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Cultura y Espectáculos > SUBCULTURAS

Cosplay, el arte que trae a la vida real personajes de la cultura pop

Alejandro Fracapani es un cosplayer local, fue al estreno de Frozen 2 cosplayado de una versión masculina de Elsa y explicó de que se trata esta subcultura.

04 de enero de 2020

El disfraz tiene la propiedad de ocultar y de alterar las apariencias, con una tradición que nace en el teatro esta práctica comenzó a mutar. Ya no hacía falta ser un actor para ser un rey, un guerrero o, en la actualidad, un superhéroe, un miembro de Hogwartz o una guerrera mágica, gracias a la práctica de disfrazarse o mejor dicho, hacer cosplay.

Para ver de que se trata esta subcultura, DIARIO HUARPE mantuvo un diálogo con Alejandro Fracapani, quien hace del cosplay un modo de vida.

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Alejandro fue al primer día de proyección de Frozen 2 y se cosplayó de “Elias” un versión masculina de Elsa. Esta practica se conoce como crossplay, es decir, invertir el género de los personajes. Lo hizo porque se declara fan y siente que esa búsqueda de identidad y sentir que se pude hacer daño sin querer, lo identifican.

Pero también mezcla al personaje con su historia, ya que Ale fue operado del corazón y esa cicatriz en el pecho la muestra con orgullo y la usa como símbolo tanto de “Elías” como de él, una cicatriz que significa una victoria en medio de tantas derrotas cotidianas.

SUS INICIOS
Cosplay, un estilo de vida

Según Fracapani, el cosplay es el juego del disfraz, es por un momento ser otro personaje que puede tener un origen en el videojuego, anime, manga, historietas, cine, serie, libros, etc. Para caracterizarlo no solo se vale del atuendo sino también asume ciertas características del personaje que se interpreta.

Cuenta que sus inicios se remontan hace 9 años con la primera Otaku Yoobi, un evento de cultura pop local, y que desde allí no ha salido el hobby. Eso si, el artista rescata que es un hobby que demanda tiempo ya que él mismo confecciona su traje. Corta, cose y pega cada uno de sus atuendos, sin mencionar las armaduras que algunos cosplay necesitan, relata que en uno de estos se tardo cerca de 6 meses para terminarlo.

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Por otro lado, sobre la elección de un hobby que le exige tanto tiempo, cuenta que fue importante el apoyo de su madre ya que el cosplay surgió como una forma de sentirse bien cuando todo estaba entre penumbras ya que los problemas familiares y su relación con algunos amigos no estaba en su mejor momento. El hobby lo salvó ya que mediante el cosplay podía jugar a ser otro, inspirase y así afrontar sus problemas.

Por último destaca que la escena local que se dedica exclusivamente a esto es pequeña pero establece relaciones con escenas más grandes como la de Mendoza, Córdoba y Buenos Aires. Además invitó a sumarse a quien tenga dudas pero tenga ganas de hacerlo. Que no importa contextura física, color de de piel o altura, lo importante es divertirse, hacerlo e ir mejorando, es un camino de aprendizaje, mucha diversión y que si bien existen competencias, que nunca se olviden por qué comienzan a ser cosplay.

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