Perpetua para el asesino y descuartizador de Yamila Pérez

El tribunal de la Sala Tercera, integrado por Maximiliano Blejman, Silvina Rosso de Balanza y Eugenio Barbera, condenó a Evaristo Molina a la pena de prisión perpetua por el femicidio de la joven Yamila Pérez en junio de 2018 en un descampado de la localidad de El Mogote, Chimbas.

El miércoles pasado el hombre fue trasladado a Tribunales para ratificar un acuerdo de juicio abreviado donde aceptaba ser el culpable de matar a la mujer. En la audiencia estuvieron presentes también su abogado defensor Faustino Gélvez y el fiscal Eduardo Mallea.

Molina arribó a la sala en muletas pues tiene una infección en la pierna derecha y cuando se retiraba fue golpeado por una hermana de la víctima, de nombre Norma. Ese día hubo un gran revuelo en los pasillos del palacio de Justicia.

El asesino jamás confesó qué hizo con los brazos de su víctima. La familia de Yamila, que esperaba el juicio con la expectativa de que secreto se revelara, lamentó el silencio del hombre. "Necesito saber qué hizo con los brazos para que mi hija descanse en paz", dijo Norma Allende llorando a la prensa luego de que finalizara la audiencia de ratificación del juicio abreviado.

Norma Allende pidió que sepa donde dejaron los brazos de su hija (Foto archivo de DIARIO HUARPE).

Según la investigación judicial, Evaristo de 70 años conocía a Yamila de 25 desde que era pequeña. El hombre le vendía garrafa de gas al abuelo de la joven. Ya grande Yamila y Evaristo tuvieron diferentes encuentros sexuales y la relación se quebró cuando la mujer decidió contarle a la concubina de Molina lo que pasaba entre ellos.

A pesar de ese conflicto los encuentros siguieron existiendo, pero en uno Yamila volvió a amenazar a Molina de que le contaría nuevamente a su pareja si no le daba dinero. Por eso Evaristo citó a la joven una noche de junio, sacó sus cuchillos que tenía para carnear chanchos, algo que él tenía como pasatiempo y la fue a buscar en su auto.

La llevó hasta un descampado en la localidad del Mogote, en Chimbas. Hizo que se bajara con la excusa de que le practicar sexo oral. Yamila bajó confiada pero nunca se imaginó que Evaristo le clavaría el cuchillo ocho veces y la dejaría desangrando en el suelo. Molina luego la desmembró y le amputó los brazos para que no fuera reconocida. Después le puso una maceta en la cabeza y tapó el cuerpo con trapos.

Así era Yamila Pérez antes de morir y ser desmembrada (Foto Facebook).

Pero un descuido del hombre haría que su crimen no terminara impune. Se le había caído una receta oftalmológica con su nombre a pocos metros de donde dejó el cuerpo. La Policía llegaría a él mediante esta prueba. Luego complicaría al hombre con más pruebas como videos de cámaras de seguridad en la zona, que mostraron a Yamila y Evaristo juntos en un auto por calle Benavídez. Un estudio a cuchillos secuestrados de Molina reveló que había restos de ADN de Yamila.