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Todo por la cartilla sanitaria: espera prolongada, largas filas y trámites que duran más de un día
Decenas de padres y niños aguardan desde las 4 de la madrugada para obtener un turno y cumplir uno de los requisitos básicos que piden al inicio del ciclo lectivo.
POR REDACCIÓN
El año está prácticamente en el ocaso. A poco de concluir este 2021, y en plena época de balance, todavía hay sanjuaninos que realizan diversos trámites pensando en el 2022. En este caso son decenas de padres y niños que se apostan diariamente sobre calle General Paz y Mendoza, departamento Capital, esperando el momento para obtener la cartilla sanitaria de los pequeños y así inscribirlos en algún nivel (primario o secundario) en el próximo ciclo lectivo.
Las puertas de ese centro privado abren a las 6:30. Aunque muchos padres llegan cerca de las 4 de la madrugada debido a que es por orden de llegada. Allí empiezan a formar la fila que a las pocas horas ya supera la cuadra y media de personas.
No hay turnos, ni tampoco números. Solo prima la buena fe de los presentes a la hora de respetar el orden prefijado y el flujo de niños que ingresan y egresan de sacarse sangre, el primero de los chequeos previstos en el recorrido para obtener la cartilla. Una secretaria les toma los datos personales a los estudiantes y los hace pasar cuando menciona a toda voz el apellido.
Hay dos tipos de cartillas, aunque la mayoría prefiere la básica que ronda los $1.300. Esta incluye la revisión por parte del oculista, pediatra, extracción de sangre, dentista y análisis de nariz, garganta y oído. Existe otro estudio que contempla la visita al cardiólogo y al psicólogo, pero cuesta un poco más. Sin embargo, este último es poco frecuente debido a que desde las escuelas solicitan el tradicional.
Algunos de los presentes dialogaron con DIARIO HUARPE y contaron que, pese a la cantidad de gente, los médicos van llamando rápido. Aunque una vez que llegan a ese lugar ya saben que les va a llevar toda la mañana para realizar cada uno de los pasos establecidos. “Estamos resignados”, comentó una mamá.
Una vez que terminan ese chequeo en ese centro clínico, los chicos son derivados a calle Córdoba y Mendoza. Allí los espera el dentista. Terminada esa consulta, con la correspondiente observación del profesional, vuelven a la calle General Paz para presentárselo al encargado de conformar ese registro sanitario.
Concluido todo el chequeo médico, los estudiantes deben esperar al otro día para obtener todos los resultados y así poder presentarlo en las respectivas instituciones educativas. El horario de entrega es de 14 a 16. Como a muchos los apremia el tiempo de la inscripción, desde ese centro les entregan un certificado en donde acreditan que el alumno ya pasó por la revisión de los profesionales y está a la espera de que le entreguen todos los estudios.
El café: infaltable
Es casi un pulpo. No le dan las manos para atender a todos los que le solicitan un café luego de que los chicos salen del análisis de sangre. Claro, la gran mayoría llega en ayuna, tal como lo marca el procedimiento.
El cafetero del lugar relató a este medio que llega muy temprano y se va cerca del mediodía. El cortado está en $100 y va acompañado por una tortita o medialuna, depende de los gustos del cliente. También hay té, café y mate cocido.