Economía > Preocupación en el sector
Baja expectativa en el sector vitivinícola para la próxima cosecha de uva
La producción enfrenta un escenario complejo debido a factores climáticos, económicos y un ataque inusual de peronóspora.
Por Yanina Paez
El panorama para la próxima cosecha de uva en San Juan genera preocupación en el sector vitivinícola. Según Pablo Martín, presidente de la Mesa Vitícola, este año la temporada presenta múltiples desafíos, desde lo macroeconómico hasta lo productivo, complicando las perspectivas para una actividad que ya viene golpeada por años consecutivos de bajas cosechas.
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“El sector del agro está acostumbrado a pelearla, a remarla permanentemente y en eso estamos. Venimos de cosechas muy malas, muy bajas en relación a lo histórico. La producción de uva ha caído más de un 30 o 40% en los últimos años debido a la crisis hídrica, la falta de rentabilidad y otros factores”, señaló Martín en diálogo con DIARIO HUARPE, evidenciando la magnitud de los problemas que enfrenta el sector.
Uno de los principales obstáculos para la próxima vendimia es el impacto de la peronóspora, una enfermedad fúngica que afecta a los viñedos y que en esta temporada ha tenido una incidencia inusual en San Juan. “Últimamente, ha habido un ataque de peronóspora muy importante en la provincia, en un sector donde hay mucha producción, y eso da un indicio de que no vamos a tener una cosecha buena como se venía pensando. En un principio, se creía que sería una cosecha mayor que en años anteriores, pero ahora, con este antecedente, en el mejor de los casos podría ser igual, pero no mayor”, explicó Martín.
La aparición de la peronóspora ha generado incertidumbre entre los productores, ya que muchos no habían enfrentado un brote de esta magnitud. “Este caso de peronóspora es algo inédito. Algunos no lo habían visto antes, y otros dicen que algo similar ocurrió en los años 80, pero son cosas del agro. Estamos expuestos a esto, como al granizo o a las heladas”, agregó.
El contexto no es alentador. A la crisis hídrica que afecta a la provincia desde hace años, se suma la falta de rentabilidad en la actividad y los crecientes costos de producción. Estos factores han llevado a una disminución significativa en la superficie cultivada y en los rendimientos por hectárea, impactando negativamente en toda la cadena vitivinícola.
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A pesar del complicado escenario, el sector no pierde la esperanza. Según Martín, los viticultores continúan firmes por la actividad, buscando adaptarse a las adversidades y superarlas. “Vamos a seguir apostando”, concluyó.