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Provinciales > Historia de fe

Mauricio, el caucetero que creó una escultura gigante para honrar al patrono de su pueblo

El hombre de 45 años creó una imagen de San Expedito que tiene siete metros de altura y está a pocos metros de la capilla. 

15 de abril de 2022

"Hice esto por dos motivos, primero porque yo creo mucho en San Expedito y segundo porque me parece que una escultura tan grande va a llamar la atención de todos y puede generar más turismo", con estas palabras Mauricio "Cacho" Herrera explicó las razones por las que construyó una escultura del santo de las causas urgentes que alcanzó los siete metros de altura.

Este hombre, que contó que es "nacido y criado" en San Expedito, está casado, tiene cinco hijos y trabaja en un puesto de artesanías que está cerca de la capilla del santo. 

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"El santo siempre me ha cumplido los pedidos que le hice y protege a mi familia, por eso tenía que encontrar la manera de agradecerle", explicó el bermejino.

Cacho, como todos le dicen en el pueblo, contó que hace tiempo sentía la necesidad de hacer algo por el santo. "Un día me desperté y sentí que debía hacer la escultura", aseguró el hombre que contó que lo habló con su familia y todos acordaron que iban a embarcarse en este proyecto.

De inmediato se puso manos a la obra y para eso buscó la ayuda de su tío Will Malla. "Lo primero que hicimos fue un dibujo en el suelo en un terreno cerca de mi casa", relató Cacho.

Luego, ambos hombres se pusieron a pensar en cómo iban a construir la escultura y allí fue que recurrieron al oficio de Cacho. "Yo soy artesano en madera, por eso con mi tío decidimos hacer una estructura de encofrado para ir armando cada una de las partes en una especie de molde", explicó.  

Los visitantes de Bermejo posan junto a la imagen que se ve desde varias cuadras de distancia. Foto: Mariano Martín / DIARIO HUARPE.

Una vez que tuvieron el armazón empezaron a rellenar las estructuras de madera con el cemento, así obtuvieron una especie de carcaza que fueron rellenando con botellas. "Buscamos que el relleno fuera más liviano para poder trasladarlo y ensamblarlo más fácilmente", explicó Mauricio. 

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Los dos hombres fueron haciendo diferentes partes de la escultura y cuando las tuvieron listas las cargaron en un camión para llevarlas al lugar en donde se emplazó la imagen. 

La estatua quedó ubicada a la vuelta del templo, en una zona a la vera de una calle interna del pueblo. Allí construyeron una estructura de cemento para la base y fueron ensamblando las diferentes partes de la escultura. 

"Levantamos las piezas a pulso, armamos un sistema de aparejos y poleas como los que se usan para levantar a los chanchos en los carneos, fue difícil, pero logramos levantar toda la estructura", relató este artesano, que agregó que en esta instancia contó con los vecinos que lo ayudaron a "hacer fuerza". 

Cacho explicó que toda la estatua tiene un sistema de parantes de hierro como una forma de darle firmeza. Cuando empezaron a armar, unos vecinos de la zona fueron soldando los soportes de hierro de las diferentes piezas.

Luego vino el proceso de pintura de la imagen, para eso también contó con la ayuda de otros vecinos que se pusieron a pintar junto al creador de la escultura. "Fueron muchos litros de pintura, una parte la compré yo y el resto fue una colaboración de un fiel de Buenos Aires", recordó. 

Durante este Jueves Santo terminaron de darle los últimos detalles que incluyeron la colocación de una gran capa de tela roja. La capa la donó una chica de Mendoza, vino y pidió colocarla ella misma sobre el cuerpo del santo.

Con la imagen lista para este Viernes Santo, fueron muchos los visitantes a San Expedito que llegaron a sacarse fotos o hacer videos de la gran escultura.  Ahora Cacho y sus vecinos sueñan con poder construir una plazoleta en torno a la imagen. 

"Nuestro objetivo es llegar para la Semana Santa que viene con un paseo ya construido, un lugar de descanso para todos los fieles", concluyó Cacho mientras levantaba la vista para ver una vez más su obra terminada. 

En números

25: es la cantidad de días de trabajo que demandó la construcción de la escultura de San Expedito. 

7: es la altura que alcanza la estatua si se mide desde la base de cemento hasta la cima de la cruz que sostiene el santo. 

22: fueron las bolsas de cemento que usaron para la escultura, 8 fueron donadas por el municipio y el resto lo compró Cacho. 

Fe, ingenio y trabajo en equipo

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