolini. Los fiscales y policías a cargo de la investigación, liderada por el fiscal del caso, Renato Roca, lo tenían en la mira cuando empezaron a socavar las primeras hipótesis del asesinato

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Sin embargo, hasta el momento, los investigadores no encontraban ninguna prueba que lo incriminara. Pero esa llegó en los últimos días. Una pericia en el teléfono de Di Carlo reveló que el detenido le envió una foto del arma homicida (un cuchillo) a Ortiz. Esta se sumó a los relatos de varios testigos que señalaron ver la mañana y días posteriores del crimen a Ortiz con los otros tres detenidos: Cristian Di Carlo, Jon Cano y Joaquín Fernández.

El primero en ser arrestado fue Di Carlo de 34 años. Era vecino de María Pérez y residía casi en frente de la casa de la víctima. El día del homicidio no estaba en su domicilio. Además, fue apuntado por familiares y vecinos como una persona que tenía conflictos permanentes con la mujer. La jubilada no se llevaba bien con ninguno de los integrantes de la familia Di Carlo.

La Policía le sacó sangre cuando lo encontró en su casa y una vez cotejado su ADN con rastros hallados en la casa de la víctima María Pérez, específicamente ene el pullover que vestía la adulta mayor, los resultados fueron positivos. De esa forma se convirtió en el principal sospechoso de la causa. Luego cayeron Cano de 30 años y Fernández. También eran amigos del primer implicado y vecinos de la zona norte de Pocito.

A estos se los vio en más de una oportunidad en la casa de Di Carlo. Los investigadores hallaron también pruebas que los pusieron en la escena del crimen: la ropa con sangre perteneciente a Di Carlo fue encontrada en la casa de Cano, que en el momento del allanamiento estaba con Fernández.

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Los investigadores de la fiscalía Delitos Especiales pudieron comprobar que tanto Di Carlo como Cano y Fernández estuvieron en contacto el día del crimen y los días posteriores al mismo. También habrían encontrado perfil genético de Cano y Fernández en la casa de la jubilada.

Otra pista que se tuvo en cuenta fue que los ladrones y asesinos de la jubilada Pérez no ingresaron por la fuerza a la casa de la víctima, por lo que se estableció que la mujer conocía a sus atacantes. Y sin dudas identificaba a Di Carlo.

Di Carlo, Cano y Fernández quedaron imputados y con prisión preventiva por siete meses en el penal de Chimbas por el delito de homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y criminis causa. Tal vez sea la misma suerte que tenga Ortiz cuando fiscalía Delitos Especiales lo lleve ante un juez de garantías para formalizar los cargos.

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