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Trabaja en el ECO y cumplió su sueño tras 17 años: se recibió de abogado

Un sanjuanino que trabaja en el Estacionamiento Controlado (ECO) de la Capital pudo, tras 17 años de esfuerzo, cumplir con su sueño: ser abogado.

03 de abril de 2024
Rodrigo Suárez se recibió de abogado a los 38 años y ya tramita una demanda a una aseguradora. Foto DIARIO HUARPE. 

Trabajar y estudiar a la vez, son dos actividades que realizarlas a la vez no son sencillas de llevar adelante, más para aquellas que tienen una familia con hijos. Muchos se quedan en el camino y dejan la carrera sin terminar. Sin embargo hay personas que persisten y llegan, como es el caso de Rodrigo Suárez, que comenzó la carrera de Abogacía, pero en el medio del trayecto empezó a trabajar y fue papá. Ya lleva 14 años en el Estacionamiento Controlado (ECO) de la Ciudad Capital, lugar en el que pudo crecer y ascender, pero le faltaba terminar esa carrera universitaria. Finalmente, tras 17 años de lucha y perseverancia, lo consiguió. El nacido en Santa Lucía se recibió de abogado y hace unos días juró ante las autoridades del Foro de Abogados.

La historia de Rodrigo está llena de encuentros y desencuentros. Tras salir del secundario, en el año 2004, hizo el cursillo para ingresar a la carrera de Medicina en la Universidad Nacional de La Rioja, pero no entró. “No me sentía preparado, no me sentía a la altura, todos mis compañeros se habían preparado en institutos, yo no había ni pagado el derecho a examen”, contó Suárez a DIARIO HUARPE. El santaluceño contó que había empezado medicina para quedar bien con sus padres, ya que querían que fuera médico, pero su vocación iba por otro lado y lo descubrió dos años después, al empezar la carrera de abogacía en la Universidad Nacional de San Juan.

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Foto DIARIO HUARPE.

En el medio, Suárez empezó varios cursos como de comercio exterior y computación, además trabajó como guardia de seguridad en el boliche Kitek.

Como en su inicio con Medicina, Suárez también tuvo un complicado comienzo con Abogacía porque no quedó entre los aprobados del cursillo, sino hasta en su segundo intento. Después de eso, ahí sí inició con el cursado de las materias. “Una vez que empecé, me gustó. Me gustaba leer los artículos de derecho y analizar los casos”, indicó.

Suárez pasó por varios años de solo estudio hasta que en el año 2011 empezó a trabajar en Estacionamiento Controlado (ECO) de la Municipalidad de Capital. Esto le implicó hacer varios sacrificios, como su trabajo era en la mañana y se superponía con el horario de cursado, debió trasladarse al horario de cursado de la tarde.

Suárez ahora está encargado del control operativo de los vehículos eléctricos de inspectores y monitores urbanos. Foto DIARIO HUARPE.

Pero con el paso del tiempo, el trabajo y el cursado costaban más. “Me mataban los tiempos”, se sinceró Suárez. Pero no era solamente por eso, el joven se había puesto en pareja con una acompañante terapéutica, Natalia Russo, y juntos formaron una familia. Con los años vinieron tres hijos varones: Felipe de ocho,  Benito de cinco y Pietro de cuatro años.

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La vida de padre, empleado del ECO y estudiante llevó a Suárez a decidirse primero a cambiar de universidad: trasladarse de la UNSJ a la Universidad Siglo XXI, que tenía un horario de cursado más flexible y se podían hacer algunas materias online. Pero con el paso del tiempo tuvo que tomar la decisión de dejar de lado por un tiempo la carrera y así poder enfocarse más en su familia y el trabajo.

Las cosas en el trabajo le fueron bien a Suárez, ya que pudo conseguir un ascenso a inspector y estar a cargo del control operativo de los vehículos eléctricos, que usan otros inspectores y monitores urbanos de la Capital.  A su vez, empezó a trabajar en el estudio jurídico de un amigo.

El día que rodrigo rindió su tesis en Córdoba. Foto gentileza.

Su vida continuó así hasta que un día junto con su ahora esposa decidieron que era hora de terminar la carrera de abogacía y cerrar con una etapa. Es así que el 5 de septiembre de 2023, en la provincia de Córdoba, Suárez, acompañado de un par de amigos y su esposa Natalia Russo, rindió la tesis y se recibió de abogado finalmente.

Ese momento, como el de la jura en el Foro de Abogados, fueron emotivos para Suárez porque implicaba el cierre de una etapa, la de su formación universitaria, y la que anhelaba con mucho entusiasmo.

Rodrigo con sus hijos Benito, Felipe y Pietro en el día de su jura como abogado. Foto gentileza.

Ahora, con la matrícula N.º 5.390,  Suárez, sostiene que seguirá trabajando en el lugar “que le dio de comer 14 años” y además ejercerá como abogado en su tiempo libre. Tan es así que ya tiene un caso, una demanda contra una aseguradora, que le confió un cliente.

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