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Mundial Qatar 2022: José Nehín, el capitán sanjuanino en Italia 1934 que se retiró por la apatía provincial

Hazañas, ejemplos de profesionalismo y malos tragos de la vida son las decenas de anécdotas que contó Osvaldo, el único hijo vivo del “Grandote puyutano”, en diálogo con DIARIO HUARPE.

20 de noviembre de 2022
Osvaldo, hijo de José Eduardo, con el cuadro de "los tres Nehín". Video y fotos: Diario Huarpe.

“Somos tan raros los sanjuaninos como grandes. Hemos tenido a Sarmiento y a otros tantos, pero no los aplauden porque son de aquí”, fue una frase de Buenaventura Luna citada por Osvaldo César Nehín, hijo de José Eduardo, el único sanjuanino en jugar un Mundial de Fútbol, para rememorar una de las cientas de anécdotas de la carrera de su padre. El “grandote” que jugaba de lateral derecho y era goleador de Sportivo Desamparados, hechos totalmente atípicos para la posición, representó al país y también a la provincia en el campeonato de Italia de 1934. En el comienzo de Qatar 2022, DIARIO HUARPE decidió homenajear a este héroe deportivo local que, tras su vuelta a nuestro territorio, no tuvo el reconocimiento esperado.

Quien relata la historia de Nehín es su único hijo vivo y el último de sus siete descendientes, Osvaldo César. “Era marcador de punta (el famoso 4 en el fútbol actual). A pesar de su posición y su contextura física (1,90 metros de estatura y 100 kilos de peso), era el goleador del único equipo en el que jugó: Sportivo Desamparados”, contó sobre su padre, nacido el 13 de octubre de 1905.

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Llegar al Mundial no fue nada fácil para el lateral derecho. Osvaldo, de 76 años, relata que “se hizo una selectiva de 1.800 jugadores, porque tras la Copa de Uruguay 1930, se había disuelto la Federación Argentina de Fútbol”. “Fue la época del éxodo de los jugadores. Eso posibilitó los llamados a futbolistas del interior y marcó el comienzo del fútbol nacional, el ‘chacarero’. Cada institución de la provincia tenía que enviar 20 jugadores. De San Juan fueron alrededor de 180 y solo quedó él”, evidenció. Además, un combinado provincial “le disputó un partido a Bolívar y mi papá tuvo la suerte o habilidad de ser el que más goles hizo”.

La hazaña de José Eduardo en su paso por la Selección no culminó con la convocatoria. Por “su caballerosidad deportiva, seriedad y nunca negarse a un llamado, fue elegido subcapitán” y, por hechos que marcaron la historia, “fue abanderado y capitán del equipo en la ceremonia inaugural”.

“Demoraron tres meses en llegar a Italia. Viajaron en el barco Neptuno”, recordó Osvaldo. “En un camarote estaba el capitán Alfredo De Vincenzi. Lo acompañaban un joven periodista deportivo, Luis Elías Sojit, y un cura, que era el nuncio apostólico que tenía Italia en Argentina, monseñor Eugenio María Giuseppe Giovanni Pacelli, quien fuera Pío XII”, señaló. “Cuando llegaron a Florencia, De Vincenzi, que era sobrino de Pacelli, desembarcó y Argentina se quedó sin capitán. Por este motivo, el abanderado en el Estadio Olímpico de Roma fue mi papá. En ese entonces, tenía 29 años”, remarcó Osvaldo.

Tras el Mundial, la desilusión y el retiro

Argentina fue eliminada en primera ronda en dicha participación. Bajo el liderazgo de Nehín, la selección cayó por 3-2 ante su par de Suecia, en lo que fue su único partido en la competición. Tras este campeonato, vinieron algunas alegrías y tristezas en su vida.

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“Yo tenía 11 años cuando él falleció. Antes estaba el patriarcado. Nos decían ‘vos no hablés y callate’”, relata el hombre de 76 años. “En común acuerdo, la federación italiana y argentina tenían que jugar un partido, y se le ganó al campeón del mundo. Después pasó un año la Europa antigua, la de ‘la guerra’. Allí fueron distinguidos por el gobierno de Benito Mussolini, quien le dio una medalla con 180 gramos de oro”, indicó. Además, contó que “los porteños, mendocinos, santafesinos y cordobeses también los distinguieron, pero en San Juan no pasó nada. Mi papá solamente fue recibido por la familia”, enunció.

Algunas de las decenas de medallas de José Eduardo. Foto: DIARIO HUARPE.

“De ahí sale la famosa frase de Buenaventura Luna: ‘Somos tan raros los sanjuaninos como grandes. Hemos tenido a Sarmiento y a otros tantos, pero no los aplauden porque son de aquí’”, rememora con los dichos de la mítica figura local. “Cuando él llegó, no había nadie. Fue tanta su desilusión que no jugó nunca más al fútbol. Tenía 29 años y la posibilidad de jugar en Italia y Alemania, pero se negó”, resaltó. El padre del jugador, más exactamente el abuelo de Osvaldo, “le decía que ‘los vagos se dedicaban al fútbol’”. 

Después del fútbol

Su hijo menor destacó que, tras el fútbol, José Eduardo se dedicó a ser tonelero. “Tenía una marca y trabajaba en la bodega El Globo. Para tener una marca se necesitaba conocer el oficio de tonelero. Él tenía el número 21 en Argentina y era armador de toneles, pipas y bordalesas”, enfatizó.

Osvaldo junto con Sol, María Ignacia y Berta (de izquierda a derecha). Foto: DIARIO HUARPE.

La propuesta política y de mal gusto de un gobernador

Otra de las anécdotas post fútbol está ligada a la política. Durante la década de 1950, y bajo la gestión provincial de Rinaldo Viviani, le hicieron una propuesta que fue de poco agrado para Nehín. “Viviani le ofreció a mi papá ser diputado nacional, por el reconocimiento al representar a San Juan en un Mundial y su trayectoria deportiva. Mi padre le dijo ‘usted se está burlando de mí. Yo no tengo la capacidad para ser diputado’”, declaró.

Finalizó esta historia involucrando a otro personaje. “El Dr. Alfonso Barassi había expuesto: ‘Hay uno que se negó a un homenaje en vida: José Nehín. No quiso aceptar nada’”, dijo.

Ídolo de Desamparados e integrante del tridente fraternal

José Eduardo era uno del famoso grupo “los tres Nehín”. Los otros integrantes del tridente fueron Teodoro Pablo (delantero centro y veloz) y Naúm (mediocampista aguerrido). Esta familia fue una de las primeras de ascendencia libanesa que llegó a San Juan, desde el pueblo de Naím.

“Desamparados era el único equipo que no tenía cancha. Era una ‘juntera’ de gente del antiguo barrio Puyuta, que se hicieron llamar los muchachos de la Iglesia de Desamparados”, expuso. “Mi papá, que jugaba de marcador de punta, medía 1,90 metros y pesaba 100 kilos, fue goleador en cinco torneos argentinos. Toda su vida jugó en el equipo más pobre, Desamparados, durante la época de San Martín, López Peláez, Atlético (hoy Juventud Alianza) y Peñarol", recordó. En esos años, “las únicas canchas que estaban en condiciones eran las de López Peláez, que estaba detrás del Chalet Cantoni, y la de Graffigna (ahora Colón Junior) y Atlético, el ‘equipo de los gansos’ (cantonistas)”.

De izquierda a derecha: José Eduardo, Teodoro Pablo y Naúm, más conocidos como "los tres Nehín". Foto: DIARIO HUARPE.

Reconocimientos post mórtem

Tras su muerte, ocurrida el 16 de diciembre de 1957 de forma trágica, llegaron otros reconocimientos. En 1999, fue distinguido como Deportista del Siglo en San Juan y su nombre aparece en el estadio del Víbora y en un campeonato departamental.

“Mi papá ganó el Deportista del Siglo. Esta distinción se produjo durante los meses de noviembre y diciembre de 1999 en Potrero de los Funes (San Luis). En dicho acto, participaron figuras de todas las disciplinas como Nicolino Locce, y él fue uno de los más reconocidos”, relató Osvaldo.

“Cuando se hizo el primer torneo de fútbol de Rivadavia, el intendente Fabián Martín y el secretario de Deportes, Jorge Chica, no dudaron un segundo en que el campeonato se llame José Nehín”, destacó. “Este mismo nombre lleva el estadio de Desamparados, en homenaje a su trayectoria deportiva”, señaló con tono de orgullo.

A 117 años de su nacimiento, 88 de la gesta mundialista, 87 de la apatía del pueblo sanjuanina, 65 de su fallecimiento y en el marco de una nueva Copa, este fue el humilde homenaje de DIARIO HUARPE a José Eduardo Nehín, el único sanjuanino que representó al país en el máximo evento de fútbol.

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