Mujeres que rompieron esquemas y ocuparon cargos clave en la Policía

En el 2015 ocurrió algo único que favoreció a la inclusión de las mujeres en un ámbito que en un pasado estuvo dominado por los hombres, el de la Policía. Es que en ese año una sanjuanina se convirtió en la primera mujer General de la Región Cuyana, lo que fue un hecho histórico y que abrió caminos para las efectivos de otras generaciones.

El rol de la mujer en esta área siempre estuvo marcado por la lucha, las ganas de superarse en la carrera y la fuerza por tratar de combinar su labor con la familia. Para esta última opción hay algo que es fundamental, según relataron algunas mujeres que ocupan el cargo de comisario mayor, se trata del teléfono, las rotiserías, los negocios que están cerca de la casa y el apoyo de los integrantes de la familia que es muy importante.

Este viernes comienzan las jornadas por los 150 años de la creación de la Policía que es diciembre y se desarrollarán a lo largo del presente año. En este panorama, te contamos la historia de las comisarios mayores Marisa Bustos, María Eugenia Ochoa, Mónica Sánchez la general retirada Miriam Heredia.

Miriam Heredia, primera General de la Región Cuyana

Ingresó en 1984 y se retiró en el 2016 para ella su carrera fue siempre un “romper las reglas”, incluso, cuando le designaron tan importante cargo sintió que fue “abrir el paso para todas las chicas que vienen, fue un gran orgullo y algo impensado al que nunca me imaginé que iba a poder llegar”, contó.

Con el paso del tiempo pudo notar el importante avance de las mujeres en la carrera policial ya que “cuando inicié teníamos solo tres destinos: Brigada Femenina, Comisaría de Menores y Alcaldía”, con los años todo comenzó a cambiar.

La creación de la Comisaría de la Mujer, toda una lucha

Heredia fue una de las que estuvo en el proyecto de creación de la Comisaría de la Mujer con el que estuvieron casi dos años ya que “algunos organismos decían que no porque ya estaba la dirección de la Mujer y otros organismos civiles pero a partir de la creación de la ley de violencia se abrieron un poco las puertas, era una temática que ya no se podía ocultar”.

Entre los principales obstáculos estuvo el de encontrar la ubicación para la dependencia: “Queríamos un lugar que estuviera a la mano de todos porque si tenían que tomar dos o tres colectivos no iban a ir”. Hasta que lo lograron y empezaron a vivir experiencias que las marcaron.

“A veces se arriesga el personal, los golpeadores son agresivos y más cuando los detiene una mujer, se resisten, nos agreden, nos insultan, ha habido hasta policías lesionadas”, expresó la primera General de la Región Cuyana.

Marisa Bustos, jefa de Sanidad

Hace 26 años que ejerce y ha notado un cambio bastante notorio: “Cuando ingresé eran muy pocas las mujeres, en el curso para oficiales éramos 11, hoy es mucho mayor el número”.

A pesar de esto, asegura: “Nunca me sentí discriminada”. No obstante, “si se notaban que hacían diferencia en el rol de la mujer, les costaba mucho el que hubiese una mujer en una dependencia, no estaban acostumbrados a eso, ahora tenemos mucho más protagonismo a la mujer”.

María Eugenia Ochoa, comisaria de la Comisaría de la Mujer

“Se nota la evolución en la Policía, ha sido siempre un adaptarse, antes no había mujeres en la comisaría, fue romper patrones para poder trabajar teniendo la misma capacitación que ellos, costaba demostrar que se podía”, aseguró Ochoa.

Aunque hay algo que le costó mucho más aún, lograr un equilibrio entre el trabajo y su familia ya que el apoyo de ellos “es fundamental”.

“Es muy difícil”, dice pero hay algunos elementos que las ayudan. Entre ellos está el teléfono celular, “cuántas veces habremos dictado recetas a través del celular”, comentó con risas. En la lista de elementos clave también están las rotiserías y los negocios cercanos a su vivienda.

“La familia es muy importante, no hubiéramos llegado sin ellos adonde estamos. Le ponemos muchas horas pero no nos quejamos porque lo amamos, ser policía es un modo de vida”, asegura.

Mónica Sánchez, Inspección y Logística en D4

La efectivo explicó que “jamás me sentí discriminada por ser mujer” ya que a pesar de cursar con mayoría de hombres, “siempre me sentí apoyada por ellos y muy bien en los lugares de trabajo”.

“Ellos siempre trataron de que sigamos la carrera”, cerró al recordar sus años de cursado y la forma en la que los vivió.