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El trencito del Parque de Mayo y el proyecto de revivirlo que ilusiona a todos los sanjuaninos
Actualmente se encuentra en fase de refacciones y no descartan ponerlo en funcionamiento a futuro.
Por David Silva
El pulmón verde más grande de la Ciudad, el Parque de Mayo, guarda entre sus caminos una joya. En sus diez hectáreas, se encuentran sembrados 111 años de historia y el paso de miles de sanjuaninos y turistas que alguna vez se maravillaron con su robusto bosque, hoy un poco mermado, e hicieron de sus bancos y lago el pequeño escenario de alguna memoria. Pero sin duda alguna, la principal atracción del parque es y fue una pequeña locomotora que tiraba de sí más de 12 vagones para que niños y adultos realizaran un corto recorrido por sus rieles. No hay sanjuanino que no lo conozca y lo llame por su nombre: el “Trencito del Parque”. Hoy, después de haber estado parado por 18 años, planean reactivarlo y sacarlo del expreso de los recuerdos.
“Hace 18 años está parado y hoy buscamos remodelarlo y ponerlo en valor. Todos los sanjuaninos lo conocen. De momento, todo va lento por cuestiones de pandemia, pero sí, está en marcha un proyecto para volver a hacerlo andar”, dice a DIARIO HUARPE Lisandro Cevinelli, encargado de la Dirección Provincial Espacios Verdes y del proyecto.
El plan de “reanimación” del trencito, momentáneamente está en fase de refacciones antes de pensar en moverlo por los rieles. Los motivos son evidentes: la pandemia, la cuarentena y el avance de la segunda ola de Covid-19 en San Juan y en la Argentina urgen poner el foco en la salud y cuidado de los sanjuaninos. Pero a paso lento, el trazado logístico avanza.
“En esta primera etapa, estamos remodelándolo. Lo estamos pintando y vamos a poner luces para que sea un atractivo turístico. Incluso hemos traído más partes del obrador para que la gente pueda sacarse fotos, subirse y conocerlo”, cuenta Cevinelli.
Se instaló en 1964 como una atracción para la Feria Nacional del Vino y la Industria, que sentaría las bases para la actual Fiesta del Sol y se paró en 1994. En 2003 se reactivó, pero en febrero de ese año volvió a pararse por motivos de seguridad. Hoy, entra en los planes de la nueva generación de funcionarios darle vida para que pasee por los rieles del parque. Pero son prudentes.
“Hay que ser cuidadosos y tenemos que planear su recorrido e infraestructura para que sea seguro. Planeamos reemplazar la máquina a combustible por una eléctrica y con un sensor que haga que se detenga en caso de peligro de atropellar a alguien. Somos conscientes también de que hay partes donde los rieles no están en buen estado y hay que renovarlos. También, hay que acondicionar las estaciones donde pare y su señalética”, aclara Lisandro.
También, resta pensar de cuantos vagones se dispondrá para calcular cuantas personas puede y es seguro llevar. Si se mantendrá el recorrido original o se expandirá y que infraestructura rodeará su viaje, algo que también han pensado en la dirección.
“La idea es mantener el recorrido original y si se puede extenderlo a otras áreas como el parque nuevo y otros puntos. Eso está sometido a un análisis de costos. Se ha pensado también en colocar espacios por donde pase la máquina, como confiterías. Si se logra hacer funcionar, se puede pensar en poner más infraestructura”, informa el director.
Más allá de su evidente atractivo turístico y que siempre suscitó preguntas y curiosidad a los visitantes de la provincia, sin duda, la vuelta del trencito volverá a calar hondo en la identidad de los sanjuaninos y aflorará la nostalgia en quienes se subieron. Son muchos los internautas locales que hablan de él en grupos de antigüedades e incluso cuenta con su propia página de Facebook: “Quiero volver a verte andar – Trencito del Parque”. Y aunque tiene 761 modestos seguidores, es una idea que más de uno tuvo presente alguna vez.
“Hasta que no se resuelvan las cuestiones de seguridad y costos no podemos dar una fecha. Claramente los sanjuaninos que lo hemos visto funcionar y la locomotora en refacciones genera entusiasmo. Todos en algún punto hemos tenido esta expectativa de volver a verlo andar” recuerda Cevinelli.
Hoy, a 18 años de esa corta resurrección, la locomotora en miniatura sigue dando de qué hablar y promete un viaje hacia el pasado de adultos y cortar boletos en la memoria presente de los niños.
Un paseo a casi toda máquina
Aunque se planea que el nuevo trencito lleve un motor eléctrico, el antiguo y original empleaba un motor Perkins a Diesel para funcionar. Con más de doce vagones, y según quienes pudieron subirse, la máquina corría a poco más de 7 kilómetros por hora. “Era un viaje a paso de hombre”, se suele decir.
El recorrido es relativamente corto: poco menos de un kilómetro y pasaba bajo un túnel de menos de 100 metros ubicado en la calle interna del Parque cerca del Lawn Tennis y frente al monumento al deporte. Su partida y estación final está sobre calle 25 de Mayo. Sus rieles y aceros fueron fundidos, según data, por la fábrica de materiales para ferrocarriles Glastra S.A., aún vigente.
Luis Brizuela es el jefe de Inspección de Espacios Verdes en el Parque de Mayo y no duda en admitir la relevancia del trencito y su vigencia en la cultura sanjuanina. “Apenas cerramos todo para empezar a remodelarlo la gente se empezó a acercar para preguntarnos si íbamos a volver a reactivarlo”, dice a DIARIO HUARPE sorprendido.
Él y su equipo son los encargados de refaccionarlo. “Hemos arreglado los vagones que estaban oxidados, así como los restos de chapa y algunas partes dentro de la cabina y los zócalos que eran peligrosos”, señala.
También, contará con luz y medidas de seguridad para evitar cualquier peligro. Siempre, tratando de mantenerlo intacto. “Vamos a poner luces LED e iluminarlo para que la gente pueda verlo y con la mejor seguridad. Buscamos mantener la originalidad” cierra.
Un expreso bien sanjuanino
A pesar de sus largos años de inactividad, sigue siendo reconocido por generaciones actuales que lo vieron siempre parado sobre sus rieles dormidos y por generaciones pasadas, que pasaron parte de su infancia haciendo viajes en alguno de sus asientos. Pero, aún así, pocos conocen del origen de las locomotoras y vagones.
La versión más difundida y con registros de época dice que se trataba de un tren minero que se usaba para transportar rocas hacia la superficie desde minas subterráneas (probablemente de las minas de Hualilán). De ahí su tamaño pequeño, pensado para atravesar los escuetos túneles cavados en las montañas.
Se dice que fue donado por el gobernador bloquista Leopoldo Bravo en su momento y que se inauguró como un atractivo durante la Feria Nacional del Vino y la Industria en el año 1964, antecedente a la actual Fiesta Nacional del Sol, y algunos pasajes históricos señalan también que fue pensando durante la remodelación del parque iniciada en 1946 que duró hasta 1965 y poco más inclusive.
Desde entonces, pasó de mano en mano entre privados y el gobierno provincial. En sus vagones, viajan algunos apellidos que fueron sus dueños siendo el más replicado en algunos registros periodísticos e históricos el de Girón Hermanos.
En 1994, tras un examen de seguridad, se decidió pararlo. Los motivos son claros: no había garantías de seguridad y era cuestión de tiempo para que ocurriese una tragedia.
“Las ruedas a veces sobrepasaban los rieles e iban sobre el cemento y cuando pasaba el piso temblaba. El ruido que producía al pasar aturdía a la gente. Los vagones se movían enteros y siempre parecía que iba a descarrilar. Costaba alrededor de 50 centavos de esa época subirse. La razón por la que lo sacaron fue que una vez en el túnel uno de los trencitos se paró y el que venía atrás casi lo choca. Entonces se decidió pararlo”, cuenta Daniel Silva a DIARIO HUARPE, gestor cultural y ambientalista. Pero agrega “Sin duda ha marcado una huella en la idiosincrasia y memoria colectiva de los sanjuaninos que pasaron su infancia en él y lo recuerdan con cariño. Si vuelve, revivirá como un sanjuanino más”.
Tras estar nueve años parado, en 2003, y durante la gestión de Wbaldino Acosta, San Juan amaneció con la noticia de que el trencito volvía a funcionar. La responsable de revivir la atracción fue la empresa constructora Integral Mitre que llevó, por esa época, la remodelación y arreglo del Parque de Mayo. Pero tras las elecciones del 13 de octubre que le dieron el primer mandato a José Luis Gioja, y cuatro meses después, en febrero, el trencito volvió a parar. Las razones, las mismas: no era seguro y seguir con su funcionamiento sería dar lugar a la oportunidad de que cualquier accidente ocurriese. Desde entonces y hasta ahora, no hubo proyectos ni asomos de volver a hacerlo andar. Entonces, sus vagones y motor se herrumbraron a la sombra de los árboles y sol sanjuanino.
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