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Provinciales > El día después

Habló la mujer del matrimonio desaparecido en San Juan

Gilda Otarola, habló en exclusiva con DIARIO HUARPE y contó cómo fueron las desesperantes horas que pasó junto a su esposo, perdidos en medio del campo en Mogna.

03 de octubre de 2023
El matrimonio fue rescatado por un camionero que pasaba por la zona. (Foto:Gentileza)

Lo que comenzó siendo una visita a familiares y una promesa a cumplir en Mogna, terminó en 18 horas cargadas de miedo y desesperación para Gilda Otarola y Carlos Maciel, el matrimonio que en la jornada de ayer lunes era intensamente buscado en San Juan luego de ser denunciado como desaparecido. La mujer habló con DIARIO HUARPE y contó que todo comenzó con un cartel de una ruta que no era, una huella que se “comió” las ruedas de la camioneta en la que viajaban y el intento de encontrar ayuda. “Dios nos puso un ángel en el camino, si no no sé qué hubiera pasado”.

Otarola contó que el domingo junto a su marido tomaron la decisión de salir de paseo para ir de visita a la casa de un hermano y cumplir una promesa. “Primero nos fuimos al supermercado para comprar todas las cositas y salimos a ruta. Queríamos ir a la casa de fin de semana de mi hermano y cumplir una promesa que teníamos con la Virgen Santa Bárbara de Mogna”, dijo a este medio la mujer.

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A partir de ese momento, Gilda y Carlos no se imaginaron lo que iba a pasar. “Nos metimos por una huella, recorrimos unos 40 kilómetros aproximadamente y la camioneta se enterró. Hicimos de todo, pero no pudimos sacarla”, aseguró.

Con el Sol en lo alto y el calor de la siesta, el matrimonio tomó la decisión de salir en búsqueda de ayuda, ya que los teléfonos en ese lugar no servían de nada por la falta de señal. Así fue que con un litro de agua, emprendieron la marcha por el camino de tierra. “Eran cerca de las 14 cuando nos quedamos varados. Caminamos por cerca de cinco horas y lo único que veíamos era campo, lomas y perros, nos dimos cuenta de que estamos muy lejos de todo”, comentó Otarola.

En ese momento y con la caída del Sol, regresaron nuevamente sobre sus pasos hasta encontrar la camioneta. “Cuando volvimos ya eran más de las 23. En el supermercado habíamos comprado gaseosas y eso era todo lo que teníamos. El cansancio y la sed hicieron que nos tomemos todo en ese momento sin pensar en más adelante. Con la luz de los celulares volvimos a intentar desenterrar las ruedas pero fue imposible. Allí nos rendimos y nos refugiamos dentro de la camioneta, a esperar el amanecer”, aseguró la mujer.

Fue al día siguiente, cuando se despertaron con el ruido de lo que aseguraron, era un camión, resurgió la esperanza. Carlos subió a una lomada para tener una mejor visual y con señas y gritos alertó al conductor que pasaba por el lugar. “Dios nos puso un ángel en el camino, si no no sé qué hubiera pasado”, comentó Otarola, mientras recalcaba que aún se encontraba en estado de shock por lo vivido.

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A partir de ese momento, inició el proceso de rescate del matrimonio. El conductor del camión, de apellido Quiroga, se encargó de sacar la camioneta enterrada, pero en un primer intento no fue posible. “Nos dijo que lo más conveniente era cargar el camión primero y después volver. Nos fuimos a la minera donde nos asistieron con agua y más tarde volvimos, sacamos la camioneta y emprendimos el regreso a casa”, dijo la víctima.

Según lo que contó la mujer, la persona que los rescató les dijo que no era la primera vez que asistía a personas que quedaban varadas en ese camino, ya que en una oportunidad auxilió a un matrimonio con dos pequeños niños.

Luego del hecho y una vez en su domicilio de Rivadavia, la paz y la tranquilidad fue no solo del matrimonio que se encontraba a salvo, sino también de la familia que había comenzado con la desesperada búsqueda de Gilda y Carlos. “Muchos me dijeron que el error fue no avisar que nos íbamos de paseo, pero de haberlo hecho, seguro nos iban a buscar y no sé qué podría haber pasado con ellos tampoco”, concluyó.

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