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Hace tres años que no ve a su hija y quiere traerla a San Juan, la lucha de una venezolana
La mujer necesita dinero para comprarle el pasaje a la joven que tiene 16 años.
Por Germán González
Los nervios son cada vez más grandes. Pasan los días y la venezolana Lucía Arroyave se encuentra más cerca de ver a su hija de 16 años, a quien no tiene a su lado desde hace tres años y medio, cuando se fue de su país en plena crisis económica y llegó a la provincia en busca de una nueva oportunidad. El problema es que no tiene dinero para comprar el pasaje que hará llegar a San Juan a la “luz de sus ojos”. Sin embargo, la mujer, que trabaja de peluquera, ya tiene un plan y lo puso en marcha.
El viaje salió de improvisto. Su expareja y padre de la chica le ofreció a Lucía llevar a su hija desde la Ciudad Bolívar, donde viven, hasta Brasil y de ahí que la joven se traslade en avión hasta Argentina y llegue a San Juan. Esto ocurrirá el 26 de este mes.
Para lograr ese vuelo repentino, la estilista, que se desenvuelve en la peluquería y barbería de su novio, pidió a sus clientas o aquellas personas que la sigue en redes sociales, que pague por adelantado algunos de los servicios de corte o peinado que ofrece. De esta forma, Lucía cree que llegará a los $100.000 aproximadamente que necesita para pagar el boleto de María Fernanda, su hija, de Brasil hasta San Juan.
La mujer de 36 años mandó mensajes de WhatsApp a cada una de las personas y clientas que conoce. También viralizó su necesidad por su cuenta personal de Instagram. En un periodo de tres días, varias personas la ayudaron.
“Estoy nerviosa”, expresó Lucía DIARIO HUARPE, pero se veía su cara de felicidad a pesar de tener el barbijo puesto. “Termino con una clienta y les doy la nota”. Lucía contó que llegó a la provincia el 12 de junio de 2018. Invitada por su hermano, que la ilusionó con ganarse la vida con su profesión, la venezolana arribó con lo poco que tenía. La separación con su hija María Fernanda, que por entonces tenía 13 años, fue muy dolorosa. Lucía debía asentarse y tener un trabajo fijo para poder traerla.
La treintañera quedó en casa de su hermano, que vive en Rawson, pero tan solo duró dos meses allí. Por una cuestión de convivencia y porque ya había conseguido empleo aunque no de peluquera, profesión que ejerce desde que tenía 18 años, Lucy (su apodo) decidió mudarse sola y después conoció a su actual novio, un sanjuanino de Alto de Sierra, en Santa Lucía. Vive ahora con su pareja desde hace casi el mismo tiempo que está en San Juan. Mientras tanto la relación con su hija a la distancia se volvía difícil.
El arraigo en San Juan se hacía más fuerte, y la ilusión de poder traer finalmente a su niña era un hecho, pero llegó la pandemia. Las cosas se complicaron. La interrupción de vuelos de avión y viajes en colectivos, por protocolos contra el Covid-19 se intensificó. Además, tramitar los papeles o los permisos para que una menor viajara era otro obstáculo, según contó Lucía a este medio.
Pero todas esas idas y vueltas quedaron atrás. Su expareja se comunicó hace unos días con Lucía y le dijo que pasará la frontera con su hija y la dejará en Brasil para que se tome un vuelo a San Juan. “El viaje es muy largo, con varias escalas y horas de espera, por ejemplo en Sao Paulo, María Fernanda debe esperar 18 horas. Es mucho para una adolescente, más teniendo en cuenta que es su primera experiencia de viaje”, contó Lucía entre lágrimas.
A contrarreloj, Lucía quiere conseguir la plata para el pasaje y hasta su novio le ofreció vender la moto para costearlo. Pero la venezolana no quiere la ayuda o solidaridad de nadie más. Quiere un pago por adelantado para poder abrazar a su María Fernanda finalmente. A cambio promete agendar los servicios de peinado y corte a todos los que colaboren con ella.
Jamás pensó que su historia trascendiera públicamente, aunque confiaba en la reacción de sus clientas cuando hiciera el pedido. Casi todas saben su historia, la consuelan y le dan un mensaje de esperanza: su hija estará con ella para concretar el abrazo que tanto desea.