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Departamentales > Fin de un conflicto

En el local donde funcionaba El Rancho de Pelufo no podrá haber ninguna actividad ruidosa

Lo aseguró el juez Mattar. Antes tendrían que insonorizar el lugar.

POR REDACCIÓN

25 de septiembre de 2020

Tras confirmarse que la Justicia de Paz determinó la clausura del local donde funcionaba la parrillada El Rancho de Pelufo, en diálogo con el programa El dedo en la Llaga de Radio La Red, el juez de Faltas de Tercera nominación, Enrique Mattar, aseguró que el propietario del local si no lo insonoriza, lo deberá alquilar para otros fines.

“En ese local El Rancho de Pelufo ni ninguna actividad ruidosa podrá funcionar. El propietario va a tener que alquilarlo para otros fines”, dijo el magistrado.

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Cabe recordar que el conflicto se desató el 6 de junio cuando la parrillada abrió sus puertas en el local de calle Alem al 1055 sur, entre mariano Moreno y Fray Mamerto Esquiú, y los vecinos decidieron hacerlo público al mes siguiente a través de DIARIO HUARPE.

A partir de la publicación hubo inspecciones de los diferentes organismos de los gobiernos provincial y municipal, y a los días llegó la confirmación de la clausura preventiva del Juez de Faltas porque el lugar no contaba con las habilitaciones correspondientes y entre esas una de suma importancia: la de bomberos, ya que en el lugar se realizaban fuegos para asar las carnes.

En el proceso también se constató que el galpón donde funcionaba el local gastronómico tampoco estaba insonorizado, por lo tanto, los espectáculos y shows en vivo que se realizaban en el lugar generaba ruido molestos en el vecindario. La clausura fue apelada por los propietarios de El Rancho de Pelufo, pero al final la Justicia de Paz la ratificó y la parrillada tuvo que cerrar definitivamente.

“El problema está terminado. Ahora sólo queda establecer el monto de la multa, es decir, un trámite administrativo”, afirmó el juez.

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De mudanza

Según los vecinos, del local están sacando mesas, sillas y demás elementos, por lo que suponen que los dueños de la firma se estarían cambiando de lugar.

“Creemos que se hizo justicia y se ha generado otro precedente para los vecinos de otros barrios de la provincia que padecen situaciones similares”, dijo uno de los vecinos de calle Alem. “Y no tiene nada que ver con desmerecer la actividad ni las demás que generan un impacto negativo en la zona donde se asientan. Pero todo ello tienen que entender que alterar la convivencia y la paz social es una contravención que está penada por el Código de Faltas y no se puede hacer. Por lo tanto, antes de instalarse en un lugar tiene que prever estás consecuencias porque los vecinos se van a quejar y con justa razón”.

Por último, el juez Mattar indicó que los vecinos se deben quedar tranquilos porque si alguien viola la clausura, inmediatamente corresponde el arresto de quien incumpla.

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